MADRID.- Poco queda hoy de la Carme Chacón expectante, con un punto de timidez y poco acostumbrada a las luchas de la política nacional que llegó a Madrid en 2000 como diputada y a la que Zapatero nombró poco después responsable de Educación y Cultura en la Ejecutiva del PSOE. Su gran capacidad para absorber ideas y contenidos complejos con asombrosa rapidez (como buena licenciada en Derecho) y para comunicarlos con rotundidad y convencimiento la llevó a convertirse en escasos meses en una "joven promesa" de Ferraz.
Chacón (Esplugues de Llobregat, 1971) sonó como ministra de Educación nada más llegar Zapatero al poder, y de Justicia, en la remodelación del Ejecutivo del pasado año. Haciendo oídos sordos a los rumores, ha sabido esperar su momento con la mejor cara. Momento que llegó ayer, con el anuncio de su nombramiento como ministra de Vivienda. Ella atribuye esta decisión de Zapatero, entre otras cosas, a su intención de hacer un acercamiento a "toda una generación de jóvenes".
Su proximidad política a los jóvenes no es nueva. Peleó en la pasada legislatura con uñas y dientes contra la Ley Orgánica de Educación (LOU) del PP y fue una de las que más contribuyó a que miles de estudiantes salieran a la calle contra esta reforma de la Universidad. Desde ésta, como profesora de Derecho Constitucional en Girona, también ha mantenido constante contacto con los jóvenes en los últimos años. A partir de ahora será, con 36 años, la ministra más joven del Gobierno.
Pregunta. ¿Cuál va a ser su reto en el momento en que tome posesión el lunes?
Respuesta. Aprovechar esta oportunidad para toda una generación: que el precio de la vivienda no obstaculice un solo proyecto personal de vida; la decisión de independizarse, de formar una pareja, de tener un hijo, de cambiar de ciudad, de superarse.
P. ¿Qué puede hacer una ministra de Vivienda en estos momentos?
R. Tenemos que dar respuesta a toda una generación que está a caballo entre los 20 y los 30 años, que ha pasado años formándose y que cuando intenta hacerse independiente y organizar su vida necesita dos cosas elementales, que además son dos derechos básicos: un trabajo estable y una vivienda digna.
Se ha avanzado ya en la reducción de la precariedad laboral. Á mí me toca ahora allanar el camino para que los jóvenes consigan lo segundo.
P. ¿Por qué cree que José Luis Rodríguez Zapatero ha pensado en usted precisamente como ministra de Vivienda?
R. Nos conocemos desde hace unos años y desde que me senté a hablar con él a mediados de abril de 2000, Zapatero sabe que puede contar conmigo. Llevo comprometida con las ideas socialistas la mitad de mi vida, desde que tengo uso de razón. Y en todos estos años he hecho cosas muy distintas: he sido observadora en misiones internacionales de Naciones Unidas, he extendido nuestras ideas desde la agrupación de mi ciudad, Esplugues de Llobregat, he sido concejal, luego diputada y vicepresidenta del Congreso. Son cosas muy distintas, pero siempre las he hecho de la misma manera: procurando que las personas, desde mis vecinos hasta los habitantes de Bosnia Herzegovina, vivan algo mejor, sean un poco más felices. Y lo he hecho también siempre dejándome la piel. Creo que eso lo sabe José Luis Rodríguez Zapatero. Y además lo comparte desde mucho antes de ser presidente del Gobierno.
P. ¿Cree usted que han fracasado las políticas de vivienda puestas en marcha en los últimos años?
R. De 1996 a 2004 fueron ocho años perdidos en vivienda. Peor aún, de retroceso. La Ley del Suelo del PP optó por una liberalización salvaje y desencadenó la escalada del precio de la vivienda, maltrató el paisaje en costas y ciudades y esparció la corrupción municipal. Esa ley se ha reformado en estos tres últimos años y también se ha liberado más suelo público estatal que en cualquier periodo de nuestra democracia. Pero hay que avanzar más deprisa y con más resolución. Porque los jóvenes no quieren explicaciones, quieren pisos.
