La dirección y los sindicatos han celebrado ya el acto de mediación en el marco del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), en el que los representantes de la plantilla han mostrado su desacuerdo con la puesta en marcha del despido colectivo, por lo que han comenzado a tramitar la celebración de una huelga para principios de octubre, según ha podido saber El Español.
Al no retirar la entidad el ERE, como era el deseo de los sindicatos -que prefieren un proceso de prejubilaciones voluntarias como el pactado a finales de 2020-, estos siguen adelante con la huelga que ya empezaban a plantearse la pasada semana, como contó este periódico. Las fechas que manejan para la misma son el 6 y el 8 de octubre.
Solamente necesitan para ello realizar el "papeleo" de comunicar a la autoridad laboral (Ministerio de Trabajo) sus intenciones, si bien fuentes de la mesa de negociación explican que se trata de un mero trámite y dan por seguro que se terminará celebrando.
Los representantes de la plantilla de Sabadell quieren de esta forma emular a sus homólogos en BBVA y CaixaBank, que rompieron con treinta años de "paz social" en la banca, en los que no se habían celebrado huelgas de gran relevancia, al movilizar a gran parte de la plantilla.
Estas iniciativas tuvieron efecto en las respectivas negociaciones y ambas terminaron con acuerdo entre la mayoría sindical y los bancos en relación con los dos ERE. El de BBVA terminó afectando a 2.935 trabajadores y el de CaixaBank, a 6.452.
Esta huelga, de llegar a celebrarse, será el punto álgido de una escalada de movilizaciones que los trabajadores tienen en marcha. Por el momento, los sindicatos han movilizado la plantilla para celebrar concentraciones en varias ciudades y también planean realizar parones de actividad de quince minutos o, incluso, horas. Se trata del mismo esquema que siguieron los empleados de BBVA y CaixaBank como medida de presión en sus recientes negociaciones.
Los representantes de la dirección de Sabadell y los de la plantilla han celebrado ya cuatro reuniones en el marco del proceso informal y otras dos una vez constituida la mesa de negociación formal.
En las mismas, el banco ha informado a los sindicatos del perímetro de afectación del ERE (1.936 trabajadores y posibilidad de recolocar únicamente a 60) y las propuestas de indemnizaciones. También les ha trasladado su deseo de que todo el proceso se salde con voluntariedad de alcanzar un acuerdo.
El banco, según ha trasladado a los sindicatos, considera que este proceso es indispensable para garantizar la sostenibilidad del negocio a futuro y mejorar su eficiencia en un contexto de baja rentabilidad.
No en vano, Sabadell cerró el segundo trimestre con un ROE (rentabilidad sobre recursos propios) del 3,1%, lo que supone un nivel muy alejado del de sus competidores, en un contexto de importantes retos para el sector, inmerso en el proceso de digitalización, a punto de enfrentarse a la subida de los impagos tras la crisis del coronavirus y con los tipos de interés aún en negativo.
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