Se llamaba José Manuel Camaño, tenía 48 años y era guardia civil. El domingo, murió tras sufrir un desvanecimiento cuando practicaba ciclismo. El agente, que estaba destinado en el destacamento de Tráfico de Antequera, era muy querido en la Benemérita, que está de luto por su pérdida.
El suceso se produjo a apenas un kilómetro de su domicilio, en la localidad de Fuente de Piedra, donde vivía con su familia (tenía dos hijos). Camaño había salido a practicar ciclismo cuando sufrió un desvanecimiento y quedó tendido en la calzada.
Un ciudadano extranjero que pasó por allí, y que al parecer es médico, trató de reanimarlo, sin éxito. Sus esfuerzos y los de los sanitarios que lo atendieron después fueron en vano. Murió de forma repentina.
La causa del óbito está pendiente de la autopsia, que se hará en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga tras realizar, como marca el protocolo, una PCR al cadáver para descartar que estuviese contagiado por Covid-19.
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