Educada para el triunfo y el compromiso
Los elogios que brotan al preguntar por Carme Chacón trazan un retrato de esta joven socialista que casi roza la perfección. Pero ante esta conclusión, la afectada se sonrojaría, esbozaría una sonrisa casi infantil, y haría un gesto con la mano negando tal tesis. Pero que nadie se engañe. Un minuto después de esta hipotética escena amable, podría mantener una durísima controversia con un adversario político, que haría las delicias de los suyos. Brillante, inteligente, rápida, culta, intuitiva, educada... Y así media docena más de adjetivos desgranan dirigentes socialistas al describir a Carme Chacón, profesora de Derecho Constitucional, experta en federalismo y educación, responsable de Cultura de la ejecutiva federal del PSOE y vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados.
"Es una mujer muy de partido, muy catalana pero extremadamente abierta", señalan en el Grupo Socialista. En efecto, es muy de partido, pero lo es antes de que entrara a empujar el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero, del que formó parte desde el inicio, en el año 2000, junto a Trinidad Jiménez, José Blanco, Jesús Caldera, Jordi Sevilla, Juan Fernando López Aguilar y José Andrés Torres Mora, entre otros. Mucho antes, desde que era una niña, durante la Transición, su madre la llevaba de la mano a las manifestaciones en pro de la libertad. La influencia de su madre es más que determinante en la vida de Carme, hija de una luchadora antifranquista y nieta de un anarquista que sufrió cárcel en el franquismo. Ella no oculta que se siente del bando "de los perdedores". Porque lo fue su familia y porque los valores y principios que sucumbieron con la contienda son los suyos. Desde pequeña asumió que en la vida hay compromisos ineludibles.
Pero esas consideraciones las realiza sin aspereza y ni atisbo de rencor. No, para ella estar en la izquierda es natural, cada uno está dónde está. De ahí, que sus compañeros también destaquen de ella la firmeza de sus convicciones, que se manifiesta en las discusiones internas, donde frunce el ceño ante las consideraciones desfavorables hacia el partido o el Gobierno que puedan expresar los medios de comunicación. Pero la comunicación es otro de sus fuertes ya que esa fortaleza en las convicciones se traduce en credibilidad y seriedad. La misma que traslada desde la Presidencia del Congreso cuando, como vicepresidenta primera, asume la presidencia en ausencia de Manuel Marín. Desde el primer momento sorprendió la autoridad y la mano izquierda de la que hacía gala en momentos de revuelo con amenaza de escándalo. Sin aspavientos volvía el orden.
De nuevo las enseñanzas de su progenitora pueden explicar otro de los rasgos que de ella repiten sus compañeros: trabajadora incansable. Esto decía a este periódico en 2002. "Mi madre me educó como una superviviente. Me metió en la cabeza que por ser mujer y de izquierdas todo me iba a costar mucho más en la vida". Tiene 36 años, es ministra y el presidente del Gobierno ha dicho que el futuro es suyo.
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Chacón (Esplugues de Llobregat, 1971) sonó como ministra de Educación nada más llegar Zapatero al poder, y de Justicia, en la remodelación del Ejecutivo del pasado año. Haciendo oídos sordos a los rumores, ha sabido esperar su momento con la mejor cara. Momento que llegó ayer, con el anuncio de su nombramiento como ministra de Vivienda. Ella atribuye esta decisión de Zapatero, entre otras cosas, a su intención de hacer un acercamiento a "toda una generación de jóvenes".
Su proximidad política a los jóvenes no es nueva. Peleó en la pasada legislatura con uñas y dientes contra la Ley Orgánica de Educación (LOU) del PP y fue una de las que más contribuyó a que miles de estudiantes salieran a la calle contra esta reforma de la Universidad. Desde ésta, como profesora de Derecho Constitucional en Girona, también ha mantenido constante contacto con los jóvenes en los últimos años. A partir de ahora será, con 36 años, la ministra más joven del Gobierno.
Pregunta. ¿Cuál va a ser su reto en el momento en que tome posesión el lunes?
Respuesta. Aprovechar esta oportunidad para toda una generación: que el precio de la vivienda no obstaculice un solo proyecto personal de vida; la decisión de independizarse, de formar una pareja, de tener un hijo, de cambiar de ciudad, de superarse.
P. ¿Qué puede hacer una ministra de Vivienda en estos momentos?
R. Tenemos que dar respuesta a toda una generación que está a caballo entre los 20 y los 30 años, que ha pasado años formándose y que cuando intenta hacerse independiente y organizar su vida necesita dos cosas elementales, que además son dos derechos básicos: un trabajo estable y una vivienda digna.
