BARCELONA.- Ocho de las catorce zonas calientes (‘hotspot’) de la geografía
costera española señaladas con alta probabilidad de inundarse con alto
riesgo para los ciudadanos se han visto afectadas de gravedad a los
pocos meses de la última alerta lanzada en noviembre por el Observatorio
de Sostenibilidad y el Consejo General de Colegio de Mediadores de
España.
Según han indicado a Vivo Seguro desde el Observatorio, los puntos
comprendidos en estas zonas de costa y donde se han registrado
siniestros especialmente graves en áreas barridas por la borrasca
‘Gloria’, se centran en Gijón, Bajo Urumea, Empuriabrava-Santa
Margarida, Vinaroz-Peñíscola, Alaquàs-Catarroja, Gandía-Oliva, Marina
Alta, San Javier-Los Alcázares, Cartagena, Bajo Andarax y Bajo
Guadalhorce.
En su informe ‘Población en riesgo de Inundación en España en la
franja de los primeros 10 kilómetros de costa’, el Observatorio y el
Consejo destacan áreas donde fenómenos de gota fría “producen episodios
de inundaciones con consecuencias que localmente pueden llegar a ser
catastróficas”.
La investigación proyecta en los 10 primeros kilómetros de costa las
láminas de inundación de 10, 100 y 500 años publicadas por el Ministerio
para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la cartografía
de ocupación de suelo más precisa y actualizada del Instituto
Geográfico Nacional.
La localización de las catorce superficies urbanizadas en los
primeros 10 kilómetros con mayores riesgos de inundación abarcan estos
puntos: Isla Cristina-Ayamonte (Huelva), Palmones-Guadarranque (Cádiz),
Bajo Guadalhorce (Málaga), Bajo Andarax (Almería), Cartagena (Murcia),
San Javier-Los Alcázares (Murcia), Costa de Marina Alta (Alicante),
Gandía-Oliva (Valencia), Alaquàs-Catarroja (Valencia), Vinaroz-Peñíscola
(Castellón), Empuriabrava-Santa Margarida (Gerona), Palma de Mallorca
(Baleares), Gijón (Asturias), Bajo Urumea (Guipúzcoa).
Las provincias (en su franja costera) más afectadas porcentualmente
para el periodo de 10 años son Cádiz, Gerona y Valencia. En términos
absolutos: Valencia, Barcelona, y Gerona.
En el último año algunas de estas zonas ya han sufrido siniestros:
San Javier-Los Alcázares (Murcia), Costa de Marina Alta (Alicante),
Gandía-Oliva (Valencia), Gijón (Asturias).
Especial preocupación por su nivel de exposición a las inundaciones
suponen campings, poblaciones vulnerables e infraestructuras críticas.
En concreto, se observa que en la provincia de Valencia el 100% de los
campings en la zona de los 10 km de costa se encuentran en áreas
inundables. Se cita que en toda la Comunidad Valenciana hay tan solo 29
de estas instalaciones fuera de las láminas de inundación frente a un
total de 90 existentes.
Los cálculos de los expertos recogidos en este análisis señalan, tal y
como ha recogido La Vanguardia, que España tiene casi un millón de
personas viviendo en zonas de inundación recurrente con el agravante
especial a efectos de recuperación de los daños, que el 30% de los hogares españoles carecen de seguro de Vivienda.
La denuncia de los especialistas remarca que en muchas áreas
turistificadas de la costa de Levante, Baleares y Andalucía, se han
producido importantes desarrollos urbanizadores en áreas con claro
riesgo de inundación. Por ello, instan a revisar todas estas situaciones
y a “corregir el planteamiento territorial actual y futuro” para
minimizar el riesgo de inundación.
Para dar dimensión a la gravedad de la situación, se observa que
ninguna provincia costera del Mediterráneo o Atlántico sur puede
considerar que su exposición al riesgo de inundación es reducido en
términos de extensión de superficie afectada por la actividad humana.
Solo las provincias costeras gallegas pueden “presumir”, señala el
estudio, de tener una baja exposición superficial de las superficies
artificiales a las inundaciones, para las láminas con los diferentes
periodos de retorno.
En cuanto a afección en superficies absolutas, las provincias más
afectadas son Valencia, Barcelona, Alicante, Málaga y Tarragona. El
tramo con mayor acumulación de riesgo sobre las áreas urbanizadas
costeras se extiende entre el sur de la ciudad de Valencia y el Cabo de
la Nao, con más de 1.500 hectáreas de superficie artificial situadas
sobre láminas de inundación en un tramo de costa de unos 100 km.
Como medidas urgentes, el propio Consorcio de Compensación de Seguros viene recomendando desde 2017 actuaciones urgentes
para la construcción de colectores de agua pluvial de gran capacidad,
la adecuación de los sistemas de alcantarillado a lluvias intensas, la
construcción de depósitos pluviales, la construcción de espacios
públicos inundables y de control, mejorar y los sistemas de alerta a la
población.
Desde la perspectiva del sector asegurador, se hace hincapié en los
riesgos y los costes del cambio climático, que obligan al seguro a
adaptarse a la nueva realidad. Los estragos causados por los desastres
naturales han aumentado en el mundo un 900% desde 1980. En
España los daños provocados en las costas tras el paso de la última
DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en el mes de septiembre
ascendieron a 435 millones de euros.
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