MADRID.- En puertas de la liberalización del
transporte ferroviario de viajeros en diciembre de 2020, se van
conociendo las empresas dispuestas a competir con Renfe y popularizar el
tren de alta velocidad en España como lo hicieron, hace dos décadas,
las aerolíneas de bajo coste con el viaje en avión.
La liberalización romperá en menos de dos años el monopolio de la
operadora pública en el mercado de alta velocidad, aunque no ocurrirá lo
mismo con los servicios ferroviarios sujetos a obligación de servicio
público (OSP) -Cercanías, Media Distancia, Ancho Métrico y Avant-, que
prestará hasta que se vuelvan a licitar en 2033.
Para contrarrestar la presumible pérdida de cuota de
mercado, Renfe lanzará antes de la liberalización un nuevo servicio de
alta velocidad de bajo coste, un 40% más baratos que el AVE clásico.
Los precios se ajustarán a los del mercado objetivo que Renfe quiere
"atacar", el de carretera, que tiene, por ejemplo, en el corredor entre
Madrid y Barcelona (con 11 millones de viajeros al año), una cuota del
38 % frente al 39 % del ferrocarril y al 23 %, del avión.
Renfe espera ganar dinero con su AVE 'low cost', aunque no sea mucho,
desde el primer día, a diferencia de la marca Ouigo, con la que opera un
servicio similar desde hace casi seis años la compañía francesa de
ferrocarriles SNCF y que reconoce que se necesita un año y medio para
amortizar la inversión en cada nueva línea que lanza.
Precisamente SNCF ha confirmado esta semana su decisión firme de entrar
en España preferentemente de la mano de empresas locales -está
negociando con varias empresas privadas, entre ellas ILSA (Acciona y Air
Nostrum), que a su vez cuenta con más candidatos a socios en operadores
de otros países de la UE-, o en solitario, si no logra llegar a un
acuerdo con ninguna de ellas.
SNCF quiere traer a
España su marca Ouigo, inspirada en el modelo 'low cost' aéreo, que
ofrece en Francia precios desde 10 euros y un 60 % de sus usuarios viaja
por menos de 25 euros por trayecto.
Renfe ya tiene
identificado el material rodante de su flota actual con el que prestará
el nuevo servicio 'low cost', por lo que no depende de nuevos encargos
de trenes para lanzarlo, mientras que SNCF tendría que equipar con los
correspondientes sistemas y certificados de seguridad y homologar los
vehículos que quiera destinar a España o comprar.
La
operadora gala no ve barreras en los costes de peaje que cobra Adif por
circular por las vías y utilizar estaciones que, según la directora
general de Viajes Sncf, Rachel Picardo, son similares a los de Francia
y, sí, "son caros, pero es así como se financian las infraestructuras".
A partir de diciembre de 2020, cualquier empresa que disponga de la
licencia de operadora ferroviaria y del certificado de seguridad, que
otorga la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, y haya solicitado el
uso de la infraestructura ferroviaria a Adif, podrá prestar servicios
en competencia con Renfe.
La lista de empresas que
cuentan con la licencia y el certificado de seguridad en España es
larga, destacando, aparte de SNCF, ILSA y Acciona, Alsa, Arriva, Avanza,
CAF, Continental Rail, Ferrovial o Socibus, entre otras.
Adif facilitará seguridad jurídica a los nuevos operadores mediante la
suscripción de acuerdos marco que garanticen la reserva de capacidad por
un periodo de 5 años, que puede ser superior (más de 15 años) en caso
de existencia de compromiso de fuertes inversiones.
Adif ya trabaja en la reorganización del tráfico actual, para que sea
posible introducir los servicios de las nuevas empresas; en un plan para
paliar la saturación de las grandes estaciones o en la localización de
terrenos de su propiedad susceptibles de ser puestos a disposición de
los operadores entrantes, para la construcción de sus instalaciones.
Con la liberalización del AVE y larga distancia, culmina la apertura a
la competencia del mercado ferroviario español, después de que lo
hiciera en 2005 el transporte de mercancías y, posteriormente, los
trenes turísticos e internacionales.
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