Se ha avanzado ya en la reducción de la precariedad laboral. Á mí me toca ahora allanar el camino para que los jóvenes consigan lo segundo.
P. ¿Por qué cree que José Luis Rodríguez Zapatero ha pensado en usted precisamente como ministra de Vivienda?
R. Nos conocemos desde hace unos años y desde que me senté a hablar con él a mediados de abril de 2000, Zapatero sabe que puede contar conmigo. Llevo comprometida con las ideas socialistas la mitad de mi vida, desde que tengo uso de razón. Y en todos estos años he hecho cosas muy distintas: he sido observadora en misiones internacionales de Naciones Unidas, he extendido nuestras ideas desde la agrupación de mi ciudad, Esplugues de Llobregat, he sido concejal, luego diputada y vicepresidenta del Congreso. Son cosas muy distintas, pero siempre las he hecho de la misma manera: procurando que las personas, desde mis vecinos hasta los habitantes de Bosnia Herzegovina, vivan algo mejor, sean un poco más felices. Y lo he hecho también siempre dejándome la piel. Creo que eso lo sabe José Luis Rodríguez Zapatero. Y además lo comparte desde mucho antes de ser presidente del Gobierno.
P. ¿Cree usted que han fracasado las políticas de vivienda puestas en marcha en los últimos años?
R. De 1996 a 2004 fueron ocho años perdidos en vivienda. Peor aún, de retroceso. La Ley del Suelo del PP optó por una liberalización salvaje y desencadenó la escalada del precio de la vivienda, maltrató el paisaje en costas y ciudades y esparció la corrupción municipal. Esa ley se ha reformado en estos tres últimos años y también se ha liberado más suelo público estatal que en cualquier periodo de nuestra democracia. Pero hay que avanzar más deprisa y con más resolución. Porque los jóvenes no quieren explicaciones, quieren pisos.
Educada para el triunfo y el compromiso
Los elogios que brotan al preguntar por Carme Chacón trazan un retrato de esta joven socialista que casi roza la perfección. Pero ante esta conclusión, la afectada se sonrojaría, esbozaría una sonrisa casi infantil, y haría un gesto con la mano negando tal tesis. Pero que nadie se engañe. Un minuto después de esta hipotética escena amable, podría mantener una durísima controversia con un adversario político, que haría las delicias de los suyos. Brillante, inteligente, rápida, culta, intuitiva, educada... Y así media docena más de adjetivos desgranan dirigentes socialistas al describir a Carme Chacón, profesora de Derecho Constitucional, experta en federalismo y educación, responsable de Cultura de la ejecutiva federal del PSOE y vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados.
"Es una mujer muy de partido, muy catalana pero extremadamente abierta", señalan en el Grupo Socialista. En efecto, es muy de partido, pero lo es antes de que entrara a empujar el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero, del que formó parte desde el inicio, en el año 2000, junto a Trinidad Jiménez, José Blanco, Jesús Caldera, Jordi Sevilla, Juan Fernando López Aguilar y José Andrés Torres Mora, entre otros. Mucho antes, desde que era una niña, durante la Transición, su madre la llevaba de la mano a las manifestaciones en pro de la libertad. La influencia de su madre es más que determinante en la vida de Carme, hija de una luchadora antifranquista y nieta de un anarquista que sufrió cárcel en el franquismo. Ella no oculta que se siente del bando "de los perdedores". Porque lo fue su familia y porque los valores y principios que sucumbieron con la contienda son los suyos. Desde pequeña asumió que en la vida hay compromisos ineludibles.
Pero esas consideraciones las realiza sin aspereza y ni atisbo de rencor. No, para ella estar en la izquierda es natural, cada uno está dónde está. De ahí, que sus compañeros también destaquen de ella la firmeza de sus convicciones, que se manifiesta en las discusiones internas, donde frunce el ceño ante las consideraciones desfavorables hacia el partido o el Gobierno que puedan expresar los medios de comunicación. Pero la comunicación es otro de sus fuertes ya que esa fortaleza en las convicciones se traduce en credibilidad y seriedad. La misma que traslada desde la Presidencia del Congreso cuando, como vicepresidenta primera, asume la presidencia en ausencia de Manuel Marín. Desde el primer momento sorprendió la autoridad y la mano izquierda de la que hacía gala en momentos de revuelo con amenaza de escándalo. Sin aspavientos volvía el orden.
