lunes, 30 de julio de 2007

La caída de las ventas abocará al cierre a más de la mitad de las inmobiliarias de la provincia de Alicante

ALICANTE.- Más de la mitad de los agentes inmobiliarios que trabajan en la provincia de Alicante pasarán apuros en los próximos años. Las estimaciones del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante apuntan un severo reajuste en el sector, que dejará fuera de la actividad a un elevado número de negocios «nacidos a la sombra del boom inmobiliario» y que se caracterizan por su bajo perfil de profesionalización.

La provincia se sitúa como una de las zonas donde más se ha incrementado el número de agentes intermediarios, con cerca de 12.000 negocios, aproximadamente la mitad de los que operan en la Comunidad Valenciana. La desregularización del sector, que se formalizó el pasado año 2000, figura como la principal causa «que ha propiciado la aparición desmesurada de este tipo de mercantiles, que operan sin ningún tipo de control y sin las debidas garantías», explicó la presidenta de del Colegio de Apis de Alicante, Marifé Esteso.

La titular del colectivo subraya que una parte importante de estas agencias de intermediación «no se encuentran registradas en la actividad profesional y por sus características» serán las primeras en padecer los síntomas de la desaceleración hacia la que camina la actividad. La ralentización de las ventas no ha frenado por contra la incorporación de nuevos profesionales a la actividad, ya que según subrayan desde el colectivo, el número de adhesiones al Colegio continúa en alza desde los últimos tres ejercicios.

El impacto de una drástica caída durante los próximos años tendrá condiciones menos severas entre este núcleo de profesionales, aunque según precisa la presidenta del Colegio de Apis, de materializarse, «podría llevar a cerca de un 10% de los despachos a pasar dificultades». En el conjunto de España, en el que operan cerca de 170.000 empresas dedicadas a la actividad inmobiliaria, la realidad no presenta mejores perspectivas, con estimaciones de cierre que podrían afectar a medio plazo al 75% de los negocios y a un 35% más que afrontaría dificultades económicas en esta misma franja de tiempo.

El progresivo encarecimiento tanto de la vivienda nueva como de segunda mano encabeza la lista de motivos que están demorando la salida de inmuebles en el mercado. Los datos manejados por el Colegio de Apis sitúan el precio medio por metro cuadrado en la provincia en 1.737,4 euros, - con un crecimiento del 2,5% en el segundo trimestre del año - superando los baremos de Valencia con 1.564 euros. Los profesionales advierten asimismo

En el caso de la vivienda usada, los tiempos de venta también se han dilatado con esperas que se sitúan en un periodo de un año. Las consultoras afirman que el importe de los inmuebles se sitúa por encima de su precio real de mercando provocando un «desajuste importante» especialmente en zonas como Carolinas, la Florida o Benalúa, que provocará que los vendedores se «vean obligados a tener que dar salida a sus viviendas por debajo de su precio real, a causa de la desaceleración que durante el próximo año se dejará notar en el sector».
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