Vamos a ver señor presidente del PP, joven Pablo Casado con dos
sonoras derrotas electorales ya en su haber y con un discurso enrevesado
con unas propuestas incomprensibles que en nada ayudan a España.
Si España está tan mal como dice Casado y si los pactos de Pedro
Sánchez con Pablo Iglesias y Oriol Junqueras son un serio peligro para
la unidad del país, la democracia y la convivencia nacional, lo que
tiene que hacer sin más dilaciones Casado es proponer un gobierno de
‘gran coalición’ del PSOE con el PP. ¡Por España! Como diría Santiago
Abascal.
Esa es la solución y la oferta y alternativa que el PP tiene que
ofrecerle a Sánchez ante todos los españoles y antes de que sea
demasiado tarde. Y aunque conocemos de antemano la respuesta de Sánchez,
señor Casado por usted que no quede.
Pero ese discurso cobarde y entrometido en vidas ajenas de decirle a
Cs y Navarra Suma lo que tienen que hacer, para ponerse a las órdenes de
Pablo Iglesias y de Pedro Sánchez es inadmisible además de inviable y
no arregla nada el problema de fondo si Sánchez e Iglesias son los que
están al frente del poder.
Y todo eso de los 10, 20 o 30 ‘pactos de Estado’ que ofrece es una
ridícula falacia que no tiene pies ni cabeza. O ¿Acaso piensa ofrecerle
el PP regalos a Sánchez mientras el jefe del PSOE redacta los indultos
para los golpistas catalanes? Un asunto este del indulto del que Casado
no habla apenas a pesar que es la clave secreta del pacto con ERC para
que Junqueras pueda ser pronto candidato y presidente de la Generalitat.
Dice Casado que él no puede pactar con Sánchez porque él es la
reserva espiritual de Occidente y de la Oposición. Y que, por lo tanto,
se reserva para mejor ocasión. Pero ¿no va diciendo Casado que España se
hunde? Pues a que espera para reaccionar. Por lo menos Inés Arrimadas
ha ofrecido el pacto constitucional a tres entre PSOE, PP y Cs de los
221 diputados.
Pero Casado no se quiere despeinar, está rodeado de un equipo con
pocas luces e ideas -tras haber depurado a lo mejor del PP- y ha lanzado
como ejemplo a seguir en España y al estrellato de la política nacional
a esa demencial presidenta de la Comunidad de Madrid llamada Isabel
Ayuso. La que no para de decir machadas a idioteces y que se está
convirtiendo ‘de facto’, por su invasora presencia en los medios, en la
líder nacional del PP.
Y ese liderazgo madrileño de la Ayuso ¿es el modelo que Casado ofrece
a España? Sánchez e Iglesias serán unos políticos ambiciosos y puede
que peligrosos para la convivencia española, pero desde luego son
inteligentes, no tienen un pelo de tonto y además no dicen idioteces.
Está claro que la más lista del PP es sin duda Cayetana Álvarez de
Toledo y además aspira a sustituir a Casado al primer desmayo del lider.
El problema que tiene Cayetana es que sus maneras de actuar en política
se inspiran en las películas de Rambo. Y el PP sobre todo necesita
recuperar el centro.
Ya sabemos, señor Casado, que quiere comerse lo que queda de Cs para
ver si por así acerca al centro de la política. Pero esa pretendida
fusión de PP y Cs sólo tendría éxito si el liderazgo cayera en Arrimadas
que es la que tiene credibilidad, que ya triunfó en el territorio
comanche catalán, y que sí tiene algo de suerte poco a poco recuperará
Cs y ello sería a costa del PP.
Casado lo sabe y por eso se empeña en empujar a Cs hacia los brazos
de Sánchez a Iglesias para que desaparezcan del todo. Pero no se
equivoque Casado esa burda maniobra no le saldrá. Y si le preocupa
España pues ya sabe lo que tiene que hacer proponga a Sánchez la gran
coalición PSOE-PP.
Y no de más la matraca con esa inviable, infantil y enrevesada
propuesta de los pactos de Estado porque eso no sirve ni engaña a nadie.
Eso solo revela la insoportable levedad del actual liderazgo del PP.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
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