Según ha podido saber Rambla Libre, el niño fallecido de 10 años a causa del pinchazo no es el único caso; unas semanas antes falleció un joven de 38 años de REPENTINITIS, se desplomó. La acción de la proteína Spike fue fulminante.
A primeros de diciembre se desplazaron los sanitarios de Fuente Álamo a Las Palas en su infausta labor genocida. El vacunómetro estaba instalado en el Pabellón de Deportes y por allí pasó toda la chiquillería, unos treinta del Colegio de Primaria, pues los estudios de Secundaria los cursan en el Instituto de Fuente Álamo.
La supervisora de los sanitarios ha protagonizado una escena delirante. Según fuentes ciudadanas, reunió al personal a sus órdenes y blandiendo la información de Rambla Libre la emprendió con ella calificándola de “bulo”, que es como el sistema denomina la verdad.
La supervisora actuaban por indicación de sus jefes de Murcia. Porque en este desastre humano están implicados el incompetente consejero de Sanidad, Juan José Pedreño, la incompetente consejera de Educación, que no es más inútil porque no entrena, María Isabel Campuzano Martínez, alias Mabel, que vende lo que sea por figurar y por un sueldo público, y el capo de los incompetentes murcianos Fernando López Miras.
La sociedad murciana vive instalada en la omertá y en la cobardía, en el miedo abyecto y servil. De todas formas, está despertando: los miserables borregos que se han puesto la tercera dosis han sido en Fuente Álamo alrededor del 50%.
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