MADRID.- Las
empresas españolas con presencia en China están suspendiendo los viajes
de sus empleados al país asiático y algunas como Bankia y Mango han
cerrado sus establecimientos, al tiempo que siguen atentas a la
evolución de sus centros de operaciones y a las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
La
OMS ha convocado un comité de emergencia para este jueves, formado por
epidemiólogos y otros expertos, para determinar si el coronavirus, que
ha causado ya al menos 170 muertos, constituye una emergencia de salud
pública de importancia internacional y, en tal caso, definir las
recomendaciones para gestionarla. Y ha declarado finalmente la emergencia internacional.
Entre
tanto, unos 6.000 pasajeros de un crucero de la compañía Costa Cruceros
procedente de Palma de Mallorca están retenidos en el barco en el
puerto de Civitavecchi, en Italia, hasta que concluyan los análisis a
una pasajera originaria de Macao que presentaba síntomas compatibles con
el coronovirus.
Al
tiempo, las empresas españolas en el país asiático activan sus planes
de contingencia, que pasan en muchos casos por cancelar los viajes al
país, aunque por el momento la mayoría de ellas apenas da información
sobre la situación y se limitan a señalar que siguen las recomendaciones
de las autoridades.
Recomendaciones que suponen no abrir la oficina ni acudir al puesto de trabajo hasta el 10 de febrero.
La
firma española Mango ha sido de las primeras en anunciar el cierre
hasta ese día de sus 26 tiendas en China -once propias y quince
franquicias-, mientras que Bankia tampoco abrirá su oficina de
representación en Shanghái, ni sus tres empleados -dos ciudadanos chinos
y un expatriado español- acudirán al puesto de trabajo.
También
Denominaciones de Origen (DO) de vino español aconsejan a sus asociados
no viajar al país por la propagación del coronavirus de Wuhan y
analizan cómo no perder las ayudas para la promoción de sus productos en
ese país concedidas por Bruselas.
Bodegas
y miembros del sector han admitido su preocupación debido a que China
figura entre los diez principales compradores de vino español a nivel
mundial, un destino estratégico cuya importancia ha aumentado todavía
más desde la puesta en marcha de aranceles en Estados Unidos, en octubre
de 2019.
Los
inversores, por su parte, trasladan su inquietud en bolsa, donde el
temor a la expansión del coronavirus arrastra un día más a las
aerolíneas y empresas del sector turístico que caen, en general, por
encima del 2 %.
El
fabricante de componentes para el automóvil Gestamp, que tiene 11
plantas en China, ha sido claro en su información y ha dicho que
tras el brote de neumonía ha ampliado la paralización de la producción
que ya había acordado con motivo del Año Nuevo chino.
Banco
Santander -con unos 250 empleados, principalmente en Pekín, Shanghái y
Hong Kong- ha cancelado los viajes a China o Hong Kong y está
recomendando a sus empleados que hubieran viajado allí en los últimos 14
días que acudan a sus centro médicos locales.
Firmas
españolas tan diversas como la textil Adolfo Domínguez, con ocho
tiendas en el país; la compañía de piscinas Fluidra, con oficina en
Shangái y fábricas propias en Ningbó; la farmacéutica Esteve, con una
planta en la región de Zhejiang, y la Bodega Matarromera, entre otras,
han decidido suspender los viajes de sus profesionales a China.
Banco
Sabadell, con 6 empleados en sus dos oficinas de representación en
Pekín y Shanghái, les ha recomendado teletrabajar, igual que ha hecho
Google, que ha cerrado todas sus oficinas en China.
Sin
embargo, la mayoría de las empresas españolas con presencia en China
están ofreciendo poca información sobre la situación de sus negocios en
el país asiático.
Así,
CaixaBank, con 10 trabajadores en las oficinas de Pekin, Shanghái y
Hong Kong, dice que están a más de 1.000 kilómetros de distancia del
foco de la epidemia y no añade más comentarios.
Siemens
Gamesa tiene una fábrica de góndolas (un componente del aerogenerador)
en Tianjin y otra fábrica de palas en Lingang y cuenta con oficinas en
Pekín y Shanghai, con un total de 1.320 empleados en el país. Sólo
comenta que está "monitorizando" la situación de cerca.
La
cadena hotelera Meliá sigue atenta a la situación de sus cinco hoteles
en China, que siguen operativos aunque con ocupaciones "muy pequeñas" y
ha aplicado sus planes de contingencia, pero no precisa más.
Porcelanosa,
que desarrolla en China grandes proyectos como el Central Park &
Commercial Complex en Shenzhen y tiene más de 30 puntos de venta en
diferentes ciudades de China, con un crecimiento en 2019 cercano al 9 %,
"no tiene constancia de que les esté afectando en ningún sentido".
La
petrolera Cepsa sólo ha informado de que dispone de una planta de
producción de fenol en Shanghái, y Prosegur, con una unidad de negocio
de seguridad "de pequeño volumen", ha dicho que "no han hecho nada más
allá de trasladar las recomendaciones oficiales".
Inditex
tiene 577 tiendas en China de todas sus enseñas pero no ha contestado a
los requerimientos de información mientras Mango se limita a decir que
seguirán las recomendaciones pertinentes.
Mientras,
la cadena sueca Ikea sí ha comunicado que cierra desde este jueves
hasta nuevo aviso todas sus tiendas físicas en China, un total de 33,
según la información de su página web.
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