viernes, 31 de enero de 2020

Juan Cano dice a las hijas de Ponsoda que siente su "dolor": "No soy responsable de su muerte"


ALICANTE.- Juan Cano, acusado de ser el principal instigador del asesinato en octubre de 2007 del entonces alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda, ha afirmado en el turno de última palabra que lo que más le ha "dolido" de la vista han sido los testimonios de las hijas del primer edil fallecido, a las que ha dicho que él no es el "responsable" del crimen ni de su "dolor.

 "No soy responsable de su muerte", ha manifestado Cano, quien ha concluido su intervención con un "Dios reparta suerte" y pidiendo a los miembros del jurado: "Sean ustedes justos".
Cano ha asegurado que, cuando nadie le ve, pasa por la tumba del exalcalde Ponsoda "a rezar" y que su familia tras estos diez años "está destrozada". 
"Nos han arruinado la vida", ha dicho.
El exedil de Urbanismo se ha pronunciado en estos términos este viernes ante el tribunal del jurado, después de que su defensa y las de Salvador Ros, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, acusados de instigar el crimen elevaran a definitivas sus conclusiones y solicitaran un veredicto de no culpabilidad, por falta de pruebas de cargo, y por contar tan solo "con las manifestaciones del testigo protegido", un hombre que trabajó de portero en el club Mesalina donde supuestamente se urdió el asesinato.
Todos los acusados, excepto Salvador Ros y Jesús Hermosilla, han utilizado su turno de última palabra para declarar su inocencia. Este lunes está prevista la entrega del veredicto del jurado para su deliberación. 
De hecho, uno de los considerados autores materiales del crimen, Robert Franek, ha asegurado que estas últimas tres semanas han sido "las más duras" de su vida, ha proclamado su inocencia ante el jurado y ha descrito alguno de los episodios que ha vivido durante estos diez años con el testigo protegido, con su familia y su entorno.
El letrado de Cano ha asegurado que en este caso "no valen hipótesis" y ha manifestado que el juicio ha estado lleno de "cotilleos del pueblo de Polop". A su entender, la vista no se tenía que haber celebrado porque no hay elementos nuevos y sostiene que la actuación ha sido "nefasta" para las garantías y los derechos de los acusados.
Por su parte, el letrado de Pedro Hermosilla, uno de los dueños de Mesalina, ha calificado el caso de "enorme chapuza", en la que asegura que han engañado a la UCO, y esta "no se ha retractado", ha dicho. 
Por su parte, el letrado de Salvador Ros ha solicitado al jurado "sentido común", "cordura", "sensatez" y que no ponga la vida de los acusados en "manos de un delincuente, porque sería volver a la Inquisición".
El letrado de Juan Cano, se ha empleado en refutar la "teoría del odio", ha afirmado que "no ha habido ningún testigo directo de un enfrentamiento violento" entre Cano y Ponsoda y ha sostenido que es "falsa la mala relación que se ha querido hacer ver entre ambos".
Asimismo, ha cuestionado que se le haya atribuido a su cliente un carácter violento y ha señalado que en la "crisis de 2003, Ponsoda apoyó a Cano y en 2007, hay testigos que han declarado que Cano no quería ir en la lista y le convencieron. 
¿Por qué se dice que quería el poder?", pregunta el abogado, que ha enumerado hasta ocho contradicciones del testigo protegido y ha calificado de "caótica" la investigación policial y judicial.
Los letrados defensores han cuestionado las periciales, las testificales, la investigación de la UCO que condujo a las detenciones de los acusados dos años después, así como el desarrollo del procedimiento judicial.
Respecto al testigo protegido, el letrado de Pedro Hermosilla ha afirmado que se "se monta la trama", a raíz de su aparición. Una tesis que también ha mantenido el letrado de Salvador Ros, que se ha dirigido al jurado indicándoles: "No vayamos a generar siete víctimas más por una fabulación".
Asimismo, el letrado de uno de los dueños del club Mesalina ha asegurado que no hay duda de que "el testigo protegido ha faltado a la verdad" y que la UCO que "no tenía absolutamente nada y se aferró a él". Reitera que, si es verdad lo que dice, "tendría que haber sido acusado de cooperador necesario", ha concluido.
Fiscalía y acusación particular mantienen la petición de 25 años de prisión para cada uno de los instigadores e inductores del asesinato con alevosía y precio -- Juan Cano, Salvador Ros, Pedro Hermosilla y Raúl Gatto -- y 27 años a los tres acusados de ser autores materiales del asesinato -- Raúl Montero Trevejo, Robert Franek y Radim Rakowski--, a los que suma tenencia ilícita de armas.

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