MURCIA.- La llegada de miles de alicantinos a Murcia (unos 50.000 como máximo), básicamente de Elche, Vega Baja y Valle del Vinalopó, aprovechando que ayer era festivo por ser el Día de la Comunidad Valenciana, y para comprar en los nuevos centros comerciales y visitar Murcia, ocasionó retenciones de hasta 18 kilómetros en la autovía del Mediterráneo.
A pesar de la densidad del tráfico y el gran número de desplazamientos, el dispositivo de la jefatura provincial de Tráfico, en coordinación con la Policía Local de Murcia y los equipos de seguridad de los nuevos centros comerciales, evitó que se registraran atascos de hasta cien kilómetros, como ha ocurrido en otros días laborables que eran festivos en Alicante.
Según informó el jefe provincial de Tráfico, Francisco Jiménez, desde primera hora de la mañana casi la totalidad de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, 300 agentes de la Policía Local y la seguridad de los centros comerciales, trabajaron conjuntamente para asegurar la fluidez de la circulación.
Los agentes estaban situados estratégicamente para regular el tráfico y desde los paneles fijos de señalización variable se iban dando mensajes informando de las vías que iban quedando colapsadas e itinerarios alternativos.
Jiménez indicó que el primer tramo en colapsarse, a las 10.00 horas, fue la avenida Juan Carlos I. En ese momento se sugirió a los conductores que optasen por llegar a los centro comerciales saliendo de la autovía por el nudo de Cabezo de Torres.
Más tarde se sugirió a los que querían llegar a Murcia capital, que optasen por itinerarios alternativos vía Santomera y Monteagudo. Con este operativo se logró que las retenciones en la A-7 fuesen en la mañana de ayer de 18 kilómetros, 12 en Murcia y otros seis a la altura de Orihuela.
La vuelta a Alicante fue escalonada, con tres kilómetros de retenciones en la A-7 y diez en la A-30. El caso es que el Día de la Comunidad Valenciana acabó ayer en Murcia con menos retenciones de tráfico que las que colapsaron la ciudad el año pasado, aunque hubo que registrar varios embotellamientos de importancia a lo largo de toda la jornada festiva regional.
Los nuevos centros comerciales murcianos (Nueva Condomina y Thader) estaban preparados para la avalancha de alicantinos, aunque encontrar aparcamiento era complicado y había que hacer colas para acceder a algunos establecimientos o pasar por caja.
Por ejemplo, en Ikea se formaron grandes colas por la mañana, aunque la espera se hacía más agradable por el reparto de agua y galletas por parte de los empleados, además de contar con personajes de animación.
Y es que las grandes supercifies de la zona norte del municipio de Murcia duplicaron la afluencia de público, superior a la de un fin de semana. La capital se salvó de la avalancha de tráfico y trasiego de personas registrado el año pasado, pero la zona norte de la ciudad no dejó de registrar una afluencia masiva de vehículos procedentes de la Comunidad Valenciana.
El dispositivo especial de tráfico, puesto en marcha desde la Policía Local de Murcia y la Dirección General de Tráfico, permitió a los comercios de los centros comerciales duplicar sus ventas y aumentar la visita de público, “más que en cualquier otro martes. La jornada ha sido muy positiva para el centro”, aseguró la gerente de Thader, Nerea Fernández.
Para la ocasión un dispositivo de 200 agente de la Policía Local, 50 más que de costumbre, y un total de 209 agentes de la Guardia Civil de Tráfico, llevaron a cabo sendos controles en la A-7, desde Orihuela hasta Murcia, y en los accesos y rotondas a Nueva Condomina, Thader e Ikea, entre otros centros de la zona norte.
Como aseguraron fuentes de la Policía Local, “A partir de la una de la tarde ha existido un tráfico denso, sin producirse retenciones de importancia, con un flujo continuo de coches que han ido accediendo a los centros comerciales de forma lenta pero continuada.
Además, los ciudadanos contaban con paneles informativos que les daba a conocer en tiempo real el estado de aparcamiento. Los mismos se ubicaron en el enlace de Santomera, Juan de Borbón e Ikea”. Así, con la tranquilidad de haber podido aparcar, los vecinos de la provincia de Alicante asaltaron los centros comerciales de la ciudad.
El sentir general de los establecimientos fue más que positivo. “Hemos copado los aparcamientos, los dispositivos de seguridad y control han funcionado a la perfección y la afluencia de gente ha sido de más de 35.000 personas”, aseguraba Enrique Benavides, director de marketing de Nueva Condomina.- (Resumen de prensa murciana)
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