viernes, 19 de febrero de 2016

China y los emergentes ¿pueden ser el origen de una nueva crisis? / Ángel Tomás *

La economía china, durante más de una década, y queriendo salir de una pobreza especialmente rural localizada en el interior, se decidió por el emprendimiento empresarial privado, que aprovechando el alto y creciente consumo de la economía globalizada, se industrializó y expandió al exterior con especialización en la manufactura ligera de aceptación generalizada. Liberalizó, en buena parte, los mercados financieros imprescindibles para su desarrollo, iniciándose lo que podemos llamar "nuevo capitalismo" nacido de un sistema totalitario.

Éste es el origen del alto nivel económico que se situó preferentemente en la costa del Pacífico y otras áreas cercanas. Shanghai, Shenzhen, Tianjin e incluso la capital Pekín son los impulsores de la creciente exportación, a cuyo sector más de 200 millones de agricultores de las zonas más deprimidas se desplazaron.

Hemos de señalar la escasa formación y experiencia de los nuevos emprendedores, de los que algunos fracasaron, y los más, ayudados por el gran consumo exterior y los apoyos financieros públicos, fueron los motores del "milagro chino" hasta elevarlo a la segunda economía mundial.

Los pilares básicos del impulso fueron: - bajos costos de la mano de obra, - abrazar una economía de mercado, -abrirse al exterior, - desarrollar una industria manufacturera de alto consumo, y como en los crecimientos peligrosos, - el sector inmobiliario incontrolado, que por exceso de oferta ha entrado en  recesión. Este último, uno de los detonantes básicos de las crisis padecidas desde la del veintinueve del siglo pasado hasta la actual de la que aún no hemos terminado de salir. Sin embargo, una manufactura cada vez más alejada de la renovadora investigación técnica, ha relajado su crecimiento distanciándose de otras economías más avanzadas y renovadoras. 

Pero es obligado reconocer que la economía china ha sido el motor del crecimiento de otras del mundo globalizado, especialmente de las productoras de materias primas y de maquinaria para el equipamiento industrial. En la actualidad, China necesita con urgencia profundas reformas en cuanto a creatividad y diferenciación, previo estudio de los mercados exteriores y sus cambiantes tendencias del consumo.

La demostración del estancamiento de su economía, con claros índices de recesión, la encontramos en: - las fuertes caídas de sus mercados bursátiles (en los de Shanghai y Shenzhen fueron del 15% y 20% respectivamente en lo que va de año, barómetro de la economía subyacente, obligando a sus rectores al cierre repetitivo de los mismos ), - la de sus exportaciones con repercusión en su balanza exterior, - la necesidad de saneamiento y ajustes de los balances financieros empresariales, y a la caída en la importación de materias primas, de graves efectos colaterales para las economías emergentes proveedoras de China con deterioro de los precios debido a la sobreoferta. 

El incremento de las tensiones geopolíticas, bastante generalizadas, junto a lo expuesto anteriormente, han marcado un punto de inflexión en su crecimiento expansivo acompañado de problemas sociales producto de un desarrollo desigual, ocasionando además, la salida de capitales ya controlada por el propio estado.
 
Veamos otros síntomas que nos obligan a meditar.

El ministro de economía británico George Osborne, ha advertido de las nuevas amenazas que afectan al Reino Unido para el 2016: las dificultades de la economía China, la ralentización de los mercados emergentes y la caída de los precios del petróleo.

La Unión Europea no ha alcanzado la Unión política, financiera, presupuestaria y de consolidación fiscal, manteniéndonos en desunión y desregularización, con el agravante de situar a Europa en un relativo aislamiento de otros Foros y Uniones Internacionales de Cooperación Económica.

El endeudamiento interno y la dura crisis de Puerto Rico han ocasionado un enfrentamiento con EEUU como Estado Libre Asociado, y ha pedido al Congreso, ante su endeudamiento insostenible, su inclusión en la Ley de Quiebras Federal, y una reestructuración y autonomía, partiendo de su inclusión en la sección 936 del Código de Rentas Internas, a lo que hasta ahora  se ha opuesto su estado protector.

Venezuela, fuera de un contexto democrático, tiene serios problemas de política interior, una crisis económica de larga duración y sin horizontes de  recuperación, un mercado de consumo interior y exterior depresivo y agravado por los precios del petróleo (su principal fuente de ingresos) inferiores a los costes de extracción propios, que suponen una innegable influencia negativa en la economía mundial.

Rusia sufrió una caída del PIB nominal del 3,7% en 2015, según certificó el Comité Nacional de Estadísticas (Rosstat), con contracción del PIB en términos reales. El informe añade que la reducción más drástica en el valor añadido bruto se registró en el comercio mayorista y minorista (más del 10%), seguido del sector de la construcción (7,5%) y de la industria manufacturera en 5,5 puntos porcentuales, si bien se espera una corrección de los pronósticos de la economía rusa.

Brasil ha sufrido una caída  del 8,3% en 2015 de su producción industrial, la peor registrada desde 2003, según información del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La depresión es consecuencia del mal desempeño del sector automovilístico, el frenazo del consumo por parte de las familias, y la reducción drástica de la exportación de primeras materias, ocasionada principalmente por la crisis china. De acuerdo con la Confederación Nacional de Industria (CNI), la facturación industrial retrocedió un 8,8% en el pasado año, el empleo un 6,1% y las horas trabajadas un 10,3%

Otros índices internacionales podrían incluirse, casi todos con tendencias similares a las de los países mencionados, que junto al abandono del crecimiento, actualmente estabilizado de EEUU, nos llevan a las siguientes reflexiones:

La tarea que los gobiernos deberían considerar son los mercados como fuerza de desarrollo de la economía real, vigilando su funcionamiento de forma ordenada y separada de las ideologías propias y de técnicas anticuadas y entorpecedoras.

Es curioso que los políticos hablen de manera incansable de "cambio" en sus programas, sin que se justifique y apoyen en su planificación, desarrollo y control permanente. Sin ello, resultan involutivos y retrógrados, desconociendo hacia donde nos conduce el cambio y una  absoluta ausencia de metas.


(*) Economista y empresario

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