Según el estudio, realizado a través de Internet sobre una muestra de 602 personas en España, los españoles consideran que también contribuyeron al deterioro económico el ex presidente Bush (un 10%), la avaricia empresarial (6%), la burbuja inmobiliaria (6%) y la especulación inmobiliaria de los últimos años (5%).
Asimismo, los encuestados mostraron su pesimismo sobre cuándo se retomará la senda del crecimiento en España. Un 51% considera que, a pesar de las medidas impulsadas por el Gobierno, la economía se mantendrá en recesión en los próximos 6 meses, y un 53% teme que algún miembro de su familia pierda el empleo a corto plazo. Así, seis de cada diez españoles auguran que pasarán apuros económicos.
El miedo al desempleo y las dificultades para afrontar los pagos mensuales merman los hábitos de consumo en las familias españolas. Para afrontar la crisis, los españoles se plantean reducir sus gastos, y empiezan por no comer fuera de casa (60%). Además, el 63% afirma gastar menos en regalos y ropa.
La bajada de tipos a niveles históricos, las inyecciones de liquidez a las entidades financieras y la cooperación internacional por salir de la coyuntura económica no es percibida por los españoles de forma positiva. El 69% de los encuestados considera que la Unión Europea y el Banco Central Europeo no están realizando el esfuerzo suficiente para solventar la recesión, mientras que un 71% piensa lo mismo del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Así, el director técnico del estudio de Iris, Juanjo Torres, apunta que la cumbre del G-20 que se celebrará la próxima semana en Londres supone una "oportunidad" para que las instituciones palien la falta de comunicación con el ciudadano y "tomen medidas concretas" que potencien la recuperación.
Del estudio también se desprenden datos a nivel internacional. Los ciudadanos de 19 países de todo el mundo (un total de 16.995 de Norteamérica, América Latina, Europa, Asia y Australia) afirman que la actual situación económica es la peor que han vivido en su vida (un 60%).
El pesimismo reina en todo el mundo, y un 36% cree que la recesión se alargará al menos dos años más. Eso sí, en China prima el optimismo, y el 50% piensa que podrán esquivar la crisis, debido a la buena actuación desarrollada por su Gobierno.
Por último, el 41% de los encuestados en los diferentes países confiesa su preferencia por la intervención estatal en los mercados financieros, ya que observan que el modelo económico liberal es ineficaz, mientras que el 25% sigue defendiendo el libre mercado a pesar de la actual crisis.
Por su parte, EEUU representa el bastión de los que abogan por que el Estado se mantenga al margen.
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