viernes, 29 de enero de 2016

Palabras mayores / Ramón Cotarelo *

¡Qué vergonzoso senado el de esos antiguos socialistas apoltronados en sus privilegios, sus miedos y sus miserias! Menos mal que Susana Díaz ha tenido la rapidez de reflejos de distanciarse de este tanatorio ideológico, de este puñado de pretenciosos cobardes. No hace falta seguir con los calificativos. Basta con los nombres y apellidos: González, Guerra, Leguina, Rubalcaba, Corcuera, Barrionuevo, Solana, Bono, Almunia, Chacón, etc.

Hace decenios que no pisan la calle, ni tratan con la gente del común; que deambulan por los consejos de administración, los cargos sin cargas bien pagados, con sus suculentas pensiones. Hace decenios que no saben cómo las está pasando la inmensa mayoría de la gente, sin trabajo o con trabajo precario, sin futuro, sin vivienda, teniendo que marchar al extranjero o exprimir sus magras pensiones para sacar adelante a hijos y nietos.

Por eso presionan desde sus mullidos sillones para que el PSOE permita un gobierno del PP de una forma u otra. La derecha, claro, aplaude a rabiar su "sentido de Estado" y ellos, ansiosos por conservar sus ganancias y beneficios, se prestan a engañar a la buena gente, valiéndose de los restos de un prestigio que algunos -no todos, ni por asomo- tuvieron hace mucho tiempo y han perdido ya, sacrificado en el altar de Mamón.

Engañar a la gente para que permita la continuidad de este gobierno de sinvergüenzas y corruptos, apoyado en un partido de ladrones y mandado por un embustero y presunto mangante sin escrúpulos. Su ejecutoria es que, en cuatro años, España es el país más corrupto de Europa, el penúltimo en igualdad en la OECD (en el que el 1% de la población acumula más riqueza que el 99%), con los salarios más bajos y los impuestos más altos, cuya tasa de paro (¡y sin prestaciones!) dobla la media europea, cuya fuerza de trabajo tiene que emigrar, con una deuda pública que es el 100% del PIB, cuyos funcionarios tienen los sueldos congelados desde hace seis años y a los pensionistas les han subido un 0'25 (¡lineal!) la pensión, amén de haberles robado el 60% de la caja de reserva. Un país, roto, desmoralizado, con las cunetas aún llenas de asesinados de la pasada dictadura cuyos herederos, hoy en el gobierno, impiden que se los desentierren pero entregan miles de millones a la banca y la Iglesia. Un país con decenas de miles de niños en la pobreza, que no tienen para comer y en el que hay gente que pasa hambre y ha de buscar la comida en la basura, debido a que los gobernantes llevan años expoliando el erario.

Parece mentira que haya que recordar esto a gentes que dicen militar en un partido socialista. Si el PSOE escucha a estos tipos, cavará su tumba. Y merecida. Porque una cosa es patente hoy día en España para quien tenga un mínimo de dignidad y vergüenza: bajo ningún concepto puede el país estar ni un minuto más en manos de esta mezcla de ladrones, franquistas, chulos y meapilas. 

Si aquí quedara un ápice de vergüenza habría una alianza de todos los partidos, incluido C's, para echar a la banda de malhechores del PP de todas las instituciones, premisa indispensable para que pueda regenerarse el país. Pero no es el caso porque los corruptos han cooptado con tarjetas black o block, enchufes y canonjías, a muchos que se dicen demócratas y progresistas pero están interesados en el mantenimiento de esta situación. Piden estos pájaros un gobierno del PP y C's con la abstención del PSOE. A la gente, que le den. Ellos a lo suyo que, curiosamente, es lo de todos, pero nos lo han quitado.

Palinuro lo dijo ayer y lo repite hoy. Si tan interesados están en que haya un gobierno estable en España, ¿por qué no uno del PSOE con Podemos y la abstención de C's para lo cual bastará con que  el Ibex 35 se lo ordene? Porque eso no interesa a estos cómplices de la derecha.

Pero es lo único que todavía puede garantizar la supervivencia del PSOE. Eso o nuevas elecciones.

Y aquí entramos en otro asunto de las relaciones entre la izquierda en el que también conviene hablar sin tapujos. Nadie sabe de cierto lo que busca Podemos, si un verdadero gobierno de izquierda para el cambio o el sorpasso anguitiano del PSOE. Ambas cosas son legítimas, quede claro, y si al PSOE le pica que quieran desplazarlo por la izquierda y pasokizarlo, que espabile, que hubiera espabilado antes, que no se hubiera dejado mangonear por esa gente con sentido de Estado.

Repito, ambos proyectos -formar gobierno de coalición o machacar al PSOE- son legítimos. Pero no compatibles. Hace falta ser literalmente un imbécil pagado de sí mismo para pretender que otro vaya contigo mientras lo acosas, lo atosigas, lo insultas y lo ridiculizas. Y hace aun más falta ser un petulante engreído para pensar que la gente no se percata de que tienes un grupo cogido con alfileres que se te va a fragmentar si sigues con exigencias absurdas.

Tambièn parece mentira que sea necesario recordar cómo el enemigo de Podemos no es el PSOE, sino el PP, igual que el del PSOE tampoco es Podemos, a pesar de todo y diga lo que diga, sino igualmente el PP. El enemigo de la izquierda (que no tiene fuerza suficiente si no se une) es la derecha, la cual nunca se ofusca ni se equivoca. Cuando Aznar dice que Podemos son diablos bolcheviques, como cuando el tabernario Hernando los llama "golpistas", solo atienden al que consideran el enemigo principal. Si Podemos desapareciera volverían a decir que el PSOE es una banda de radicales. 

Del mismo modo, cuando González llama "leninistas" o algo así a los de Podemos, está haciendo más el juego al PP, si cabe. Aunque lo sean. 

En resumen, en esta situación de emergencia, el PSOE y Podemos tienen el deber moral de aparcar sus diferencias por una larga temporada  y gobernar en interés de la gente del común, sin zancadillas, sin juego sucio, sin líneas rojas, verdes o negras, sin reservas y con la plena responsabilidad que estas circunstancias dramáticas del país exigen.

Y, si eso no es posible, el PSOE debe jugar su gran baza: no al PP en todo caso y nuevas elecciones porque, en contra de lo que los pusilánimes, titubeantes y entreguistas presumen, saldrá fortalecido.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

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