Esta obra se inserta dentro de lo que la escritora y doctora en Comunicación denomina «periodismo de trinchera». Esto es, un modo de investigar y analizar sin temor a represalias, lo que, según su versión, le ha granjeado innumerables problemas.
La entrevista La Razón.
Pedro Sánchez, ¿qué papel jugaría en esa guerra que ya está aquí?
Pedro Sánchez acudió a una reunión del exclusivo Club Bilderberg, en 2015, cuando no era nadie, y debió causar buena sensación porque desde entonces se codea con lo más alto del poder financiero y actúa de vocero para esta nueva ideología de los grandes fondos de inversión, que es el globalismo.
¿El globalismo?
Consiste en concentrar el poder en unos pocos ( grandes propietarios de fondos de inversión y supuestos filántropos como Elon Musk) y transferirlo en instrucciones globalistas como la ONU o fundaciones como Bill y Melinda Gates. La OMS, por ejemplo, es una entidad privada financiada por grandes empresas farmacéuticas que ha estado dictando« sugerencias» que los presidentes títeres cumplen a rajatabla. Nos imponen protocolos, confinamientos, mascarilla ahora sí, ahora no...
¡Si hasta permitieron que los perros pasearan y los niños no! Juegan a ver hasta dónde llegamos. Creen que tenemos que sacrificar nuestra libertad y aceptar una vigilancia instrusiva en pro de una supuesta seguridad que, sin embargo, nunca ha llegado. Esta ha sido una pandemia oficial, autoritaria, impuesta.
¿Qué hay tras la Agenda 2030?
Los grandes inversores (Bilderberg o el Foro de Davos) utilizan a la ONU de pantalla porque nos quieren vender la Agenda 2030 como un plan para mejorar el mundo, pero es una herramienta diseñada con la intención de que todos los recursos de la tierra (océanos, bosques y personas) acaben siendo gestionados por ellos.
Desde su perspectiva, el resto de humanos somos los verdaderos virus y consideran que no sabemos usar los recursos naturales. Por eso, han aprobado que ellos se van a convertir en los gestores. Esto es tremendo, porque pueden llegar a prohibirnos el acceso a estos recursos. Es decir, que ellos son los propietarios de la naturaleza y nosotros tenemos que estar al servicio de la naturaleza.
En tu libro atajas el cambio climático. ¿Crees en él?
Hace 10 años publiqué «Los amos del mundo están al acecho» que, por cierto, me lo censuraron dos meses después. En esta obra advertía de las tres armas de guerra que utilizarían estos grupos financieros: la táctica de las pandemias (que se ha cumplido), la de los líderes artificiales y la táctica del cambio climático provocado por el hombre.
Ahí está el debate, en lo de «provocado por el hombre». Cambio climático hay porque jamás ha dejado de haberlo, pero ellos utilizan una verdad para instrumentalizarla hacia sus objetivos. El nuevo Mesías, Bill Gates, dijo que los gobiernos tenían que pasarse a lo renovable pero, por supuesto, cuando él ya tenía todas la patentes tecnológicas.
¿En qué basas tu investigación?
Llevo 20 años investigando megafondos de inversión como JP Morgan, a sus propietarios, movimientos de capitales, dónde invierten y por qué. Así comprobé, por ejemplo, que en el primer trimestre de 2019 hicieron una inversión millonaria en farmacéuticas, mucho antes de que el resto supiéramos lo que era el Covid. Ahora, se han hecho millonarios con las vacunas. Y todo con apoyo de la mayoría de los medios. Las élites internacionales se han dado cuenta de que la propaganda es mejor que la guerra.
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