VALENCIA.- El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia, Arturo Virosque, aseguró hoy que deja su cargo "muy contento del buen trabajo realizado" durante los quince años en que ha estado al frente de la institución, en los que "no ha habido más secreto que trabajar mucho, mucho y mucho", dijo.
En un almuerzo informal organizado en Valencia para despedirse de los medios de comunicación, dado que mañana se nombrará a su sucesor, destacó los buenos resultados obtenidos durante la extensa etapa vivida como presidente de la Cámara, de la que se marcha ahora para disfrutar, a sus 80 años de edad, de un merecido "descanso".
"La dejo muy bien", subrayó Virosque, quien señaló que la institución dispone de cerca de 22 millones de euros en cuenta corriente y ha invertido más de 40 millones de euros en las importantes obras realizadas en los últimos años, como la sede de la calle Jesús o las nuevas instalaciones de la Escuela de Negocios Lluis Vives, en el Parque Tecnológico de Paterna.
Hizo hincapié en la gran cantidad de fondos recibidos gracias a la inclusión de la Comunitat Valenciana en el Objetivo 1 de la Unión Europea, del que salió en 2007, y que, entre otros proyectos, permitieron a la Cámara crear ocho viveros empresariales con un 70 por ciento de subvención, cerca de 23 millones de euros, "mientras que Madrid, Barcelona o Aragón no tienen ninguno".
"Todo el dinero europeo que estaba a nuestra disposición y que no han querido otras comunidades autónomas me lo he traído yo a Valencia", subrayó Virosque, quien valoró el acierto de los gobiernos de la Generalitat tanto socialistas como populares que lo hicieron posible y aseguró haber limitado su relación con el Consell a actuaciones conjuntas con las que les han "sacado muy poco dinero" que "siempre les hemos devuelto con muchísimo trabajo", dijo.
"He parado más cosas de las que he hecho", resaltó el veterano empresario, quien aseguró haber llegado incluso a enfrentarse con consellers por oponerse a proyectos que, a su juicio, no eran beneficiosos para el tejido empresarial y suponían "un gasto tirado a la basura".
"Con el dinero que no es mío, siempre he hecho lo posible por no meter la pata, y la mano, menos".
Arturo Virosque recalcó que no le gusta la política ni inmiscuirse en cuestiones de ese ámbito aunque, preguntado por la situación que vive el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en relación con el caso Gürtel, comentó que lo conoce desde muy pequeño y cree que "es honrado", pero "no ha tenido vista y le han colado un gol".
Por otro lado, preguntado por los motivos que impidieron acometer una fusión entre Bancaja y Caja Mediterráneo (CAM), insistió en que "si no se ha hecho, es porque la clase empresarial alicantina, guiada por la sociedad, no ha querido". "Por culpa de Bancaja no ha sido, nunca se opuso", agregó.
Virosque se mostró convencido de que "con Bancaja podía haberse hecho muy bien" y reprobó a quienes acusan al jefe del Consell de oponerse a dicha operación, dado que, a su juicio, "si Camps la hubiera forzado, habría habido problemas con Alicante".
"Con Alicante es muy difícil, siempre lo ha sido".
Comentó asimismo que la CAM "tenía las horas contadas" porque "se moría ya", a diferencia de Bancaja, que "hoy en día tiene para vivir solita", hecho que motivó la negativa de Caja Madrid a negarse a acometer un proceso de integración con la caja alicantina.
"Rodrigo Rato no quiso coger a la CAM, dijo que Bancaja sí, pero la CAM no, porque no estaban ni mucho menos en la misma situación", resumió.