BARCELONA.- El
Banco Sabadell ha cerrado 2019 con un beneficio de 768 millones de
euros, un 134 % más que en 2018, cuando su resultado se vio lastrado por
los problemas derivados de la migración tecnológica de su filial
británica, TSB.
Con
estos resultados, el consejo de administración de la entidad ha
acordado la distribución de un dividendo complementario en efectivo de
0,02 euros brutos, lo que eleva la retribución al accionista en 2019 a
0,04 euros brutos por acción.
Los
ingresos del negocio bancario del grupo, que engloban el margen de
intereses y las comisiones netas, aumentan en el último año un 1 %,
hasta los 5.061 millones, en un entorno de tipos negativos, y los
directivos del banco han traslado a los analistas la confianza de que
este año sigan mejorando.
El
margen de intereses se sitúa en 3.622 millones, un 1,4 % menos,
mientras que las comisiones netas crecen un 7,7 %, hasta los 1.439
millones, impulsadas por el buen comportamiento de las de servicio, con
incrementos en todos los segmentos, según la información remitida a la
CNMV, el supervisor bursátil.
A
cierre del año, el margen básico de la entidad asciende a 5.061
millones, un 1 % más, en tanto que el margen bruto disminuye un 1,6 %,
hasta los 4.932 millones.
El
Sabadell destaca en un comunicado que en 2019 ha logrado reducir sus
costes en un 1,8 %, hasta los 3.213 millones, y mejorar su eficiencia,
que se sitúa en el 55,6 %, frente al 58,3 % del año anterior.
El total de dotaciones y deterioros de 2019 suma 938 millones, 382 millones menos que el año anterior.
En
cuanto a la ratio de capital de máxima calidad, se ha incrementado de
forma progresiva en el último año, hasta el 11,7 %, y la idea es que
esté muy cerca del 12 % a finales de este año, según el Sabadell, que
mañana viernes expone las cuentas en una rueda de prensa en Madrid.
A
finales 2019, el crédito vivo del banco se sitúa en 144.572 millones,
un 3,7 % más interanual; los recursos de clientes en balance totalizan
146.309 millones, un 6,5 % más, y los de fuera de balance caen un 2 %,
hasta los 43.163 millones.
El
Sabadell, que gestiona un volumen de recursos de 213.095 millones, un
3,6 % más, ha intensificado en el último año la actividad de captación
de empresas y particulares, con 418.228 altas y 258.550 nuevas nóminas.
Respecto
a la actividad en nuevos préstamos hipotecarios y de consumo, crece un
11 %, superando los 6.300 millones, como también aumentan la facturación
de tarjetas (14 %), las primas de seguros de protección (15 %) o las
cuotas de facturación de terminales de venta (17,2 %).
El
banco que preside Josep Oliu ha cerrado en 2019 la venta de varias
carteras institucionales, lo que le ha permitido reducir los activos
problemáticos en balance y la tasa de morosidad, que ahora se sitúa en
el 3,83 %, frente al 4,22 % de finales de 2018.
Así,
los activos problemáticos en balance presentan una reducción de 954
millones en el último año, dejando su saldo en 7.326 millones, de los
que 6.141 corresponden a activos dudosos y 1.185 a adjudicados.
También
la filial británica del Sabadell, TSB, ha mostrado en 2019 una
evolución favorable, tras los graves problemas que acarreó su migración
tecnológica, lo que ha permitido impulsar el beneficio del Sabadell.
TSB
ha iniciado en los últimos meses su nuevo plan estratégico, basado en
la mejora de la eficiencia, el incremento de los ingresos del negocio
bancario, la rentabilidad y la transformación digital, y prevé alcanzar
un beneficio de entre 130 y 140 millones de libras -entre 154 y casi 166
millones de euros al cambio actual- en 2022.
El
banco ha registrado un crecimiento del 8,5 % interanual de su inversión
crediticia viva, hasta los 36.496 millones, mientras que los recursos
de clientes en balance se han situado en 35.423 millones, un 9 % más.
Los
costes totales de TSB alcanzan los 1.052 millones de euros, lo que
supone un descenso del 8,4 % respecto a 2018, y los gastos derivados de
la restructuración ascienden a 50 millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario