ALICANTE.- La Diputación de Alicante dedicará durante 2016 un total de 100.000
euros a crear y mantener huertos urbanos públicos, un fenómeno ya
presente en casi la mitad de los municipios de la provincia.
Desde 2013 la
Diputación ha invertido 300.000 euros a este tipo de huertos, a los que
se suman ahora 100.000 más.
Ubicados en pleno corazón de las
ciudades, estos espacios están destinados al cultivo individual o
familiar y constituyen una nueva dotación pública para los ayuntamientos
contribuyendo no sólo a la plantación ecológica de frutas y hortalizas
sino también al fomento de las relaciones sociales y educativas.
Estos
huertos también suponen un banco de pruebas "idóneo" para aquellos
emprendedores que quieran hacer de la agricultura su modo de vida, por
lo que se configura como un elemento potencial de desarrollo económico y
de generación de empleo.
"Los beneficios de los huertos urbanos
son múltiples tanto desde el punto de vista alimenticio como
medioambiental, social y económico", en palabras del presidente del
gobierno provincial, César Sánchez, del PP, puesto que la agricultura
ecológica que desarrollan es sumamente respetuosa tanto con la
producción de alimentos como con el medio ambiente, la biodiversidad y
la conservación de los recursos naturales.
Las ayudas de la
institución están orientadas a dar apoyo económico a los ayuntamientos
para que puedan asumir tanto el gasto corriente generado por estas áreas
agrícolas como las inversiones necesarias para su desarrollo y
mantenimiento.
La Diputación apoya económicamente la organización
de actividades formativas para los usuarios, así como la compra de
herramientas y la colocación de elementos de señalización para las
dotaciones.
De esta manera, las ayudas de la institución
provincial se traducen en vallados perimetrales y separaciones de
parcelas, en la instalación de acometidas de luz, agua y sistemas de
riego localizado, así como en la construcción e instalación de casetas
de aperos, entre otros fines.
Sánchez ha insistido en que estas
áreas verdes mejoran y vivifican el paisaje de los municipios, y se
convierten en "bellos elementos estéticos que contribuyen también a
reducir la huella del carbono".
Del mismo modo, los huertos
urbanos favorecen la sostenibilidad en las ciudades y suponen un gran
recurso pedagógico para la educación y sensibilización ambiental y
nutricional de los ciudadanos, además de ser lugares de encuentro y
convivencia.
"Los huertos urbanos constituyen una alternativa de
ocio que mejora la salud y la calidad de vida de las personas, aportando
grandes beneficios físicos y mentales, así como la integración social
de personas mayores, y colectivos en riesgo de exclusión", ha incidido
Sánchez.
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