Ya
es una realidad el implante del microchip RFID en seres
humanos como instrumento de la élite mundial para el control de
la población. Aunque inicialmente se están implantado con
carácter voluntario en Australia, Suecia y Canadá, la
implantación acabará convirtiéndose en obligatoria con el
tiempo para poder acceder a los servicios sociales e incluso para
poder tener un trabajo.
Incluso ya lo venden ahora mismo desde Braunton, Devon, Reino Unido,
a través de la plataforma comercial de eBay, al “módico precio”
de unos 45 euros, por si alguien se lo quiere implantar por gusto,
pero advierten que es peligroso. Su nombre técnico es “Implante
de etiqueta NFC NTAG 216 Kit Microchip biohack XNT”.
Los riesgos serán aún mayores cuando se empiecen a incorporar
datos biológicos a los chips. Si una empresa sabe más que tú
sobre tu propia salud, ¿cuáles son las implicaciones éticas y
quién decide las normas?
COMO UN GRANO DE ARROZ
El procedimiento de implante es parecido al de un ‘piercing’
e implica una jeringa que inyecta el chip en la mano de la
persona. Aquellos que ya se han insertado el microchip dicen haber
sentido un leve pinchazo. Pero los implantes podrían causar
infecciones o extrañas reacciones en el sistema inmunológico
del cuerpo.
Un microchip subcutáneo o microchip de identificación es una
pequeña cápsula de cristal especial que tiene el tamaño
de un grano de arroz y que contiene un transpondedor con
un código único que permite la identificación de cada
persona. El microchip de identificación se implanta bajo la piel
entre los dedos pulgar e índice con la ayuda de una
aguja de inyección especial.
RFID o identificación por radio-frecuencia (del inglés
Radio Frequency Identification) es un sistema de almacenamiento y
recuperación de datos remotos que usa dispositivos denominados
transpondedores RFID. El propósito fundamental de la tecnología
RFID es transmitir la identidad de un objeto (similar
a un número de serie único) mediante ondas de radio.
Un RFID, al contrario que un código de barras, permite acceder de
manera remota a la información que contiene. Se usa en etiquetas
antirrobo, en estaciones de esquí y también en los"chips de
identificación" para animales domésticos. También están
implantados en la mayoría de los teléfonos inteligentes y tarjetas
sin contacto, así como en pasaportes electrónicos.
CONTROL ABSOLUTO
El microchip humano permite controlar todos nuestros movimientos
y sustituir a las actuales tarjetas de crédito, haciendo depender la
vida de una persona de ese microchip, de manera que si alguien no
acepta las normas, su microchip podrá ser desconectado
y no podrá comprar alimentos o desplazarse libremente.
De este modo los no implantados se verán arrastrados hacia la
implantación, a pesar de su oposición a ello. Pero incluso ahora
mismo la ‘voluntariedad’ de este implante es muy discutible,
cuando ya hay grandes empresas multinacionales que exigen el
microchip a sus empleados para poder contratarlos.
De hecho, ya se están introduciendo estos microchips en las
cárceles o en el ejército como mecanismo de control de
los individuos, el siguiente paso que la élite quiere dar es
introducir este mecanismo como perro guardián para
toda la población civil.
Inicialmente de carácter voluntario, la implantación acabará
convirtiéndose con el tiempo, en algo obligatorio y necesario
debido a la moda, la imposición y al agravio comparativo que
generarán, puesto que se producirá una dualidad en la población:
implantados y no implantados. Por esa misma razón en los hospitales
públicos de Europa, estará disponible la colocación de este
microchip a todos los bebes que nazcan.
APOCALIPSIS
Esto ya lo había anunciado el Libro de las Revelaciones de San Juan.
Apocalipsis 13:16-18.- “Y hacía que a todos, pequeños y
grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca
en la mano derecha o en la frente, y que ninguno pudiera comprar ni
vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la bestia o el
número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene
entendimiento cuente el número de la bestia, pues es número de
hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis (666)”.
Sin duda alguna, la marca del diablo, el número de la bestia, la
marca del Anticristo. Cuando llegue esto, no va a quedar más
remedio que afiliarse a los Testigos de Jehová, que quizás será
la única entidad que luchará contra este atropello de forma
organizada, aunque ya los están persiguiendo en Rusia,
violando todas las convenciones internacionales de derechos humanos y
de libertad de conciencia.
EL PAPA FRANCISCO APOYA EL MICROCHIP
A finales de mayo de 2014 el propio Papa Francisco dio su apoyo
público a la implantación del microchip RFID. Durante la audiencia general semanal del Papa, habló a la multitud acerca de
su visión sobre la tecnología RFID, y aseguró a muchos de sus
seguidores que “ningún daño espiritual” puede venir con
la implantación.
“Hemos examinado las Escrituras a fondo, y de manera concluyente
podemos decir que no hay nada que indique que los chips RFID son
satánicos de todos modos. En tal caso, estos dispositivos son una
bendición de Dios mismo, concedido a la humanidad para resolver
muchos de los males del mundo.”
Él ha considerado que es necesario que sus devotos deban tener la
mente abierta en esta época, en los brillantes avances tecnológicos
que se están haciendo todos los días. El obispo de Roma explicó a
los asistentes su entusiasmo por lo que la implantación de RFID es
un procedimiento obligatorio para todos los empleados y residentes
del Vaticano.
Es el mismo tipo de chips que ya se están poniendo de moda en Suecia
y en otros países occidentales como Alemania, Australia y Nueva
Zelanda, en donde se han llevado a cabo varias iniciativas para
promover esta tecnología controladora de la población.
