El alcalde presentó una serie de objetivos en pro del medioambiente, entre los que destaca una reducción del 30 por ciento en las emisiones urbanas que generan el 'efecto invernadero' para el año 2030.
También propuso la implantación de un polémico plan que obligará a pagar un peaje urbano a aquellos automovilistas que deseen utilizar su vehículo en determinados sectores de Manhattan.
"Trabajaremos para disminuir las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con el transporte, por lo que reduciremos el número de vehículos que circulen por nuestras calles", explicó Bloomberg y anunció una "ampliación del sistema de transporte público".
Arropado por la mayoría de los 32 alcaldes y delegaciones de grandes ciudades que hasta el 17 de mayo participan en esta cumbre, Bloomberg explicó que su ciudad pondrá en marcha y "en un período de prueba de tres años" un plan de peaje para el centro urbano similar al que, aseguró, funciona con éxito en Londres, Estocolmo y Singapur.
"Seremos la primera ciudad de EE.UU. en experimentar con una medida como esta y ser los primeros siempre es difícil, pero estoy convencido de que acabará siendo una realidad", recalcó.
El alcalde afirmó que la propuesta, incluida dentro de otras 127 medidas, cuenta con un "amplio apoyo" en la ciudad y el estado de Nueva York.
La iniciativa de Bloomberg recibió el aplauso inmediato del alcalde de Londres, Ken Livingstone, quien apoya una medida "llena de coraje" y que sigue los pasos de la capital británica, en un intento de reducir el tráfico en sus calles y que, aseguró, ha hecho que los londinense "cuenten ahora con una mayor calidad de vida".
Livingstone aconsejó a Bloomberg que no se amedrente por las críticas a su plan, ya que se deben tomar las medidas necesarias para luchar contra "el mayor problema al que se enfrenta la humanidad: el cambio climático".
El alcalde de Nueva York también aseguró que la ciudad realizará "grandes esfuerzos" para promover el uso de energías "más limpias", para lo que se incentivará "el uso de aparatos más eficientes de calefacción y refrigeración, y se renovará la maquinarias de las plantas eléctricas que abastecen a la ciudad".
"El uso de energías renovables eliminará casi once millones de toneladas de dióxido de carbono del aire de Nueva York hacia 2030", afirmó Bloomberg, quien está convencido de que la ciudad de los rascacielos será "la más respetuosa con el medio ambiente en Estados Unidos".
La Cumbre Mundial de Grandes Ciudades C40 facilitará el que las ciudades más pobladas del mundo compartan sus proyectos para luchar contra el cambio climático.
Los regidores de ciudades como Los Ángeles, Toronto, Ciudad de México, Bogotá o Tokio debatirán en estos días sus experiencias en sesiones que tratan del consumo eléctrico, el uso de combustibles, calefacción o el tratamiento de los residuos, entre otros asuntos.
La cumbre cuenta con la participación del ex presidente Bill Clinton y de dirigentes de grandes empresas, incluidas Siemens, Alcoa, Citigroup y Time Warner, entre otras.- (EFE)
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