ALICANTE.- Aguas de Alicante, la empresa de economía mixta formada por el
Ayuntamiento de Alicante y la marca territorial de Suez en Comunidad
Valenciana, Hidraqua; ha desarrollado un sistema innovador para evitar
que en los episodios de lluvia los plásticos, toallitas y otros
materiales sólidos que arrastra el agua acaben en el mar. La primera
prueba piloto de esta solución, basada en un sistema de redes, se ha
desarrollado en la zona del Cocó.
Las ciudades costeras cuentan con aliviaderos, instalaciones
preparadas para que en caso de inundación puedan canalizar el agua de
lluvia y ésta desemboque en el mar. Sin embargo, esta agua arrastra los
materiales sólidos que encuentra a su paso, entre los que destacan los
plásticos y productos de higiene personal, entre otros.
Para
evitar su vertido al mar, Aguas de Alicante ha instalado un sistema de
redes en el interior de los colectores pluviales, debidamente anclado,
que se encarga de recoger los sólidos, generando una afección mínima al
régimen del canal.
Esta labor, según aseguran desde el área técnica de
Aguas de Alicante, «ha sido de las más complejas a la hora de diseñar
esta solución, ya que las redes instaladas debían recoger el mayor
número de sólidos posibles, permitiendo en todo momento el paso del agua
que canaliza esta instalación en episodios fuertes de lluvia».
Según
declaraciones de Francisco Bartual, director general de Aguas de
Alicante, «el desarrollo de esta solución nos permite seguir
contribuyendo como empresa a través de la innovación al cumplimiento de
los ODS marcados por la ONU y en concreto al ODS 6 Agua limpia y
saneamiento y al 14 Vida submarina».
Hace unos meses se realizaron, con la colaboración del Ayuntamiento
de Alicante, las primeras pruebas de este sistema con la instalación de
16 redes de diferentes tamaños. A día de hoy y tras realizar varios
pilotos en las lluvias acontecidas en la ciudad en los meses de agosto y
septiembre, ya se cuenta con un total de 32 redes distribuidas en dos
filas y con una longitud de 2 metros cada una para facilitar su
manipulación en las labores de limpieza.
En total, cada una de estas
redes son capaces de retener 800 kilogramos de residuos sólidos de
dimensiones superiores a los 4 centímetros. Por lo que la capacidad de
retención de todas las redes instaladas se acerca a las 30 toneladas.
Asimismo, se ha utilizado un material que permite que, una vez se
vacían y se limpian, se puedan volver a reutilizar. La inversión total
de la instalación asciende a 40.000 euros.
El departamento técnico
de Aguas de Alicante ha añadido además que «se conoce la existencia de
sistemas similares en Australia y EEUU, pero no tenemos conocimiento de
que en Europa se haya utilizado previamente».
La instalación cuenta con cámaras de vídeo que se controlan en tiempo real desde el centro de control de Aguas de Alicante.
Cabe destacar que los aliviaderos entran en funcionamiento una vez
las instalaciones de aguas pluviales superan sus límites de capacidad.
En la última década, las toallitas y otros productos de higiene personal
han debilitado los sistemas hidráulicos, haciendo que las instalaciones
tengan una capacidad menor y se requiera una mayor función de los
aliviaderos en episodios de fuertes precipitaciones.
En
estos momentos, Aguas de Alicante está cerrando un convenio con la
Universidad de Alicante para analizar concretamente los tipos de
residuos que recogen estas redes. «Esta información nos es de suma
utilidad para seguir trabajando en la reducción de estos materiales que
llegan al mar, contaminan nuestras costas y ponen en riesgo la vida
submarina», añaden desde Aguas de Alicante.
Dado el buen funcionamiento que este sistema ha supuesto en la playa del
Cocó, la compañía está estudiando otros puntos de la red de aliviaderos
que posee la ciudad. La idea es trasladar esta solución, aunque
destacan que «cada uno tiene unas características específicas y se
requiere estudiarlos de forma individualizada para analizar la
viabilidad y buen funcionamiento del sistema».
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