MADRID.- El Banco Popular considera que el sector del suelo en España sufrirá una «leve y ordenada» desaceleración y tendrá una incidencia moderada en la economía española, así como en la calidad crediticia de los bancos.
Esta previsión de cambio de ciclo ha llevado a la entidad a «forzar voluntariamente» una bajada de cuota de mercado en sus operaciones con el negocio inmobiliario. En concreto, la financiación al mismo descendió desde el 5,6% de 2005 al 4,25 % actual.
Los datos publicados este jueves por el Banco Popular demuestran que optó durante los últimos tres meses por «la prudencia» a la hora de dar préstamos hipotecarios y se decantó, sin embargo, por aumentar el porcentaje de otros créditos a la clientela.
Así, los primeros crecieron un 13,6%, mientras que los no hipotecarios lo hicieron un 16,7% en el mismo periodo, según explicó su presidente, Ángel Ron. La menor exposición al sector inmobiliario y la reducción de hipotecas dio buenos resultados a esta entidad bancaria, que cosechó un crecimiento del 18,4% en su beneficio atribuido y un descenso en la ratio de morosidad de dos puntos respecto al pasado ejercicio, situándose ahora en el 0,72%.
El banquero aclaró que el grupo ha reducido más que sus competidores la financiación a promotores, aunque defiende el crédito hipotecario. Ron explicó que más del 55% del crecimiento de la entidad en el último año, y más del 60% en el primer semestre, procede de operaciones no hipotecarias. Y dijo más. 'Popular ha forzado la pérdida de cuota de mercado en el sector inmobiliario mediante una enérgica desaceleración de sus créditos a promotores'.
Confía, no obstante, en el crédito hipotecario, pese a haber endurecido desde hace dos años los criterios para conceder esta financiación. Considera que hay razones que justifican seguir apostando por las hipotecas, el producto que más vincula al cliente. Sus préstamos para vivienda crecieron el 13,6%. Pero Ron anunció que el banco 'va a hacer un esfuerzo comercial en los próximos meses para captar hipotecas. Sólo renunciamos al segmento inmobiliario'.
Repitió Ángel Ron que 'no son pesimistas respecto a la situación de la vivienda en España'. El presidente de Popular aprovechó la presentación de resultados semestrales para quitar hierro a los informes que pronostican el pinchazo de la burbuja inmobiliaria española.
Ron explicó que hay cinco razones de peso que sostendrán la demanda de vivienda: la compra de casas por parte de la generación del baby boom (cuyo pico se produjo en 1975); el incremento de la población inmigrante; la caída de la tasa de desempleo unida al aumento de la población activa; el fuerte crecimiento de los divorcios y, por último, el incremento de la proporción de familias que tienen una hipoteca.
'Estos factores ayudarán a absorber las 500.000 vivienda que se construyen cada año', explicó Ron. Aún así, el presidente de Popular reconoció que la desaceleración del mercado hipotecario afectará a bancos y cajas, que deberán ser 'más selectivos' con las nuevas operaciones.
Una de las vías para diversificar las fuentes de ingresos del banco, y así reducir el impacto del freno hipotecario, es la apuesta internacional.
El volumen de negocio mostró también una evolución positiva, con un crecimiento del 16,2% en el volumen total de activos gestionados. Lo mismo pasó con el margen de intermediación, diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos, que creció un 12,3% y alcanzó los 1.137 millones. Tras la apertura al mercado norteamericano con la compra del TotalBank en Florida, Ron dijo: «estamos muy satisfechos».
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