De nuevo las enseñanzas de su progenitora pueden explicar otro de los rasgos que de ella repiten sus compañeros: trabajadora incansable. Esto decía a este periódico en 2002. "Mi madre me educó como una superviviente. Me metió en la cabeza que por ser mujer y de izquierdas todo me iba a costar mucho más en la vida". Tiene 36 años, es ministra y el presidente del Gobierno ha dicho que el futuro es suyo.
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El Hércules tendrá la próxima temporada un nuevo director general que sustituirá en el cargo a Vicente Ferrándiz, quien pidió al club poder abandonar la entidad. El elegido por el consejo de administración blanquiazul ha sido el ex portavoz del PSOE en el Ayuntamiento y candidato a la alcaldía de Alicante en 2003, Blas Bernal. Una noticia inesperada vista la poca relación que Bernal, funcionario en la Diputación alicantina, tiene con el mundo futbolístico, puesto que tan sólo es conocida su simpatía por los colores herculanos.
Una paupérrimo nexo de unión que ha sido suficiente para situarle como uno de los máximos representantes de la entidad en una temporada en la que se aspira al ascenso a la Primera División, según el proyecto de dos años elaborado por el director deportivo Javier Subirats.
“(Blas Bernal) siempre ha estado muy vinculado con nosotros. Este año ha estado muchas veces presente en el palco sufriendo con nosotros e incluso ha viajado con el equipo. Ahora es el momento que continúe su apoyo desde dentro. Todo lo que sea sumar es importante para la entidad y para el ambicioso proyecto que se va a llevar a cabo”, explica Valentín Botella, presidente del Hércules.
Asimismo, el mandatario blanquiazul destaca el herculanismo demostrado por Bernal como principal argumento para enrolarlo en la entidad. “Es un herculano de pro y eso ha ayudado. La idea de nombrarle director general ha sido de todos porque esta temporada nos ha acompañado todos los domingos en el palco. Fue muy bonito compartir con él los encuentros”, apunta.
Asimismo, Botella recalca que la etapa política anterior del nuevo director general no afectará al desarrollo de sus funciones en el Hércules. “A la hora de trabajar no miro si es político o no, sino en lo que puede aportar al club”, comenta satisfecho el presidente blanquiazul, quien admite que espera tenerlo en el club “el tiempo que él estime oportuno”.
La principal tarea de Blas Bernal será la de representar al club blanquiazul en los actos y eventos en los que los principales referentes de la entidad no puedan asistir. “Representará al club cuando haga falta, pero también será una cabeza pensante más y nos ayudará en todo lo que pueda con sus ideas”, aclara Botella.
Bernal, “contento e ilusionado”
Una función que Blas Bernal asume “contento e ilusionado, pero con la responsabilidad propia de una carga como ésta. Ya que éste es uno de los grandes proyectos de la ciudad para situar al Hércules donde debe estar”.
Sin embargo, Bernal asume el reto a sabiendas de que entra en un terreno desconocido para él. “Este año me lo voy a tomar de aprendizaje para poder crear después unas bases sólidas que permitan generar un proyecto fuerte que no se desestabilice pese a que los resultados deportivos no sean los esperados”, explica. Y añade: “Voy a empezar a aprender, conocer el organigrama y ver las carencias que puedan existir. Hay que trabajar en equipo y observar a los clubes de Primera y aprender de ellos”.
Asimismo, el nuevo director general del Hércules no duda en elogiar el trabajo realizado hasta el momento por los que, a partir de ahora, serán sus compañeros de viaje: “Tanto Valentín (Botella), José (Huerga) como Enrique (Ortiz) están haciendo un gran esfuerzo y una magnífica gestión para devolver al Hércules a Primera División. Se me ha ofrecido este cargo y voy con ellos al fin del mundo”.
De "Las Provincias"
En sendas entrevistas que hoy publican "La Vanguardia" y "El Periódico de Catalunya", Chacón asegura que su principal objetivo al frente del Ministerio de Vivienda es combatir la corrupción urbanística y la especulación, de manera que el precio de los pisos no pueda frustrar ni un solo proyecto vital.
La flamante ministra culpa del precio de los pisos a la ley impulsada por el PP, que, a su juicio, "optó por la liberalización salvaje del suelo allanando el camino a la especulación", por lo que anuncia que la derogará y aprobará otra que haga de la vivienda "un derecho real".- (EFE)
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