MADRID.- El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat valenciana, Jorge Alarte, ha eludido pronunciarse este jueves sobre el proceso de primarias que se abrirá en el PSOE después de las elecciones del 22 de mayo, porque lo que toca ahora es "el proceso de sustitución" de Francisco Camps al frente del Gobierno valenciano.
"No estoy en ese proceso, estoy en otro asunto ahora mismo. No entendería ningún valenciano, con lo que allí pasa, que nos pusiéramos a hablar del futuro del partido. Esto tiene otro calendario y hablaremos cuando toque", ha explicado Alarte durante su intervención en un desayuno informativo del Fórum Europa.
Por ello, ha hecho hincapié en que el PSPV está inmerso en "el proceso de sustitución de Camps", ya que, a su juicio, "lo que ocurre en la Comunitat Valenciana no es poco, es demasiado" y su partido no quiere "resignarse a que la comunidad sólo sea crónica judicial".
"La corrupción está afectando seriamente a nuestra reputación, a nuestras instituciones, al funcionamiento normal de la democracia, a la economía y a la vida de los valencianos. Nosotros lo sufrimos y lo padecemos en nuestra vida diaria. Parte de nuestro proyecto político es combatirla, denunciarla y erradicarla", ha explicado.
A pesar de que las encuestas vaticinan un triunfo del PPCV en las elecciones de mayo, Alarte ha dicho estar "absolutamente convencido de lo más importante, y es que el día 22 van a cambiar las cosas". En su opinión, la corrupción "siempre pasa factura" porque "los ciudadanos perciben bien la realidad".
Según el candidato socialista a la Generalitat valenciana, "los socialistas valencianos no tienen ningún corrupto en sus listas" y cree que "los socialistas españoles tampoco", pero ha advertido de que es el PP el que recurre a "una batería de denuncias, querellas contra todo el mundo", es decir, "pone el 'tú más' para tapar sus 'muchos más'".
Es más, Alarte considera que el juicio a Camps por la causa de los trajes es una "resolución judicial concreta", pero que el "problema" de la Comunitat Valenciana no es éste, sino que "la corrupción se ha instalado con carácter generalizado de lado a lado".
Según el secretario general de los socialistas valencianos, en la comunidad hay "dos presupuestos", uno de ellos el dedicado al funcionamiento de la Administración "y otro que llaman algo así como consolidado porque es como un apaño" en el que hay hasta "3.573 millones de euros".
"Ahí no hay control público, hay opacidad, contratos millonarios que se pagan pero no se explican. Era todo un sistema para los proyectos faraónicos que hoy no sirven ni para crear empleo ni nos han dejado en mejor posición ante la crisis", ha explicado.
De hecho, ha asegurado que la situación financiera de la Administración valenciana es "de alarma" porque no puede pagar "ni los sellos", por lo que ha subrayado que es ahí donde hay que aplicar las "políticas de saneamiento" que el PSPV llevará en su programa electoral para las elecciones de mayo con el objetivo de "reestructurar el sector público empresarial"
De este modo, ha anunciado una ley de eficiencia para posibilitar "estricto control para eliminar los sobrecostes de todas las inversiones", ya que "no hay ningún mérito en gastar dinero público" y la responsabilidad es "sacar el máximo beneficio colectivo de cada euro".
Además, Alarte se ha comprometido a rebajar la deuda de la Comunitat Valenciana en relación a su PIB hasta situarse por debajo de la media de las comunidades autónomas, al tiempo que ha prometido pagar en un plazo máximo de 60 días a las empresas que contraten con la Generalitat.
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