VALENCIA.- Desvelado ya que Ignasi Pla no repetirá como candidato a la secretaría general del partido, la terna de nombres se ha abierto con la aparición, de momento, de dos candidatos: el ex ministro Jordi Sevilla y el alcalde de Alaquàs, Jorge Alarte.
Ambos han comenzado ya la carrera por ver con cuántos apoyos cuentan para escalar hasta la cima del partido y sus formas de hacerlo han sido diferentes. Mientras Alarte salió a la palestra esta misma semana para anunciar que optaría al cargo, Sevilla no ha dicho de momento “esta boca es mía” y ha dejado en manos de su entorno más cercano los primeros movimientos.
Así, el diputado nacional Ricard Torres fue el primero en confirmar lo que era un secreto a voces: que Sevilla aspirará a ser el líder del PSPV y se ha puesto incluso a recoger firmas para la celebración de un congreso extraordinario en el que elegir nuevo líder del socialismo valenciano.
La propuesta, sin embargo, no ha obtenido de momento un respaldo aplastante y son muchos los socialistas que de momento prefieren mantener la cautela y no apoyar abiertamente a uno u otro candidato. Ante esta situación de inestabilidad y de no saber qué hacer, las miradas se han dirigido a la dirección nacional del partido, en Madrid, a la espera de que esta dé un paso que acabe con la interinidad de unos órganos de dirección que se puede alargar meses. Y no hay que olvidar que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.
Los pasos de Ferraz
Durante las últimas semanas los socialistas valencianos no han dejado de repetir que la celebración de un congreso extraordinario debe realizarse si el PSPV quiere, reclamando autonomía a Madrid. Sin embargo, ha sido Ferraz la que ha iniciado todo el proceso y es ella la que debe dar un nuevo paso con el que zanjar las incógnitas.
Tras el fracaso electoral del 27-M, fue Ferraz la que dio órdenes a Pla de aguantar en el cargo y soportar el chaparrón como pudiera y así lo hizo el líder del PSPV. Mes y medio después, sin embargo, todo ha dado un brusco giro, precisamente por una decisión tomada también en la capital de España: el cese de Jordi Sevilla como ministro. Tras las primeras –y únicas– palabras de apoyo de Zapatero al ya ex titular de Administraciones Públicas se abrió el proceso de la renovación. Días más tarde y ante la polvareda levantada, Pla anunciaba que no repetiría. La decisión, de nuevo, fue impulsada desde Madrid.
¿Y ahora qué? Justamente cuando la batalla por el liderazgo del partido está abierta es cuando Ferraz ha callado. El control de Rodríguez Zapatero en el partido es absoluto y a estas alturas nadie duda de que si quisiera un congreso extraordinario en Valencia este se celebraría sin rechistar. Pero nada se sabe y en el PSPV empiezan a mostrar nerviosismo. “En los últimos ocho años el PSPV ha estado tutelado por Madrid y en sus manos está el futuro de los socialistas valencianos. Es difícil sopesar quién tiene más apoyos y lo más lógico sería acabar con las dudas cuanto antes”, afirma un destacado dirigente del partido.
Otros aseguran que la celebración de un congreso extraordinario es precipitada y Madrid no se va arriesgar a hundir más al PSPV ante las elecciones. Existe, sin embargo, un precedente. En julio del 99 se propuso un congreso extraordinario que se celebró en septiembre y seis meses después se celebraban las elecciones.
Ejecutiva del partido
El movimiento de Ferraz que tanto espera el PSPV podría darse a conocer hoy. Ignasi Pla preside esta tarde la primera ejecutiva del partido desde que anunció que no repetirá en el cargo –ni siquiera la convocó antes para anunciarles su decisión– y en ella se verá las caras con Alarte. Será el momento de calibrar ánimos.
