MADRID.- La caída de las ventas de vivienda en España, que acumulan cuatro meses de bajadas, lastrará la capacidad de los bancos de mejorar la calidad de sus activos y de suscribir nuevos préstamos hipotecarios, lo que resulta negativo para la solvencia del sector, según ha advertido la agencia Moody’s, que atribuye el menor apetito inversor a la desaceleración del crecimiento y el fragmentado panorama político, así como a la nueva legislación hipotecaria implementada en junio de 2019.
Las ventas de vivienda en España registraron el pasado mes de noviembre un retroceso interanual del 9,3%, el cuarto descenso mensual consecutivo, lo que implica una caída anual del 3,6% en los once primeros meses de 2019, que “probablemente será el primer año de descenso de las ventas de vivienda desde 2013”.
“La disminución de las ventas de vivienda pesará en la capacidad de los bancos españoles para mejorar la calidad de sus activos mediante la venta de carteras de activos problemáticos a inversores en esta clase de activos, y para suscribir nuevos préstamos hipotecarios, algo negativo para el crédito”, ha señalado la agencia.
Moody’s considera que este menor dinamismo del mercado inmobiliario ha reducido la demanda de préstamos hipotecarios, que representan el 40% de la cartera de préstamos del sistema, además de ofrecer a las entidades la ocasión de vender otros productos a los hipotecados.
La agencia ha explicado que entre los “desincentivos para invertir en vivienda” se incluyen la moderación del crecimiento económico de España y el fragmentado panorama político, puesto que ambos factores erosionan la confianza de inversores y hogares.
Asimismo, Moody’s ha subrayado que la implementación el pasado mes de junio de una nueva legislación hipotecaria, que introdujo cambios sustanciales en el procedimiento de suscripción, “añadió incertidumbre y probablemente también redujo el interés inversor, especialmente entre inversores extranjeros”.
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