WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional ha advertido hoy de que España podría caer en un período de crecimiento lento si los hogares reducen su consumo ante el gran peso de las hipotecas en la economía familiar.
En su revisión anual de la economía española, el Consejo Ejecutivo del FMI apunta al elevado endeudamiento privado como la principal amenaza para la buena marcha de la economía española.
Específicamente, al Fondo le preocupa que los españoles cada vez deban más a los bancos por el techo que les cubre. Y en un momento en que las tasas de interés europeas están al alza, el organismo teme que las familias se sienten a hacer sus cuentas y decidan reducir su consumo.
Eso actuaría como un frenazo sobre el pistón económico, puesto que la institución considera que hay bastantes obstáculos para que las empresas pasen a concentrarse y a vender en el exterior ante la posible contracción del mercado interno, ha explicado a la prensa Alessandro Leipold, subdirector del Departamento de Europa.
Desaceleración gradual
Pese a estas advertencias, el futuro más probable para la economía española es una "desaceleración gradual del crecimiento", según Leipold.
En el terreno inmobiliario, el Fondo prevé que continúe la tendencia al enfriamiento hasta que "en un año o año y medio" los aumentos anuales sean similares al incremento de los ingresos de los españoles, que se han colocado en media entre el 3 y el 4%.
"Una consolidación mayor de la esperada del balance, una posible corrección de las elevadas valoraciones en el sector inmobiliario y la necesidad de ganar competitividad respecto a la Unión Económica y Monetaria podrían --dadas las persistentes rigideces económicas-- traer como consecuencia posiblemente un periodo prolongado de crecimiento lento", dijo el FMI en este informe sobre la economía española.
Para reducir estos riesgos, el FMI recomienda a España que mantenga una fuerte disciplina presupuestaria, reduzca la inflación y aumente la productividad y competitividad de las exportaciones.
Este organismo espera una desaceleración gradual del alza del precio de la vivienda a una tasa de entre el 2,5 y el 4 por ciento respecto al nivel del 7,2 por ciento visto en el primer trimestre, dijo el FMI.
El sistema financiero español sería muy receptivo ante un posible "shock" financiero, apuntó Alessandro Leipold.
Concretamente, el FMI alerta sobre los riesgos derivados de un "sustancial crecimiento del endeudamiento del sector privado", sobre que el consumo y la inversión podrían verse afectados por las elevadas deudas a cargo de las familias españolas debido a la compra de vivienda en un momento de política alcista de tipos.
El organismo destacó como riesgo para la economía el elevado déficit por cuenta corriente del país, aunque en principio, no tendría porqué tener problemas para financiarlo debido a que es miembro de la UE.
Además, según el informe "una posible corrección en las elevadas valoraciones de los activos inmobiliarios y la necesidad de aumentar competitividad respecto a la UE, debido a que persisten rigideces, podrían traer como consecuencia un periodo largo de lento crecimiento", asegura el organismo.
Para prevenir este escenario, el organismo dirigido por Rodrigo Rato recomienda a España "salvaguardar la estabilidad presupuestaria" además de mejorar la competitividad a través del incremento de la productividad, "reducir el diferencial de inflación respecto a la eurozona" y "preservar la estabilidad del sector financiero".
Desaceleración de la vivienda
El organismo señala además que espera "una desaceleración gradual" del precio de la vivienda en España, desde el 7,2% del primer trimestre de año hasta una horquilla situada entre el 2,5 y el 4%.
No obstante, el Fondo prevé que en 2007 el crecimiento de la economía española se sitúe en el 3,6%, dos décimas más que la previsión oficial del Gobierno, del 3,4%.
Sobre la evolución de las cuentas públicas, el informe prevé que el superávit público en 2007 alcance el 1,3% del PIB (0,3 puntos porcentuales superior a la previsión del Gobierno español), medio punto menos que el alcanzado en 2006.
Finalmente, en cuanto a la evolución del sector financiero, el FMI advierte de un posible riesgo relacionado con el rápido crecimiento del crédito y la fuerte concentración de los préstamos en el sector inmobiliario, aunque añade que no afectará a la solidez del sector financiero dado los muy bajos niveles de morosidad y las altas dotaciones de provisiones.- (Agencias)
"Una consolidación mayor de la esperada del balance, una posible corrección de las elevadas valoraciones en el sector inmobiliario y la necesidad de ganar competitividad respecto a la Unión Económica y Monetaria podrían --dadas las persistentes rigideces económicas-- traer como consecuencia posiblemente un periodo prolongado de crecimiento lento", dijo el FMI en este informe sobre la economía española.