Mientras tanto, Torres sigue haciendo su campaña a favor de Sevilla y esta misma semana iniciará una ronda por las comarcas –empezando por l’Alcoià– para intentar sacar adelante el congreso extraordinario. Según Torres, el objetivo del congreso es “acabar cuanto antes con el alargamiento de esta agonía”.
www.lasprovincias.es
Ambos han comenzado ya la carrera por ver con cuántos apoyos cuentan para escalar hasta la cima del partido y sus formas de hacerlo han sido diferentes. Mientras Alarte salió a la palestra esta misma semana para anunciar que optaría al cargo, Sevilla no ha dicho de momento “esta boca es mía” y ha dejado en manos de su entorno más cercano los primeros movimientos.
Así, el diputado nacional Ricard Torres fue el primero en confirmar lo que era un secreto a voces: que Sevilla aspirará a ser el líder del PSPV y se ha puesto incluso a recoger firmas para la celebración de un congreso extraordinario en el que elegir nuevo líder del socialismo valenciano.
La propuesta, sin embargo, no ha obtenido de momento un respaldo aplastante y son muchos los socialistas que de momento prefieren mantener la cautela y no apoyar abiertamente a uno u otro candidato. Ante esta situación de inestabilidad y de no saber qué hacer, las miradas se han dirigido a la dirección nacional del partido, en Madrid, a la espera de que esta dé un paso que acabe con la interinidad de unos órganos de dirección que se puede alargar meses. Y no hay que olvidar que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.
Los pasos de Ferraz
Durante las últimas semanas los socialistas valencianos no han dejado de repetir que la celebración de un congreso extraordinario debe realizarse si el PSPV quiere, reclamando autonomía a Madrid. Sin embargo, ha sido Ferraz la que ha iniciado todo el proceso y es ella la que debe dar un nuevo paso con el que zanjar las incógnitas.
Tras el fracaso electoral del 27-M, fue Ferraz la que dio órdenes a Pla de aguantar en el cargo y soportar el chaparrón como pudiera y así lo hizo el líder del PSPV. Mes y medio después, sin embargo, todo ha dado un brusco giro, precisamente por una decisión tomada también en la capital de España: el cese de Jordi Sevilla como ministro. Tras las primeras –y únicas– palabras de apoyo de Zapatero al ya ex titular de Administraciones Públicas se abrió el proceso de la renovación. Días más tarde y ante la polvareda levantada, Pla anunciaba que no repetiría. La decisión, de nuevo, fue impulsada desde Madrid.
¿Y ahora qué? Justamente cuando la batalla por el liderazgo del partido está abierta es cuando Ferraz ha callado. El control de Rodríguez Zapatero en el partido es absoluto y a estas alturas nadie duda de que si quisiera un congreso extraordinario en Valencia este se celebraría sin rechistar. Pero nada se sabe y en el PSPV empiezan a mostrar nerviosismo. “En los últimos ocho años el PSPV ha estado tutelado por Madrid y en sus manos está el futuro de los socialistas valencianos. Es difícil sopesar quién tiene más apoyos y lo más lógico sería acabar con las dudas cuanto antes”, afirma un destacado dirigente del partido.
Otros aseguran que la celebración de un congreso extraordinario es precipitada y Madrid no se va arriesgar a hundir más al PSPV ante las elecciones. Existe, sin embargo, un precedente. En julio del 99 se propuso un congreso extraordinario que se celebró en septiembre y seis meses después se celebraban las elecciones.
Ejecutiva del partido
El movimiento de Ferraz que tanto espera el PSPV podría darse a conocer hoy. Ignasi Pla preside esta tarde la primera ejecutiva del partido desde que anunció que no repetirá en el cargo –ni siquiera la convocó antes para anunciarles su decisión– y en ella se verá las caras con Alarte. Será el momento de calibrar ánimos.
Mientras tanto, Torres sigue haciendo su campaña a favor de Sevilla y esta misma semana iniciará una ronda por las comarcas –empezando por l’Alcoià– para intentar sacar adelante el congreso extraordinario. Según Torres, el objetivo del congreso es “acabar cuanto antes con el alargamiento de esta agonía”.
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