ALICANTE.- La provincia de Alicante gana peso económico en el contexto nacional - frente al retroceso autonómico - , por la expansión del comercio y la restauración, así como por un ligero repunte del sector turístico y pese al estancamiento de la actividad industrial, que aún no acaba de remontar sus crisis, según "Información".
El Anuario Económico de La Caixa referido a 2005 concede a la provincia un nivel de actividad económica de 3.839 (sobre un índice nacional de 100.000), 59 puntos más que en el ejercicio anterior. Este índice expresa la participación en la economía de países, comunidades, provincias o localidades a partir del impuesto de sociedades económicas.
La ligera recuperación del dinamismo alicantino contrasta, especialmente, con el descenso de la provincia de Valencia en más 235 unidades al pasar de un saldo de 5.207 en 2004 a 4.972 en 2005. De ahí, que el global de la Comunidad Valenciana se retraiga al pasar de un saldo de 10.870 registrado hace tres años al de 10.757 de hace dos.
Durante el ejercicio 2005, en la provincia se abrieron 674 bares y restaurantes más, pasando de los 14.344 establecimientos censados en 2004 a los 15.018. Paralelamente, la actividad comercial, - otro de los motores de la economía provincial - aumentó en 3.712 tiendas. Las mayoristas pasaron de las 7.771 a las 8.277 (506 más) y el pequeño comercio aumentó su censo en 3.206, desde los 38.739 hasta los 41.945. De ahí que el índice comercial - sobre una base nacional de 100.000 - suba y se sitúe en 4.019, frente al de 3.877 de 2004.
Paralelamente, el indicador turístico alcanza el nivel de 5.108, ligeramente superior al de 5.100 del año anterior.
La participación del colectivo de extranjeros que ha pasado de mano de obra asalariada a trabajador autónomo tiene una especial incidencia en la expansión de ambas actividades, así como el auge de la construcción y la reconversión en empresarios de empleados excedentes de la industria, especialmente la manufacturera, azotada por una grave crisis estructural en los últimos años.
La participación de los inmigrantes en la economía alicantina tiene su correspondencia con otra variable analizada en el informe como es la variación demográfica. En el ránking de las provincias con mayores tasas de población, Alicante ocupa el segundo puesto, con una variación del 19,7% entre 2001 y 2006, por detrás de Guadalajara, que aumenta un 24,5%. La participación de los extranjeros en este incremento es de 15,2 puntos porcentuales, frente a los 4,5 de la aportación de la población española. Y el aumento en términos absolutos en este periodo es de 293.290 habitantes más, que elevan el censo provincial hasta los 1.783.555.
A este crecimiento también ha contribuido la expansión de grandes poblaciones como Torrevieja (tercera en el ránking de mayores tasas de variación demográfica), Orihuela (sexta) y Benidorm (puesto veinticuatro). La tasa de crecimiento de la población torrevejense fue de 56,4%, la de Orihuela, de 38,9% y la de Benidorm, de 18,2%. Por contra, Alcoy aparece entre las grandes poblaciones (más de 50.000 habitantes) con menor tasa de variación al estancarse en un 0,5%.
El hecho de que la localidad alcoyana, así como la de Elda aparezcan, igualmente, entre las de menor crecimiento en lo que se refiere a la implantación de entidades de ahorro es un reflejo de la pérdida de competitividad de las actividades del textil y el calzado, respectivamente.
El índice industrial apenas varía en ocho unidades, al pasar de un saldo de 3.539 a 3.531 (sobre una base de 100.000). Pero este mantenimiento se produce gracias a la aportación del sector de la construcción, incluido en este epígrafe. De las 38.262 empresas censadas en 2004 se ha pasado a las 40.569 de 2005, de las que 16.085 se corresponden estrictamente con la actividad industrial y 24.484 con la inmobiliaria, cuyo auge en el periodo analizado la ha convertido en la protagonista de la dinamización económica.
Por otra parte, el peso e importancia de la economía valenciana en el conjunto de España sufrió un ligero retroceso de una décima durante el año 2005, según los datos del Anuario Económico de La Caixa. Entre las diferentes variables que analiza este exhaustivo informe destaca el llamado índice de actividad económica, capítulo en el que la Comunidad Valenciana tuvo una incidencia sobre el grueso de la actividad económica española del 10,8%, frente al registro del 10,9% obtenido en 2004, según el estudio de la citada entidad financiera.
