Un 79% de la población en esta franja de edad ya tiene un pinchazo, frente al 76% de media de las otras dos. El ministerio no es ajeno a estos datos y por eso la titular, Carolina Darias, hizo un llamamiento específico para que los que tienen entre 20 y 39 años se vacunen.
Pero nadie parece tener muy claro el porqué de esas diferencias, que en algunas regiones, como Baleares, suponen cerca de 10 puntos de decalaje entre unos y otros. La gran mayoría de comunidades autónomas han constatado un frenazo en el ritmo de inoculación de esos dos colectivos de mayores y menores de 40 años y, aunque las vacaciones han influido y provocaron en agosto una caída significativa del volumen de dosis administradas, con la vuelta a la normalidad esa tendencia debería revertirse.
La campaña de inoculaciones está ahora avanzando muy lenta, especialmente en el colectivo entre los 30 a los 39 años. Entre los que ya no dependen de sus progenitores, no hay tanta motivación. La cifra a la que se ha llegado no es tan alta como la de los mayores. Canarias fue una de las primeras regiones españolas en alertar que el grupo entre los 20 y los 35 años se estaba quedando rezagado.
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