RONDA.- El juez instructor del caso Malaya, Miguel Ángel Torres, confiesa que desde que se inició la investigación de la trama de corrupción urbanística y municipal en Marbella, ya nada es como antes: "Te cambia absolutamente tu vida, tus actividades rutinarias e incluso tus relaciones personales".
El magistrado, que ha impartido una conferencia titulada 'La corrupción urbanística como forma de crimen organizado' en uno de los cursos de verano de Ronda (Málaga), abandonará próximamente la instrucción del caso Malaya para regresar a su plaza en un juzgado de Granada, pero ni ha querido precisar cuándo será sustituido por el nuevo juez Óscar Pérez ni en qué momento se encuentra la investigación.
Según Torres, "parece que los casos de corrupción urbanística se han puesto de moda en España, y existe la falsa creencia de que los hay en todos los ayuntamientos, pero con ese pensamiento sólo se consigue quitar importancia al delito". A su juicio, el desarrollo de un grupo organizado en una determinada zona no es casual ya que los criminales "se instalan en aquellos ambientes más favorables".
Torres ha advertido de que cada vez hay tramas de corrupción más complejas y difíciles de investigar porque se revisten de apariencia de licitud y ha opinado que la mejor forma de hacerles frente es con una reforma del marco legislativo.
En este sentido, ha propuesto que se regulen claramente los tipos de delitos y sus penas, mejore la cooperación jurídica internacional, se haga más accesible la información bancaria, se creen juzgados específicos para casos de corrupción o se adopten figuras ya utilizadas en otros países, "como el testigo protegido o el agente encubierto".
El magistrado también se ha mostrado partidario de endurecer las penas e investigar todos estos casos de corrupción por la vía penal.- (EFE)
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