miércoles, 19 de enero de 2022

El ataque del cocodrilo ante la postura antiglobalista de Djokovic


MADRID.- A Novak Djokovic la decisión de no vacunarse contra el Covid le puede salir muy cara. Las consecuencias más claras son las decisiones de los países de no dejarle jugar sus torneos, una puerta que ha abierto Australia y a la que han seguido Reino Unido, Francia o Estados Unidos. Pero este no es el único frente con el que va a tener que lidiar, a juicio del digital español elEconomista.

En 2021 el serbio ingresó 26 millones de euros en derechos comerciales, básicamente, varias marcas pagan a Djokovic para que protagonice sus anuncios y luzca sus logos durante los partidos. Le pagan por jugar no por no jugar.

Todavía no se conoce el desenlace de este culebrón y si finalmente Djokovic acabará pasando por el aro para poder seguir trabajando, pero sus aliados están cada vez más posicionados en su contra. El mejor ejemplo de ello es la marca Lacoste, su principal patrocinador. Ante la polémica surgida en Australia, la marca francesa se ha visto en la obligación de emitir un comunicado en el que carga duramente contra su cliente. 

"Las autoridades australianas cancelaron el visado de Novak Djokovic. Como consecuencia, no será posible que participe en el Abierto de Australia. Lo antes posible, hablaremos con el jugador para repasar lo acontecido en Australia. Le deseamos a todo el mundo un excelente torneo y agradecemos a los organizadores todos sus esfuerzos por asegurarse de que la competición se desarrolla en buenas condiciones para los jugadores, colaboradores y espectadores", señala la textil.

El tenista y la textil unieron fuerzas en 2017 cuando firmaron un contrato por 47 millones de euros por el cual el serbio se embolsa 9,4 millones al año. Se firmó para cinco años, pero ambas partes acordaron en agosto de 2021 -cuando la postura antivacunas del tenista era popularmente conocida- ampliarlo hasta 2025.

 "Su audacia, tenacidad y amabilidad me impresionaron y estoy orgulloso de que podamos continuar nuestra aventura común juntos", dijo entonces el director ejecutivo de Lacoste.

Lacoste es el primero que se ha pronunciado sobre la polémica, pero no es el único patrocinador de Novak Djokovic, de hecho, la revista Forbes apunta a que tiene acuerdos de patrocinio por valor de 30 millones de euros anuales. Otros nombres que aparecen en la lista son el fabricante de coches Peugeot, que no ha querido valorar lo ocurrido, la firma de relojes suizos Hublot y el gigante japonés de la ropa deportiva Asics.

Ninguna de las tres marcas ha querido pronunciarse al respecto todavía, pero están viviendo en primera persona las consecuencias de su alianza con al tenista. Las acciones de Asics se desploman más de un 14% en la Bolsa de Tokio desde que el 5 de enero, fecha en la que las autoridades australianas retienen al tenista en el aeropuerto y deciden cancelarle el visado. El 14 de enero, día que es detenido de nuevo, las acciones de Asics se dejaron en el parqué más de un 4%.

Pese a que la polémica ha surgido ahora, el posicionamiento de Djokovic como antivacunas no es nuevo. "Personalmente, me opongo a la vacunación y no quisiera que alguien me obligue a vacunarme para poder viajar", apuntó el propio tenista en abril de 2020 cuando quedaban meses para que llegaran las primeras dosis y el mundo vivía el peor momento de la pandemia.

La retirada de los contratos publicitarios pondría la guinda a dos años marcados por los problemas para el serbio. En verano de 2020 fue descalificado del US Open después de darle un pelotazo a la juez de línea y un año después, en los Juegos Olímpicos, su imagen se convirtió en un meme después de que perdiera los papeles tras no conseguir la medalla de bronce.

Djokovic, que ya se encuentra en Serbia, no se ha pronunciado sobre la posibilidad de perder a sus patrocinadores, aunque sí se ha mostrado decepcionado por la decisión de Australia. 

"Me tomaré un tiempo para descansar y recuperarme antes de hacer más comentarios más allá de estos. Estoy extremadamente decepcionado con el fallo por desestimar mi solicitud de revisión judicial de la decisión de cancelar mi visa, lo que significa que no puedo quedarme en Australia y participar en el Abierto de Australia", explicó en un comunicado tras conocer que sería deportado.

Si finalmente alguna de estas marcas decide suspender sus contratos con Djokovic no sería la primera vez que una polémica de un famoso acaba suponiendo la ruptura de un contrato publicitario. Pasó en 2009 cuando salieron a la luz varias relaciones extramatrimoniales del golfista Tiger Woods lo que provocó que marcas como Gatorade, Accenture, AT&T o Gillete rompieran sus contratos con el deportistas.

Otro deportista que enfadó a sus patrocinadores fue Ronaldinho. Coca-Cola rompió un contrato con el brasileño en 2012 después de que este apareciera en una entrevista bebiéndose una Pepsi. Esto le supuso perder 742.500 dólares al año.

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