MADRID.- La vicepresidenta del Gobierno, la valenciana María Teresa Fernández de la Vega, volvió a referirse, a preguntas de un periodista, al futuro político de Jordi Sevilla en la Comunidad Valenciana. Y lo hizo para lanzarle un nuevo guiño, como ya hiciera Rodríguez Zapatero tras su cese, justo la víspera de que los socialistas valencianos decidan si adelantan o no el congreso para elegir al nuevo líder del partido.
De la Vega, en su comparecencia al término del consejo de ministros, explicó que Zapatero ha instado al ex ministro a dedicar más tiempo a la Comunitat en su condición de diputado por Castellón.
La vicepresidenta no quiso vaticinar si el ex ministro será el futuro secretario general del PSPV porque, dijo, debe dilucidarse en el seno del partido. Pero sí señaló que el Ejecutivo tiene “muchísimo interés” en que Sevilla dedique ahora más tiempo a trabajar en la Comunidad Valenciana “en los temas que tienen que ver con el Gobierno”. Citó como ejemplos las infraestructuras y la industria del calzado.
Según explicó, Sevilla ha trabajado en esas áreas a lo largo de la legislatura como diputado por Castellón, y el deseo del Ejecutivo es que ahora se dedique, “quizá con una mayor intensidad”, “a un trabajo importante en un Comunidad que, no se le oculta, es muy importante para el Gobierno”.
La vicepresidenta recalcó que Sevilla ha sido “un magnífico ministro” y garantizó además que es “una persona con una gran capacidad de trabajo y con un gran compromiso”.
Terremoto en el PSPV
Y las palabras de De la Vega causaron un terremoto en el PSPV. El guiño a Sevilla, más allá de que no incluya un respaldo explícito a su condición de aspirante a la secretaría general (que además sería identificado como una intromisión de Madrid) suponen como mínimo reforzar la tesis de Zapatero, que también consideró una “muy buena idea” la posibilidad de que el ex ministro tuviera un papel protagonista en la política valenciana.
Esas palabras no parece que fueran una casualidad, como algunos han querido interpretar hasta ahora en el seno del PSPV. Ni lo son las de ayer, aunque haya vuelto a ser un periodista el que haya preguntado por el futuro político del ex ministro. Y además, se producen en medio del debate abierto en el socialismo valenciano, no sólo respecto a la posibilidad de adelantar un congreso, sino también respecto a la designación del nuevo líder del partido.
De hecho, y aunque algún dirigente del PSPV quiso interpretar las palabras de De la Vega como una “cortesía obligada” hacia una persona que ha formado parte del Ejecutivo durante los últimos tres años, la mayor parte de los cargos socialistas consultados sí que identificaron las palabras de De la Vega, como un guiño, sino como un respaldo evidente, que sólo puede tener una interpretación orgánica porque el PSPV se encuentra en ese debate. “Si hubiera querido desvincular los elogios a Sevilla del proceso de elección del secretario general del partido, lo habría hecho explícitamente”, se apuntó. Las palabras de De la Vega pueden darle la vuelta al comité nacional que los socialistas valencianos celebran hoy. Sevilla, que no ha hecho una sola declaración pública respecto a sus intenciones tras su salida del ministerio de Administraciones Públicas, sí que ha transmitido que prefiere un congreso extraordinario. La tesis parecía contar, al menos hasta ayer, con apoyos limitados en el seno del comité nacional –un órgano controlado por Ignasi Pla–, pero las declaraciones de la vicepresidenta podrían dibujar un escenario distinto.
El que tenía dibujado la ejecutiva del PSPV incluía una declaración política, que ya adelantó ayer este diario, que rechaza el adelanto del congreso. Pero que también subraya que el problema que arrastran los socialistas valencianos tiene doce años –porque desde 1995 no se ganan las elecciones– y que es necesario reforzar los “vínculos emocionales” de amplios sectores sociales con el partido.
La declaración será observada hoy con lupa por los miembros del comité nacional. Entre otros motivos, porque omite alusión alguna a la decisión del secretario general de no volver a presentarse al cargo, así como al hecho de que ya se hayan anunciado dos candidaturas a la secretaría general –las de los alcaldes de Alaquàs, Jorge Alarte, y Morella, Ximo Puig–, y las referencias de Zapatero al ex ministro Sevilla.
Si esa declaración no incluye ninguna referencia a que Pla ya ha dicho que no volverá a presentarse, algunos dirigentes entienden que será la principal demostración de que no ha descartado hacerlo.
Por otra parte, está en el aire el formato de la votación. Aunque la propia dirección del partido anunció que sería individual y secreta, algunos dirigentes del partido ya han comenzado a subrayar que, en tanto que no se somete a votación un cargo de una persona, sino una resolución política, es conveniente que sea a mano alzada.
Hasta ayer, algunos miembros del comité habían decidido no acudir para mostrar su desacuerdo con el debate. Pero las palabras de De la Vega pueden hacer cambiar esa opinión.
Pla cuestionó la actitud que mantiene el ex ministro
El secretario general del PSPV, Ignasi Pla, aprovechó la reunión del consejo territorial de los socialistas valencianos, celebrada el jueves, para cuestionar implícitamente la actitud que viene manteniendo el ex ministro Jordi Sevilla en relación con sus aspiraciones de optar a liderar el partido.
Aunque según algunas fuentes el líder del PSPV no se refirió explícitamente al ex ministro, sí que rechazó y criticó abiertamente a quienes han puesto en marcha iniciativas, como la recogida de firmas de Ricard Torres, para tratar de que se adelante el congreso.
La intervención de Pla contrasta con el guiño de la vicepresidenta De la Vega a Sevilla. Pero va en la misma dirección que la falta de sintonía que el ex ministro y el todavía líder del partido han mostrado tradicionalmente. Incluso siendo ministro, Sevilla nunca ha puesto interés en esconder su intención de jugar un papel protagonista en la política valenciana.
El hecho, que no ha pasado por alto para la ejecutiva del PSPV, ha provocado no pocos enfrentamientos a lo largo de los últimos meses. E incluso una especie de boicot de Pla hacia Sevilla cada vez que este último aparecía por la Comunitat.
La actitud de Pla tampoco ha pasado inadvertida para Sevilla, que en privado, y en no pocas ocasiones, ha mostrado su hartazgo hacia la actitud mantenida por la ejecutiva del PSPV.
En la última reunión mantenida por Pla con Zapatero, el líder del PSOE exigió a Pla neutralidad en el proceso de elección del nuevo líder y que no pusiera trabas a Sevilla.
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