Como suele ser el caso, el informe sobre el veredicto está detrás de un “muro de pago” para que la menor cantidad posible de personas se entere o tenga que pagar más por ello. En Report24, se respeta a los lectores y se brinda información completa, verdadera, objetiva y comprensible, a diario.
El asunto se escuchó tres veces: ante el tribunal regional, ante el tribunal regional superior y ahora ante el Tribunal Supremo. La sentencia es firme y se lee tres veces lo mismo: ¡Absolución!
¿Qué sucedió? Una mujer ebria de Carintia tosió “deliberadamente” en dirección a dos policías durante un acto oficial. Después de trabajar en un área de cuarentena de coronavirus, fue interpretada como un ataque peligroso. Específicamente: personas en riesgo de enfermedades transmisibles.
Se prosiguió la acusación, aunque las pruebas demostraron sin lugar a dudas que la mujer no estaba infectada con el SARS-CoV-2 y tampoco estaba enferma. Por lo tanto, el funcionario del fiscal presentó deliberadamente cargos contra una persona completamente sana. La señora fue acusada descaradamente de ser una criminal que amenazó su vida.
En
un primer momento, el tribunal regional puso freno a esta reclamación.
El inteligente abogado Arthur Berger argumentó que una persona sana
lógicamente no podía poner en peligro a nadie, y el tribunal hizo lo
mismo. La fiscalía recurrió y tuvo que aceptar un veredicto similar del
Tribunal Regional Superior de Graz. Finalmente, a instancias de la
fiscalía, el caso llegó al Tribunal Supremo (OGH). Este último lo
confirmó:
Esta información fue facilitada al Kleine Zeitung por
la portavoz del Tribunal Supremo, la Dra. Alexandra Michel-Kwapinski. La
sentencia tiene carácter de precedente para todos los casos similares y
se aplica no sólo a Corona, sino a todas las enfermedades infecciosas
de declaración obligatoria. En concreto: no se puede sospechar de la
propagación de una enfermedad infecciosa a quien sólo se sospecha que la
padece, pero que se ha demostrado que no la tiene.
En sentido estricto, esta sentencia debería tener consecuencias de gran alcance para toda la política de la corona y la pandemia. La pelota está ahora en el tejado de los abogados para derivar de esta sentencia de una manera legalmente válida cómo deben tratarse en el futuro las regulaciones de cuarentena o las acusaciones de incumplimiento de la cuarentena contra personas demostrablemente sanas y no infecciosas.
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