MADRID.- Iberdrola afronta la imputación en el caso Villarejo por un delito de revelación de secretos, según explican fuentes del caso a Vozpópuli, que completan que los investigadores están tratando de confirmar que en sus trabajos para la compañía eléctrica el excomisario también desarrolló el mismo modus operandi detectado
hasta el momento en otros encargos: utilizar sus contactos en la
Policía para obtener datos secretos para facilitarlos a las empresas,
que buscaban algún tipo de beneficio.
Iberdrola ha reconocido la existencia de pagos a Villarejo. Sin embargo,
desde la compañía niegan cualquier irregularidad en estas
contrataciones. En este sentido, la empresa presidida por José Ignacio Sánchez Galán
explicó a este diario que las sociedades de Villarejo estaban
legalmente establecidas para la prestación de diferentes servicios,
"dentro de la más estricta legalidad".
Entre otros trabajos, la compañía contrató en 2017 al excomisario para
que rastreara el patrimonio de un industrial con el que iba a construir
50 parques eólicos en Rumanía y que acabó declarándose insolvente:
"Esta investigación en concreto [sobre el caso de Rumanía] nos permitió encontrar bienes y de ese modo pudimos identificar activos para cobrar la deuda", concluye Iberdrola.
Las mismas fuentes jurídicas conocedoras de la investigación a Iberdrola explican a este diario que el delito de revelación de secretos
se imputa tanto al filtrador de la información, en este caso Villarejo;
como a la persona jurídica que se beneficia de la actuación ilegal:
presuntamente Iberdrola.
Código Penal
El delito de revelación de secretos, que se imputa a BBVA por unos hechos considerados análogos por los investigadores del caso Villarejo, se incluyó en el ordenamiento jurídico español tras la reforma del artículo 31 bis del Código Penal, sobre la responsabilidad de las personas jurídicas.
Por eso, tanto la Fiscalía anticorrupción como el titular del Juzgado
Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García
Castellón, tendrán que determinar si las actuaciones y la normativa interna de Iberdrola para luchar contra la actuación delictiva o compliance estuvieron a la altura para evitar la imputación de la persona jurídica.
En este sentido, la estrategia judicial de Iberdrola pasa
por poner de manifiesto que no puede ser imputada por los pagos que
realizó la compañía a Villarejo antes de 2011, año en el que entró en vigor la posibilidad de que las personas jurídicas sean imputadas.
Iberdrola Renovables
Además, el resto de abonos al clan habrían sido realizados por Iberdrola Renovables,
filial de la matriz presidida por Sánchez Galán, tal y como se puede
comprobar en las facturas incluidas en esta información. Esto
evitaría, siempre según la eléctrica, que la matriz de la compañía
presidida por Sánchez Galán pudiera ser imputada como persona jurídica.
Sin embargo, fuentes de la causa restan importancia a este hecho, ya que en estos momentos no se descarta que Villarejo hubiera elaborado facturas falsas para enmascarar sus trabajos, y así hacer más difícil una posible imputación de Iberdrola como persona jurídica.
"Antoñito Asenjo"
Las grabaciones realizadas por Villarejo muestran la cercanía del clan policial con el jefe de seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo. En este sentido, en un audio adelantado por Vozpópuli, el comisario Enrique García Castaño, conocido con el alias de El Gordo, identifica a "Antoñito" como su contacto en la eléctrica.
En la grabación de 15 de mayo de 2005, El Gordo sostiene
que Asenjo está en contacto con la dirección de la cotizada, que según
relata, estaba muy interesada en la OPA que el empresario Luis del Rivero y la constructora Sacyr habían desplegado contra BBVA para apartar de la presidencia del banco a Francisco González.
Además,
García Castaño recuerda a su compañero en la Policía que Asenjo,
también imputado en la causa, era una persona de confianza de Sánchez
Galán. "En la junta no van a hacer nada, no tienen cojones para hacerlo,
si está todo claro ya", destaca el Gordo en la
grabación, en referencia a una junta de accionistas de BBVA.
También
dice: "Pregunta al Antoñito, que sabe mucho, pregúntale a Antoñito
Asenjo, porque Sánchez Galán está interesado en el tema".
"Antonio Asenjo", amigo del comisario García Castaño, era
hasta hace unos días el jefe de seguridad de Iberdrola y tenía una
relación directa con Villarejo y García Castaño. "Me lo ha contado
Antoñito, pero que no se note que te lo he contado yo. Me ha contado el
tema de cómo está la situación en el banco, porque date cuenta de que el
BBVA es el sostén de Sánchez Galán en Iberdrola", reitera en El Gordo en otro momento de la conversación.
En
el mismo sentido, ambos destacan en la conversación que el BBVA es
propietaria de un porcentaje "importante" en Iberdrola. Villarejo llega
incluso a asegurar que el banco era "el socio de referencia". Y por eso,
siempre según el audio, en Iberdrola estaban "muy preocupados" ante el posible asalto de Luis del Rivero al banco.
"No lo van a cambiar"
Y
precisamente en relación al intento de OPA de Sacyr a BBVA, García
Castaño relata una conversación previa que habría mantenido con el jefe
de seguridad de Iberdrola: "Antoñito sabe lo que va a pasar. Me ha dicho
que no iban a cambiar al tío este, ahora, que ahora mismo no lo van a
cambiar, al final del año, y con el tiempo se irá él", prosiguió García
Castaño. Y después añade: "Me dice que Luis del Rivero no es nada. Es un empresario como Entrecanales, que tiene 500 o 600 millones de euros de patrimonio".
En
ese momento de la conversación, Villarejo toma la palabra para explicar
que había comido con Antonio Asenjo. "Y le conté parte del tema y le
dije, más o menos, cuál era mi impresión de lo que va a pasar, y le
marqué las pautas y coincidimos en que la operación está reventada", completó el comisario jubilado.
En
otra grabación que refleja una conversación entre los mismos
interlocutores, el comisario jubilado José Manuel Villarejo asegura
haber participado en labores de espionaje durante el intento de fusión entre 2000 y 2001 de Iberdrola y Endesa, según consta en un audio, que tiene fecha de 15 de mayo de 2005.
En la conversación, a cuyo contenido ha tenido acceso Vozpópuli, Villarejo sostiene que le pidieron "un apoyo" durante el intento de fusión de las dos eléctricas,
que se inició en 2000, pero se frenó a raíz de las condiciones
impuestas por el Gobierno de José María Aznar en un Consejo de Ministros
de febrero de 2001.
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