LA MARCA DE LA BESTIA
Suecia es el conejillo de indias de un siniestro
plan para insertarnos a todos un microchip. Pero hay mucho más,
mediante programas de vacunación y justo después de
nacer, la población se verá obligada a portar un microchip para
olvidarnos por completo del dinero físico.
Debido a la nueva crisis económica, los gobiernos mundiales
eliminarán la moneda física, de modo que la única forma de
poder comprar algo será mediante un chip implantado, que a su vez
servirá para la identificación y seguimiento de los
ciudadanos.
Una vez más, todos los humanos se verán obligados a implantarse el
diminuto dispositivo, por lo que aquellos que están en el poder
podrán conocer cada uno de nuestros detalles y controlar cada uno de
nuestros movimientos. Y detrás de esta manipulación tecnológica
se encuentra los illuminati, dando un paso más hacia
el nuevo orden mundial y
el regreso del Anticristo.
AUSTRALIA Y SUECIA
Australia se ha convertido en el primer país
que comenzó a aplicar el microchip a la ciudadanía en
el año 2017. A través de anuncios, se muestran
los supuestos beneficios que trae el microchip implantado bajo la
piel como abrir puertas, encender luces y tener acceso a computadores
con sólo un movimiento de la mano, lo que ha provocado una demanda
espontánea.
Por otro lado el implante funciona como una tarjeta de visita, y se
comunica con el teléfono inteligente permitiendo la geolocalización
y el almacenamiento de datos médicos complejos. También se pueden
configurar los microchips para pagar las cuentas y poner fin a la
necesidad de dinero en efectivo y de tarjetas de crédito.
El tema comenzó a protagonizar titulares en 2015 cuando Epicenter,
una empresa de alta tecnología con base en Estocolmo, causó
cierta polémica al anunciar que iba a implantar chips a sus
trabajadores.
Por su parte miles de suecos ya tienen implantados microchips en sus
cuerpos para no tener que llevar consigo tarjetas o billetes de tren.
De hecho, unas tres mil personas en Suecia se han
insertado bajo la piel un microchip, que es tan pequeño como un
grano de arroz, en los últimos tres años. El año pasado, la
compañía ferroviaria sueca SJ comenzó a escanear las manos de los
pasajeros con chips biométricos para registrar su billetes.
ESTADOS UNIDOS
En los Estados Unidos una empresa con sede en el estado de
Wisconsin anunció que implantará microchips en la piel de
sus empleados y se convertirá en la primera del país en llevar a
cabo esta práctica. La compañía que ha hecho el anuncio es “Three
Square Market”, un negocio de máquinas expendedoras ubicado al
norte del país, cuyos servicios se extienden a Asia, Europa y
Australia, además del mercado local.
Esta medida permitirá a los empleados acceder a las instalaciones de
la compañía, iniciar sesión en las computadoras, usar la
fotocopiadora o pagar los servicios de comedor, por ejemplo. Por
tratarse de una negocio moderno de máquinas expendedoras de
alimentos, los trabajadores podrán activar con el chip las máquinas
que tiene la propia compañía en sus instalaciones.
IMPLANTES HUMANOS
Los chips RFID implantables, diseñados originalmente para el
etiquetado de animales se están utilizando y se están
contemplando también para los seres humanos. Applied Digital
Solutions propone su chip de formato único subcutáneo como solución
a la usurpación de la identidad, al acceso seguro a un edificio, al
acceso a un ordenador, al almacenamiento de expedientes médicos, a
iniciativas de anti-secuestro y a una gran variedad de aplicaciones.
Combinado con los sensores para supervisar diversas funciones del
cuerpo, el dispositivo Digital Angel podría proporcionar supervisión
de los pacientes. El Baja Beach Club en Barcelona (España) utiliza
un Verichip implantable para identificar a sus clientes VIP, que lo
usan para pagar las bebidas.
Por otro lado el Departamento de Policía de
Ciudad de México ha implantado el Verichip a unos 170 de sus
funcionarios de Policía, para permitir el acceso a las bases de
datos de la Policía y para poder seguirlos en caso de ser
secuestrados.
ESTRATEGIA SIBILINA
¿Como lo llevarán a cabo? Militares o funcionarios estarán
obligados a llevarlo si desean el puesto; será uno de los
requisitos. Será obligatorio para acceder a
lugares públicos (bibliotecas, universidades, centros médicos,
etc…). Famosos serán implantados en directo y en público.
Esas situaciones obligarán a la población a aceptar su
implantación.
Llegado el momento de avance, se exigirá a toda la población.
Se utilizará en las transacciones económicas, de modo que
quien no disponga de un microchip implantado no podrá
pagar ni vender. Para su aceptación, el proceso será
gradual, poco a poco, acentuando sus bondades y haciéndolo
considerar como una moda a los jóvenes. Se comentará
frecuentemente en los medios de comunicación oficiales, hasta que se
convierta en algo habitual.
Una vez que la población esté implantada, se acabó la libertad:
saben quién eres, dónde estás a cada momento; se termina la
libertad, el pasar desapercibido, los contrarios serán
catalogados como antipatriotas, rebeldes renegados o
terroristas, etc.
¿Como nos lo venderán? Pues diciendo que te permite saber
donde está tu hijo desaparecido, que permite saber tu historial
médico en caso de accidente, que te permite encender las luces y
abrir puertas al pasar al lado, acceso libre a tu discoteca habitual,
etc.
¿Que consiguen realmente con ello? Control total de la
población, catalogación de la población (opositores y sumisos),
monitoreo y seguimiento en tiempo real.
(*) Periodista
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