LONDRES.- El rotativo económico 'Financial Times' (FT)
publica en su suplemento del fin de semana un reportaje dedicado al
presidente del Banco Santander, Emilio Botín, en el que sitúa al
empresario en su "tormenta perfecta", ya que el mercado interno se
encuentra "por los suelos" y que el propio Botín supera en trece años la
edad normal de jubilación sin haber planteado un plan claro de sucesión.
"El problema se avecina, se mire como se mire, para Botín y para
el mayor banco de España", señala FT, que repasa de forma exhaustiva la
vida del banquero, al que se refiere como un "diminuto septuagenario"
que los vecinos de Somosaguas (Madrid) pueden ver pasear alrededor de su
casa a las 06.00 horas casi todas las mañanas.
El diario repasa la historia de la familia Botín, del Banco
Santander y el éxito del actual presidente, el hombre que convirtió a
una pequeña entidad en uno de los mayores bancos del mundo. Sin embargo,
asegura que ahora los inversores están perdiendo la fe en la historia
del banco y afirma que muchos accionistas han desertado.
Según FT, los inversores ven tres grandes riesgos y creen que
cualquier de los tres podría arruinar la historia de éxito de Botín: la
amenaza reguladora, un mayor deterioro de la economía española y la
sucesión de Botín como presidente de la entidad.
Sobre la amenaza reguladora, el rotativo considera que las
exigencias de la ayuda europea para la banca podrían resultar costosas
para el Santander, a pesar de que la entidad sostiene que su nivel de
capital es fuerte. De hecho, asegura que, según los analistas de
Barclays, Santander podría tener que llenar un "agujero negro" de 18.000
millones porque el regulador europeo será más exigente que el Banco de
España.
Ante la posibilidad de que la economía española empeore, FT alerta
de que el banco caerá si el país entra en suspensión de pagos, ya que
la entidad incrementó su exposición a la deuda española en 2012 atraído
por los altos rendimientos que se vio obligado a ofrecer el Tesoro
español. "Si España fracasa, Santander fracasa", advierte.
A pesar de todo, el rotativo asegura que la amenaza "más
inevitable" para el banco es la sucesión de Botín y se pregunta cómo se
adaptará el Santander cuando el presidente ya no pueda hacerse cargo de
la entidad. Según FT, esta es una cuestión "urgente" aunque el propio
Botín se ha negado a abordarla hasta ahora.
A su parecer, antes o después habrá que plantear un plan de
sucesión y la única opción para mantener el control dinástico es que le
suceda su hija Ana Patricia Botín, que tendría que completar su
aprendizaje al frente de la filial británica, aunque su capacidad para
hacerse cargo del Santander genera dudas.
Según FT, el dilema de Botín se reduce a que no quiere jubilarse,
pero sabe que no poner a su hija al frente del banco pronto podría
socavar el control familiar del banco. "Si Emilio muere en el trabajo,
Ana no podrá tener el nivel de apoyo interno para ser su sucesora",
señala un socio al que se refiere FT.
Así, tras décadas de un éxito "espectacular", Botín y su empresa
muestran signos de desmoronamiento, por lo que deberá esforzarse para
hacer frente a estos tres grandes retos, ya que es poderoso, pero no
"omnipotente".
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