En cuanto a la división de fuerzas de izquierdas, Etelvina Andreu aseveró que la dispersión de voto entre más de dos formaciones ha sido una táctica «suicida para un proyecto de gobierno progresista en la ciudad».
La candidata no dudó en calificar como una «sorpresa» que Esquerra Unida no alcanzara representación en el Pleno municipal, y «es poco probable» que la consiga tras el recuento de votos que ha pedido la formación de Fernández Cabello. «Noventa y seis votos para EU son como cuatro mil para nosotros, según su tendencia», espetó Etelvina Andreu, «porque en cada urna tienen entre quince y veinte votos, por lo que aunque se anulen dos no va a servir para nada».
Con elegancia, expuso su punto de vista sobre la decisión de la asamblea de Esquerra Unida de que : «Respetamos que no fueran con el Bloc», dijo Andreu. Con menos disimulo, dio una dentellada: «Lamentamos que por 96 votos, EU haya prestado su concejal al PP».
También fue incisiva contra el propio Bloc y contra Vecinos por Alicante, a los que considera en parte culpables de que no haya un gobierno de izquierdas en la ciudad: «Algunas formaciones que decían en su lema que iban contra Alperi le han dado vida y le han mantenido en el juego, porque restaban votos al PSOE», analizó la candidata.
La candidata socialista lamentó que Alicante fuera la única capital de provincia española en la que el PSOE no gobierna con un porcentaje del voto superior al 40%.
Pero, como ella misma afirmó, «no podemos entrar en las decisiones de otros partidos». Negativas para las otras formaciones en todo caso, que dejan al PSOE como única oposición al Partido Popular en el Consistorio alicantino: «Sabemos que vamos a representar a más voces de las que nos han votado, porque un 15% de los alicantinos eligieron un partido de izquierda», manifestó Etelvina Andreu, con un tono mitad irónico, mitad enfadado.
Y ya no quiso referirse más a los compañeros de izquierdas, que ya analizarán por sí mismos. A Etelvina Andreu también le tocó hacer un poco de autocrítica sobre el segundo agujero del PSOE en estas elecciones, que no es otro que la baja participación. Ya ha dejado dicho que uno de los aspectos para mejorar en la siguiente campaña es éste. «La abstención no favorece a los demócratas, pero en especial al PSOE. Vamos a luchar para combatirla», dijo a los periodistas como una clave de la derrota. El resultado, aunque negativo, les deja a los socialistas «algunas lecturas positivas» como el vuelco de tendencia en dos distritos electorales o su triunfo en la mayoría de los barrios.
Según los estudios de los socialistas, han conseguido más votos en 27 de los 41 barrios de la capital. Por distritos, indican sus cifras, se han llevado cinco de las ocho partes en las que se divide la capital. Se han dejado el Centro, la playa y el Ensanche. Pero tampoco quiere darle Etelvina Andreu mayor importancia: «Son distritos tradicionalmente conservadores», argumentó. Se quedó con el dato del triunfo socialista en los distritos ocho y seis.
Más doloroso fue el error técnico en el envío electoral por correo, que les ha restado un 2% de los sufragios. Un porcentaje que les habría dejado entreabierta la puerta de la Alcaldía, y sobre el que nada hay que reprochar a nadie, salvo al partido.
Ése fue el análisis. No dio para más, pese a que Etelvina quiere ser exhaustiva e ir «casi mesa a mesa». Pero siempre habrá un mañana, y este pasa, salvo sorpresa mayúscula, por la oposición municipal, en la que estará hasta final de la legislatura. Con un «sí» rotundo y seco respondió a esta pregunta.
«Será una oposición dura, porque no vamos a pasar ni una», enunció como principios Andreu, «y leal, porque sólo vamos a hablar de temas municipales», nada de «estar agitando el panfleto de la política nacional». Lo que sí prometió fue «trabajar como su fuéramos el equipo de gobierno».
La fiscalización de las tareas del equipo rector municipal comenzará, según dijo Etelvina, «con el programa electoral encima de la mesa», es decir, «denunciando cada incumplimiento».
La candidata socialista afirmó que pasado el periodo electoral y la pausa de reflexión antes de la constitución de los ayuntamientos, «lo único que hay que hacer es trabajar». Dejó claro que el PSPV tiene «cuatro años por delante para hacer que los ciudadanos se sientan orgullosos de lo que en su día votaron y conseguir que muchos más» lo hagan en la próxima ocasión. «Hoy es el primer día de la próxima victoria», señaló con un tono optimista, en parte llevado por las circunstancias.
Señaló que su grupo no entrará a discutir la legitimidad que para gobernar tiene el PP, aunque sí reprochó a los populares su estrategia de comunicación: «No vamos a echar continuamente en cara a un gobierno municipal temas que sean de otra índole», ya sea el terrorismo, tema al que aludió Etelvina.
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