Ésa caída de una décima contrasta poderosamente con el incremento, si bien moderado, que en esa mismo índice han experimentado las otras tres comunidades con mayor peso específico en el conjunto del entramado económico español: es decir, Cataluña, Madrid y Andalucía. Así, Cataluña pasó de representar, entre los años 2004 y 2005, del 19,2% al 20% de la economía española, Madrid creció en esa misma variable del 16,3% al 16,8%, mientras que Andalucía evolucionó del 13,8% al 13,9%.
wwwdiarioinformacion.es
El Anuario Económico de La Caixa referido a 2005 concede a la provincia un nivel de actividad económica de 3.839 (sobre un índice nacional de 100.000), 59 puntos más que en el ejercicio anterior. Este índice expresa la participación en la economía de países, comunidades, provincias o localidades a partir del impuesto de sociedades económicas.
La ligera recuperación del dinamismo alicantino contrasta, especialmente, con el descenso de la provincia de Valencia en más 235 unidades al pasar de un saldo de 5.207 en 2004 a 4.972 en 2005. De ahí, que el global de la Comunidad Valenciana se retraiga al pasar de un saldo de 10.870 registrado hace tres años al de 10.757 de hace dos.
Durante el ejercicio 2005, en la provincia se abrieron 674 bares y restaurantes más, pasando de los 14.344 establecimientos censados en 2004 a los 15.018. Paralelamente, la actividad comercial, - otro de los motores de la economía provincial - aumentó en 3.712 tiendas. Las mayoristas pasaron de las 7.771 a las 8.277 (506 más) y el pequeño comercio aumentó su censo en 3.206, desde los 38.739 hasta los 41.945. De ahí que el índice comercial - sobre una base nacional de 100.000 - suba y se sitúe en 4.019, frente al de 3.877 de 2004.
Paralelamente, el indicador turístico alcanza el nivel de 5.108, ligeramente superior al de 5.100 del año anterior.
La participación del colectivo de extranjeros que ha pasado de mano de obra asalariada a trabajador autónomo tiene una especial incidencia en la expansión de ambas actividades, así como el auge de la construcción y la reconversión en empresarios de empleados excedentes de la industria, especialmente la manufacturera, azotada por una grave crisis estructural en los últimos años.
La participación de los inmigrantes en la economía alicantina tiene su correspondencia con otra variable analizada en el informe como es la variación demográfica. En el ránking de las provincias con mayores tasas de población, Alicante ocupa el segundo puesto, con una variación del 19,7% entre 2001 y 2006, por detrás de Guadalajara, que aumenta un 24,5%. La participación de los extranjeros en este incremento es de 15,2 puntos porcentuales, frente a los 4,5 de la aportación de la población española. Y el aumento en términos absolutos en este periodo es de 293.290 habitantes más, que elevan el censo provincial hasta los 1.783.555.
A este crecimiento también ha contribuido la expansión de grandes poblaciones como Torrevieja (tercera en el ránking de mayores tasas de variación demográfica), Orihuela (sexta) y Benidorm (puesto veinticuatro). La tasa de crecimiento de la población torrevejense fue de 56,4%, la de Orihuela, de 38,9% y la de Benidorm, de 18,2%. Por contra, Alcoy aparece entre las grandes poblaciones (más de 50.000 habitantes) con menor tasa de variación al estancarse en un 0,5%.
El hecho de que la localidad alcoyana, así como la de Elda aparezcan, igualmente, entre las de menor crecimiento en lo que se refiere a la implantación de entidades de ahorro es un reflejo de la pérdida de competitividad de las actividades del textil y el calzado, respectivamente.
El índice industrial apenas varía en ocho unidades, al pasar de un saldo de 3.539 a 3.531 (sobre una base de 100.000). Pero este mantenimiento se produce gracias a la aportación del sector de la construcción, incluido en este epígrafe. De las 38.262 empresas censadas en 2004 se ha pasado a las 40.569 de 2005, de las que 16.085 se corresponden estrictamente con la actividad industrial y 24.484 con la inmobiliaria, cuyo auge en el periodo analizado la ha convertido en la protagonista de la dinamización económica.
Por otra parte, el peso e importancia de la economía valenciana en el conjunto de España sufrió un ligero retroceso de una décima durante el año 2005, según los datos del Anuario Económico de La Caixa. Entre las diferentes variables que analiza este exhaustivo informe destaca el llamado índice de actividad económica, capítulo en el que la Comunidad Valenciana tuvo una incidencia sobre el grueso de la actividad económica española del 10,8%, frente al registro del 10,9% obtenido en 2004, según el estudio de la citada entidad financiera.
Ésa caída de una décima contrasta poderosamente con el incremento, si bien moderado, que en esa mismo índice han experimentado las otras tres comunidades con mayor peso específico en el conjunto del entramado económico español: es decir, Cataluña, Madrid y Andalucía. Así, Cataluña pasó de representar, entre los años 2004 y 2005, del 19,2% al 20% de la economía española, Madrid creció en esa misma variable del 16,3% al 16,8%, mientras que Andalucía evolucionó del 13,8% al 13,9%.
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