VALENCIA.- Las ayudas a dedo que concede el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, vuelven a estar en el punto de mira de Unidas Podemos. Los últimos cambios en la formación -con el relevo en el Gobierno valenciano y la consiguiente entrada de Héctor Illueca como vicepresidente segundo- han propiciado que los morados retomen una batalla que ya intentaron cuando daban apoyo externo al Consell de PSOE y Compromís desde las Cortes, según El Mundo.
Aquel intento de acabar con el millón de euros que tiene cada año Ximo Puig para subvenciones directas sin ningún tipo de concurrencia se suavizó en la presente legislatura, con la entrada de Unidas Podemos en el Ejecutivo y gracias a la complicidad que mantenía el presidente con Rubén Martínez Dalmau.
Pero con la irrupción en escena de su sucesor, Illueca, el rol de Unidas Podemos ha variado sensiblemente en el Ejecutivo de Puig, donde la pinza con Compromís es ya evidente. De hecho, a los pocos días de su desembarco, Illueca no dudó en aliarse con la vicepresidenta Mónica Oltra para volver a plantear la tasa turística, otro de los asuntos que se aparcó en los últimos años.
Ahora, el también conseller de Vivienda señala la partida que usa Puig a discreción como uno de los temas que pondrá sobre la mesa de la negociación de los presupuestos de la Generalitat para 2022.
"Ese y los demás temas los vamos a discutir lealmente con nuestros socios, pero ese también", afirma el vicepresidente segundo en declaraciones a este diario. "No voy a esa negociación con ninguna línea roja; lo único que espero es que nadie la tenga", insiste. En el caso de la partida presupuestaria concebida para la "promoción y fomento de actividades de interés público, sociocultural, económico o humanitario", la propia Abogacía de la Generalitat ha cuestionado este paraguas para dar una ayuda directa a UGT.
Aunque la partida llegó a alcanzar el millón de euros, para este 2021 Puig se reservó 700.000 euros. Un total de 80.000 fueron a parar directamente y sin ningún tipo de concurso al sindicato para la celebración en mayo de su congreso en Valencia, del que salió reelegido Pepe Álvarez y por el que desfilaron ministros y hasta el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La subvención, la más cuantiosa de todas y "de carácter singular", se justificó por "razones de interés público".
En su informe no vinculante (Presidencia hizo caso omiso), la Abogacía concluyó que no existían motivos para no sacar a concurso dicha subvención. Si bien se concluye que "es evidente" que toda entidad tiene una singularidad propia y que contribuir a la celebración del congreso anual durante el año 2021 "puede considerarse en cierto sentido un acontecimiento único", no es menos cierto que el objetivo de la ayuda (financiación de los gastos del congreso) "no resulta incompatible con la concurrencia".
Es más, añade el informe de la Abogacía que "pueden existir otras entidades de la misma naturaleza que, de convocarse la subvención en régimen de concurrencia, tal vez concurrirían a la convocatoria para obtener ayuda por la misma o parecida finalidad".
Las críticas a estas ayudas a dedo del presidente -en el foco también de
la oposición y especialmente del PP- han llegado también por parte de
la Sindicatura de Cuentas. Para el órgano que audita a
la Generalitat, no están acreditadas las razones que justifiquen unas
subvenciones de este tipo para la promoción sociocultural sin
convocatoria pública. Es decir, el régimen excepcional de las ayudas no
se sostiene.
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