sábado, 2 de abril de 2011

La CAM no será intervenida pero tendrá que aplicar un durísimo plan de reestructuración

MADRID.- El tiempo se agota y las negociaciones para conseguir comprador no avanzan. Por eso, y por su empeño en que puede continuar en solitario (algo que no termina de digerir el Banco de España), la CAM decidió este viernes pedir 2.800 millones de euros en ayudas públicas a cambio de que el Estado entre en su accionariado (con el 65% del capital en su poder, como poco). Para ello, se convertirá en banco, dice hoy 'Público'.

El organismo supervisor decidirá la próxima semana si acepta este plan, que implicaría la nacionalización de una de las mayores cajas del país (la cuarta antes de iniciarse las fusiones). En caso de hacerlo, se evitará la intervención de la caja alicantina, una situación por la que no quiere pasar el organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Pero para poder aprobar estas millonarias ayudas (las mayores solicitadas en esta ronda) tendrá que exigir un plan leonino de reestructuración, que incluiría una re-
ducción muy considerable de la red de oficinas, un sustancial recorte de empleos y la venta de las participaciones industriales de la caja. De momento, los sindicatos han exigido ya que se siga adelante con las prejubilaciones que ya se habían acordado con cerca de 900 empleados.
Pese a la petición aprobada este viernes por el consejo de administración, la caja alicantina no pierde, en todo caso, la esperanza de conseguir un socio con el que salir adelante. Las negociaciones con las grandes entidades del país no han fructificado todavía, pero todavía no están en vía muerta. Las mayores opciones las tiene Banco Santander, que podría absorber la caja y fusionarla con Banesto. De esta forma, su filial incrementaría mucho su tamaño y se convertiría en una de las mayores del país, además de dejar atrás el constante rumor de su posible venta.
No obstante, todavía no se ha hablado de precio y el grupo presidido por Emilio Botín no tiene ninguna prisa, con lo que puede perfectamente esperar a que el Estado sanee la caja antes de pujar por ella.
Si finalmente se aprueba este procedimiento solicitado por la CAM, el fondo de rescate (el FROB) entraría en su accionariado y dirigiría la gestión, puesto que sería un accionista muy mayoritario. Incluso podría cambiar a los ejecutivos actuales.

Los directivos se quedan

De hecho, la salida de los actuales directivos era una de las cuestiones que se esperaba que se debatieran en el consejo de administración de este viernes, pero finalmente nadie pidió la dimisión del presidente, Modesto Crespo.
En el sector financiero crecen día a día las críticas al Banco de España por no decidirse a intervenir la entidad y este viernes criticaban que siga considerándola solvente y concediendo las ayudas por la vía más fácil incluso cuando la agencia de calificación de riesgos Fitch colocó este viernes su deuda en el nivel de bono basura.
El Gobierno valenciano trató este viernes de minimizar los últimos acontecimientos en la caja alicantina y de sacudirse cualquier responsabilidad al respecto. El encargado de comparecer ante la prensa fue José Manuel Vela, secretario autonómico de Economía. Insistió en que la responsabilidad sobre lo que está pasando es del Gobierno de España, por la continua modificación de los requisitos de solvencia impuestos a las cajas, y también de la regulación de las fusiones. "Aquí lo que ha ocurrido es que se inició un proceso con unas reglas del juego que a mitad del proceso y cerca del final se cambian", explicó. Vela dirigió también su dedo acusador al Banco de España, "el que tiene la competencia ejecutiva de actuar" en materia de solvencia.
Vela negó que las dificultades de la CAM, y el consiguiente peligro que corre de ser nacionalizada o vendida, sean un hecho "grave", y consideró que no existe peligro de que la CAM, una entidad centenaria, pierda su identidad si es vendida o si es intervenida por el Estado, informa Belén Toledo.

Unnim busca socios

Mientras la CAM sigue buscando una nueva salida después de haber roto su fusión con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, Unnim está buscando por su lado una salida a sus necesidades de capital. El presidente de Unnim, Jaume Ribera, y el director general, Jordi Mestre, tienen asumido que cualquier opción de futuro pasa por perder el control de su entidad. Entre las distintas salidas para su supervivencia, priorizan la de intentar fusionarse con otro banco nacido de cajas, y en todos los casos su pequeña dimensión la relegará a un peso por debajo del 50%. El deseo es que el acuerdo llegue con otra organización fuera de Catalunya, porque ante ella podría hacer valer su red de oficinas, y evitar duplicidades que podrían desembocar en más cierres y despidos de empleados. Eso significa, además, que el centro de decisión dejaría de estar en Catalunya, informa Glòria Ayuso.
Unnim aseguró este viernes que está negociando con todas las posibles parejas y que cualquier opción está abierta.
La posibilidad de una fusión, preferiblemente a través de un SIP, es la más fácil, puesto que no contempla salir a Bolsa por su baja valoración y considera que es complicado encontrar inversores privados en un contexto en el que todas las cajas buscan dinero. "Los inversores extranjeros son fondos buitres que quieren especular. No nos convienen para un negocio a largo plazo", explicó la dirección.
En caso de no llegar a pactar una fusión, se recurrirá a los fondos del FROB, lo que también significará perder el control de la entidad.
La Generalitat mantiene que prefiere que las operaciones se queden en casa. Pero de ahí no pasa, aseguraron este viernes fuentes de Unnim, ya que en la práctica las entidades hacen lo que quieren, a la vista de lo sucedido con Caixa Penedès y Caixa Laietana, que forman parte de los SIP Mare Nostrum y Bankia, respectivamente.
Fuentes del sector ven complicada la única solución que contentaría a la Generalitat, una operación de CatalunyaCaixa y Unnim en torno a Banco Sabadell o La Caixa. En la práctica, fuentes del sector aseguran que a ninguno de los dos les interesa aumentar su cuota catalana ni está por la labor.
Una de las posibilidades que se contemplan ahora para Unnim es la de una fusión con Cajastur, Extremadura y Cantabria.

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