MADRID.- El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá,
ha solicitado un "sacrificio" a las concesionarias y las constructoras
titulares de las nueve autopistas de peaje que afrontan un riesgo de
quiebra para "encontrar entre todos una solución razonable a su
problema".
El 'número dos' de Fomento considera que los actuales
accionistas de estas vías deben reconocer "la pérdida de valor" que han
registrado sus concesiones, según detalló tras participar en un congreso
de infraestructuras organizado por International Faculty for Executives
(Ifaes).
Catalá considera que la situación de estas nueve autopistas
es un problema "local y parcial" dentro del sistema concesional
español, si bien subrayó la necesidad de solucionarlo con el fin de
garantizar que este sistema siga siendo "un modelo de éxito de
referencia internacional".
"Son modelos concesionales que no han funcionado y en los
que ha habido un riesgo que se ha puesto de manifiesto con un mal
funcionamiento de las concesiones que ha tenido consecuencias en sus
resultados", sintetizó el 'número dos' de Fomento en relación a las vías
en problemas.
Por ello, emplazó al sector a "reconocer el problema, para
no desenfocarlo" y a buscar una "solución coherente con la realidad",
teniendo además en cuenta, tal como ya ha asegurado la ministra de
Fomento, Ana Pastor, "que no se pueden asignar recursos de los
ciudadanos para solucionar este problema".
"Si todos jugamos con las
mismas reglas y con lealtad sobre estos principios, encontraremos la
solución", aseveró Catalá.
El secretario de Estado aseguró que el Ministerio
actualmente estudia la contrapropuesta remitida por los titulares de las
autopistas sobre la solución planteada por Fomento, que pasa por
constituir una sociedad mixta que integre a todas las vías con
problemas.
Según fuentes del sector, el Departamento que dirige Ana
Pastor ofrece a las constructoras y concesionarias de las autopistas una
participación del 20% en la sociedad. No obstante, las empresas han
reclamado contar con un 49%, o bien que se les abonen los alrededor de
los 500 millones que considera que la Administración les adeuda por las
obras de construcción de las autopistas.
El sobrecoste que las vías afrontaron por las
expropiaciones de los terrenos sobre los que se construyeron y la caída
de los tráficos constituyen las causas de los problemas de esta decena
de vías.
Entre estas autopistas figuran la circunvalación de Alicante, las radiales de Madrid, la
Madrid-Toledo, la que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la
Ocaña-La Roda o la Cartagena-Vera. Cinco de ellas están ya en concurso
de acreedores y entre sus principales accionistas figuran las grandes
constructoras cotizadas.
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