Eres un soplagaitas, un charamita, Antonio Garamendi de los cojones y las subvenciones, igualito que los sindicatos, falsa sociedad civil, lacayo de lujo, que escondes en tu interior el semblante tosco y negro de un puto nazi. Los nazis no visten ya con correajes y botas de cuero, pero tienen las mismas actitudes y aún peores. Como tú, estás a favor de quitar la libertad a todos los trabajadores, aunque no quieran.
«Estamos de acuerdo con ese planteamiento (obligar a los trabajadores a vacunarse). Es un tema que hay que hablar e incluirlo por ejemplo en los convenios y en el diálogo social». Y para redondear tu nazismo: «Una persona que no se vacuna porque no le da la gana no puede poner en riesgo a sus compañeros y a la empresa».
Todo lo contrario, gañán. Luego te lo explico, más adelante, a ver si te enteras, aunque tú de entendederas debes andar fatal.
La ‘patronal’ y las grandes empresas colaboraron a tope con el nazismo. La Krupp. Siemens, I. G. Farben, Rheinmetall, Messerchmidt, Heinkel y tras grandes firmas no tuvieron empacho en hacer negocio con el genocidio. Fusilar eran engorroso y caro. Se probó con el monóxido de carbono. Cuando se probó con el zyklon-B, en agosto de 1941, en una masacre con 500 prisioneros rusos resultó exitosa, Rudolf Hess dijo: “el descubrimiento del zyklon-B me tranquilizó”. Se envió, desde la empresa de pesticidas Degesch, del grupo I. G. Farben, un enorme pedido a las SS con orden de emitir el ingrediente “indicador” que advertía del peligro a los seres humanos. Los beneficios se duplicaron. El holocausto fue un gran negocio.
En Auschwitz -“la institución más grande de aniquilamiento humano de todos los tiempos”, dijo Rudolph Hess- la “unidad procesadora” y cinco hornos fueron suministrados por Top & Co. Las cámaras de gas, descritas como depósitos de cadáveres, fueron diseñadas por la firma Armamentos Alemanes Incorporados, de acuerdo con una especificación que requería “puerta a prueba de gas con burletes de goma y un puesto de observación de vidrio doble de ocho milímetros, tipo 100/192”.
Perteneces a una nefasta tradición. Y ahora que Pfizer ha entrado en la CEOE está se ha convertido en un antro de Bill Gates y tú en su ladilla. La vacunación obligatoria es de nazis, es anticonstitucional y es un delito y como sigas adelante te va a caer querella al canto. Pero antes te voy a enseñar las verdades científicas del barquero, pardillo:
1.- Un estudio de la Universidad de Tel Aviv estableció que los timo vacunados son 8 veces más vulnerables a las nuevas variantes.
2.- Un estudio de la Universidad de Oxford mostró que los timo vacunados llevan 251 veces la carga viral de COVID-19 en sus fosas nasales en comparación con los no vacunados.
3.- Un estudio en el Hospital Ho Chi Minh comprobó que los trabajadores sanitarios transmiten la variante Delta. Este personal sanitario fue de los primeros en recibir la timo vacuna AstraZeneca.
Lo cual es coincidente con lo adelantado por el Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier que “las variantes siguen a la vacunación”.
a) es la timo vacuna la que infecta al inyectar la proteína Spike; b) las variantes se producen por mutaciones en el cuerpo de los infectados por la timo vacuna; c) los timo vacunados son los que contagian.
Así que no va a tener lugar el Heil Gariamendi. ¿Tú quién eres, mentecato, para hablar de que eso se tiene que ver en el “diálogo social”? ¿O es que te crees que los trabajadores son tus esclavos? Eres un puto nazi.
(*) Periodista
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