Para reducir estos riesgos, el FMI recomienda a España que mantenga una fuerte disciplina presupuestaria, reduzca la inflación y aumente la productividad y competitividad de las exportaciones.
Este organismo espera una desaceleración gradual del alza del precio de la vivienda a una tasa de entre el 2,5 y el 4 por ciento respecto al nivel del 7,2 por ciento visto en el primer trimestre, dijo el FMI.
El sistema financiero español sería muy receptivo ante un posible "shock" financiero, apuntó Alessandro Leipold.
Concretamente, el FMI alerta sobre los riesgos derivados de un "sustancial crecimiento del endeudamiento del sector privado", sobre que el consumo y la inversión podrían verse afectados por las elevadas deudas a cargo de las familias españolas debido a la compra de vivienda en un momento de política alcista de tipos.
El organismo destacó como riesgo para la economía el elevado déficit por cuenta corriente del país, aunque en principio, no tendría porqué tener problemas para financiarlo debido a que es miembro de la UE.
Además, según el informe "una posible corrección en las elevadas valoraciones de los activos inmobiliarios y la necesidad de aumentar competitividad respecto a la UE, debido a que persisten rigideces, podrían traer como consecuencia un periodo largo de lento crecimiento", asegura el organismo.
Para prevenir este escenario, el organismo dirigido por Rodrigo Rato recomienda a España "salvaguardar la estabilidad presupuestaria" además de mejorar la competitividad a través del incremento de la productividad, "reducir el diferencial de inflación respecto a la eurozona" y "preservar la estabilidad del sector financiero".
Desaceleración de la vivienda
El organismo señala además que espera "una desaceleración gradual" del precio de la vivienda en España, desde el 7,2% del primer trimestre de año hasta una horquilla situada entre el 2,5 y el 4%.
No obstante, el Fondo prevé que en 2007 el crecimiento de la economía española se sitúe en el 3,6%, dos décimas más que la previsión oficial del Gobierno, del 3,4%.
Sobre la evolución de las cuentas públicas, el informe prevé que el superávit público en 2007 alcance el 1,3% del PIB (0,3 puntos porcentuales superior a la previsión del Gobierno español), medio punto menos que el alcanzado en 2006.
Finalmente, en cuanto a la evolución del sector financiero, el FMI advierte de un posible riesgo relacionado con el rápido crecimiento del crédito y la fuerte concentración de los préstamos en el sector inmobiliario, aunque añade que no afectará a la solidez del sector financiero dado los muy bajos niveles de morosidad y las altas dotaciones de provisiones.- (Agencias)
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“Hasta ahora hemos vivido la subida de la burbuja inmobiliaria española. A partir de aquí toca la bajada”, afirma Ricardo Vergés, arquitecto y economista del equilibrio. Según sus cálculos, nuestro país ha vivido no ya una burbuja, sino un antimercado (caso extremo de burbuja donde precios y cantidades de vivienda nueva están en relación directa y no inversa, como indica la ley de la oferta y la demanda) cuyas consecuencias son dramáticas para los diez millones de familias o más hipotecadas entre 1997 y tal vez 2012, que habrán de devolver la friolera de 3,25 billones de euros, de los cuales las entidades apenas han recuperado hoy un cuarto de billón, intereses incluidos.
Vergés lleva años señalando la existencia de una burbuja que ha plasmado gráficamente con datos oficiales, comparándola con la de Francia y EEUU y elaborando una cronología incluida en el informe que presentará el próximo mes de junio en la Universidad de París.
Y bien. “¿Cómo es que hemos llegado tan lejos?”, se pregunta Vergés. Para él, todo empezó en 1997, después de que en Europa se decidiera que un euro equivalía a 166,38 pesetas. “Esto supone un regalo para España”, asegura, “porque propició el retorno de capitales evadidos. De inmediato, el flujo de pasivo se tradujo en un activo de inversión residencial, sobre todo en Madrid y en la costa. Pero el dinero era fuerte y los compradores vigilantes, de forma que los precios se mantuvieron y el ciclo de Maastricht tocó techo en 2001”.
