ALICANTE.- Hace semanas que se habla de un acuerdo verbal, en las tres provincias de la Comunitat Valenciana, por el que los afines a Ximo Puig y los de Pedro Sánchez pactaban las listas de delegados al congreso federal del PSOE, con un 45% para quien encabezara la lista y el 55% para el resto. Este acuerdo tácito se ha cumplido en las provincias de Castellón y de Valencia, aunque con porcentajes dispares, pero que han satisfecho a las dos partes.
Sin embargo, en
la provincia de Alicante, ese acuerdo no ha sido posible y llegado al
plazo marcado por la dirección federal, no se había presentado la lista; es decir, que a la hora requerida, el PSPV de la provincia de Alicante no tenía lista de delegados para el cónclave federal que se celebrará en Valencia en octubre. Los sanchistas argumentan que no se les ofrecido el 50% de la lista que les correspondería, los ximistas lamentan que no haya habido opción a negociar, según la crónica de Alicante Plaza.
Ante esta falta de quorum, finalmente ha sido la cabeza de lista de esa delegación provincial, Ana Barceló, quien ha tenido que presentar la lista con 24 nombres sólo con los aportados por ella y los afines a Puig. Los sanchistas se negaron a negociar con el precepto de que la otra parte no satisfacía la pretensión de que se repartiera el número de delegados, al menos, a partes iguales.
El no pacto para la lista de compromisarios al congreso federal confirmó lo que había producido en las últimas horas en la agrupación de la ciudad de Alicante, donde tampoco hubo acuerdo para cerrar una lista de consenso, esta vez, para el congreso autonómico del PSPV, que se celebrará en Benidorm, en noviembre.
En este caso, sí que hubo negociación y ofrecimientos, pero sin acuerdo. El secretario general del PSPV de Alicante ciudad, Miguel Millana, llegó a ofrecer hasta el 25% -seis puestos- de esta lista, pero tampoco hubo acuerdo. Es más, los sanchistas optaron por retirarse de la negociación al no ver satisfechas sus pretensiones, que eran mayores.
Y así está el panorama: ximistas y sanchistas, incapaces de alcanzar un acuerdo para dos congresos, el federal, y el autonómico, en el que la elección de los líderes está solventada. Puig y Sánchez serán elegidos casi por aclamación. Es decir, los socialistas de la provincia de Alicante incapaces de un acuerdo que sí se ha dado en Valencia y Castellón.
¿Qué hay detrás de todo? Pues el congreso provincial de Alicante, que debe celebrarse después del autonómico del PSPV; es decir, en enero. Y en ese cónclave, todo hace indicar que el líder de los sanchistas, Alejandro Soler, presentará su candidatura e, incluso, irá a las primarias si es necesario.
Los sanchistas culpan a los entornos de Puig en Alicante y a la propia Ana Barceló -cabeza de lista- de negarse a cumplir lo que sí se había hablado con el presidente de la Generalitat, que sí se ha completado en Castellón y Valencia, y no en Alicante: repartirse las candidaturas al 50%.
Desde la dirección del PSPV niegan que ese acuerdo fuera en esas condiciones del 50%. En todo caso, consideran que había que reunirse, sentarse y negociar puestos y dar representación a cargos institucionales, algo que, según dicen, sí que se ha producido en las otras dos provincias.
En Alicante, al no haber acuerdo, quedan fuera todos los representantes sanchistas y cargos como el alcalde de Elda y presidente de la FVMP, Rubén Alfaro, y el alcalde de l'Alfàs del Pi, Vicent Arques, que se habían posicionado, en este caso, con el sanchismo.
La idea de la cúpula del PSPV es que las listas fueran representativas de cargos institucionales -alcaldes y la subdelegada del Gobierno- y del partido -Juana Serna y José Chulvi- y de todas las comarcas, y que recogieran todas las sensibilidades del partido. Pero según estas mismas fuentes, Alejandro Soler ha negado la interlocución de personas como Ángel Franco o la propia Ana Barceló y siempre ha esgrimido contar con el 50%, al parecer pactado con el propio Puig.
Por ello, los afines de Puig ven en la negativa de los sanchistas de Alicante a negociar la estratagema de Soler para justificar su candidatura a la secretaría general provincial. No entienden que lo haga ahora, en dos congresos ya resueltos, y que ello sirva para romper el consenso que sí se ha dado en la mayoría de los territorios. Ante esta negativa, la propia Barceló presentó su propia lista de delegados, bien entrada la noche, y con el plazo y las prórrogas vencidas.
La cuestión es que, pese a que no hay pugna en los congresos, más allá de cómo será la confección de las ejecutivas, y con PSOE y PSPV en el poder en las principales instituciones, ambas facciones socialistas son incapaces de alcanzar un acuerdo para una lista amplía, en la que cabrían varios perfiles. La guerra en el PSPV de la provincia de Alicante ha estallado.
Versión de "El Español"
El socialismo alicantino sigue sin encontrar un equilibrio pese a gobernar desde la Moncloa y desde el Palau de la Generalitat. Cuando se cerraba el plazo de presentación de listas de delegados para el congreso federal del 15 al 17 de octubre en Valencia, los sanchistas alicantinos se quedaron fuera.
Según explicaron desde este sector a El Español, la cabeza de lista de delegados, la también consellera de Sanidad, Ana Barceló (ahora afín a Ximo Puig), rompió el pacto establecido semanas antes. Se trataba de un acuerdo de integración.
Aquel pacto consistía en que el sector que encabezase la lista por la provincia (el de Puig) ponía el 45% de los delegados y el otro sector (el de Pedro Sánchez) el 55%. Se trataba de un equilibrio para reconocer las dos autoridades en el socialismo valenciano para sendos congresos en los que habrá candidato único.
El sector de Sánchez en la provincia está liderado por el diputado y exalcalde de Elche, Alejandro Soler. Y Soler debía tener mayoría, aunque ofreció a última hora un 50-50% de representación. Al parecer Barceló sólo quiso darle un 40%.
En el trasfondo de la situación está la pujanza de los sanchistas de cara, no ya a estos congresos, sino al provincial que puede celebrarse en diciembre o enero. Ahí, Soler y los suyos quieren disputar el liderazgo orgánico a los de Puig. Y éste no está dispuesto a darles alas.
Por dignidad, y tras la ruptura de los lermistas, los sanchistas decidieron no presentar delegados al congreso de su líder en Valencia. Esperarán su momento para hacer valer los que entienden es su hegemonía en la provincia y que no se entienda en clave de cuestionamiento de la gestión institucional de Sánchez y Soler. Esperarán al provincial.
la ruptura en la provincia de Alicante es inédita en toda la Comunidad Valenciana. Pero al tiempo, viene sucediéndose desde los últimos treinta años en la provincia cada vez llega un congreso, con mayor o menor virulencia.
Alicante ciudad
La situación en la agrupación local de Alicante no está mejor. A primera hora de este sábado los sanchistas anunciaron que retiraban la candidatura encabezada por la exconcejal de Alicante Sofia Morales "dada la nula voluntad de llegar a acuerdos" del secretario general local, "atado a la decisión de personas ajenas a su ejecutiva", en referencia a Ángel Franco.
En el caso de la ciudad de la ciudad de Alicante, el sector de Ángel Franco, aliado de Ximo Puig, tan sólo les reconoce un 20% de los apoyos de una militancia menguante. De ahí que eludiesen llegar a un acuerdo.
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