En 2000-2001, pasamos de construir 250.000 viviendas a 550.000 sin apenas subir precios. “Entretanto, bancos y cajas, inmobiliarios y políticos vieron que había una demanda formidable sin que nadie se lo esperara (también de inversión extranjera) e hicieron acopio de suelo”. En el año 2001 hubo un bajón y se construyeron solamente 500.000 unidades. Es decir, ya estábamos de vuelta del ciclo de Maastricht.
Sin embargo, con la entrada en vigor del euro, el 1 de enero de 2002, comenzó a funcionar lo que podríamos llamar la campaña de ‘los precios nunca bajan’ y de ‘no hay burbuja’. “Dicha campaña fue apoyada por estudios econométricos ineficientes -hoy en día desbordados-, por planeamientos urbanísticos delirantes y por estimaciones del patrimonio cuya metodología haría ruborizarse a cualquier especialista del Income and Wealth”, explica este experto.
“Todavía hoy, estos agentes se muestran ansiosos por proceder a las recalificaciones de suelo y recuperar las plusvalías derivadas de todo lo edificable. Mientras tanto, el actual Gobierno no ha desdeñado proseguir este trajín en el interior del país, cuando ya el litoral y la capital dan muestras evidentes de saturación”, añade. A partir de ahí, el ‘ciclo de la Meseta’ se ha acelerado, porque cada pueblo quería su burbuja. Por ejemplo, La Rioja ha pasado de 10 viviendas por 1000 habitantes en 1997 a 16 en 2002 y a 32 en 2006, tanto si se cuentan los proyectos de Arquitectos como si son direcciones de obra de Aparejadores (Fomento). Francia y Estados Unidos no superan las 9. "Ésta es la verdadera causa del endeudamiento actual y futuro de las familias, ya que la deuda hipotecaria computada por el Banco de España, se inicia con el crédito al promotor", añade.
“Ahora, el actual boom iniciado en 2002 ha tocado techo y desde mediados de 2006, está bajando a gran velocidad”, asegura Vergés, que continúa preguntándose lo mismo que en Europa ¿de dónde ha salido tanto dinero? Ésta es la gran cuestión que encierra la clave para entender el por qué de esta bajada y también el por qué de la larga despreocupación de la demanda. El resultado de esta exuberancia irracional, que nadie ha querido o sabido evitar, es que las familias tendrán que devolver una deuda hipotecaria desorbitada.
La esclavitud de la deuda
Respecto al famoso ‘efecto riqueza’ inmobiliario que sucesivos ministros de Economía españoles han predicado en estos últimos años, Vergés tiene su propia opinión: “Es un error pretender que somos un país de ricos propietarios, ya que debemos cerca de lo equivalente a lo pagado por las nuevas viviendas producidas desde 1996, si se toman las estimaciones de las Cuentas Nacionales en base 2000”.
El economista prevé que el precio de las viviendas volverá a sus cauces, lo que conlleva un ‘efecto pobreza’ para quienes compraron pisos sobrevalorados. Eso sin contar con el riesgo enunciado en el principio de Merton: “Cuando el valor de un activo es inferior a la deuda, el deudor prefiere devolver el activo antes que la deuda”. Por supuesto, tratándose de euros, debemos negociar garantía con el Banco Central Europeo. “Pero en España no ocurre como en el Reino Unido, donde si no puedes pagar la hipoteca devuelves las llaves”, advierte Ricardo Vergés.
“A partir de ahora, tenemos treinta años por delante para devolver esto, que no se podrá pagar en una generación. En suma, deberá hallarse un equilibrio entre la salvaguarda del poder adquisitivo del euro y la solvencia de las familias”, prevé.
Olivier Blanchard, otro economista, en este caso profesor de un instituto tan prestigioso como el tecnológico de Massachussets (MIT), predijo en The Economist a principios de este año que “España sería la próxima víctima de lo que él llama las depresiones que rotan bajo el euro”. Las consecuencias del pinchazo, según él, serán “salarios negativos y mucho paro”.
De "El Confidencial"
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