Se trata de un libro colectivo, coordinado por Alba Lobera y José Antonio Bielsa Arbiol, que han reunido a científicos y expertos en la materia, que con gran capacidad divulgadora nos informan del más grave peligro de cambio del clima, de sus pautas naturales, por la acción del hombre, con medios tecnológicos, de forma que pueden convertirse zonas fértiles en zonas desérticas para llevar al hambre a un tercio de la población mundial. Dentro de las paranoias por eliminar población del planeta.
Desde los chemtrails, esas estelas que se ven en el cielo, para rociar de yoduro de plata las nubes provocando la lluvia, y la sequía en aquellos lugares en que viajaban las nubes. Estamos gobernados por auténticos demonios, que controlan los medios de comunicación, de ahí un silencio que hace que todo lo que describe el libro, y que lleva décadas de funcionamiento, parezca nuevo y ha sido tildado, hasta este libro, de conspiranoico, siendo los conspiranoicos esas personas que, silenciadas o ridiculizadas, al final siempre tienen razón. Se trata, ni más ni menos, que “del control mundial absoluto de la economía y de la población por parte de esta banda de psicópatas globalistas”.
Entra todo dentro del saco del “cambio climático” que están en condiciones de provocarlo ellos, haciendo una ingeniería social completa que, por de pronto, cambie nuestras pautas alimenticias: “el consumo de carne y grasa animal ha sido fundamental para el desarrollo del ser humano” de modo que “en la población en general y en los hombres en particular, esa alimentación es básica para desarrollar buenos niveles de testosterona y de actividad cerebral, pues el mismo cerebro está formado sobre todo por grasa”.
Está también el camelo de las energías verdes, pagadas por el contribuyente “a través del dinero deuda”, y el 5G, tratado en profundidad desde diferentes ángulos, como perjuicio para nuestra salud y control sensorial de la población; instalación de antenas que se ha hecho frente a la prevención de los científicos, con fines controladores, en medio de una conspiración del silencio y la persecución a quien ose confrontarla y romperla, tachándole de contrario al progreso.
En todo encontramos la Fundación Bill y Melisa Gates, el Instituto Rockefeller, el Carnegie y otras con la obsesión de dominio y de eliminar población; es decir, poner en práctica genocidios planetarios.
Así, “hay diferentes de acabar con una nube, desde realizar acciones mecánicas (ondas de choque) hasta usar absorbentes, como pueden ser la diatomita, geles de sílice o el A1203 o alúmina, así como con dispositivos de energía que produzcan la rotura del enlace iónico de la molécula del agua o aumente el nivel de entropía dentro de la propia nube”.
Siendo todo esto perturbador, el máximo peligro lo entraña el HAARP, un “arma de guerra climática”, que está “reconocida oficialmente e incluso obedece a una patente”, bajo la compra de APTI, Inc., la patente número 4.686.605, en la que “la ambición humana supera con creces el espíritu de la naturaleza”, por la que se pueden provocar catástrofes, terremotos, volcanes entrando en erupción y capaz de “trastornar los pensamientos y sensaciones mediante la radiación pulsada de frecuencias de radio sobre extensas zonas geográficas”.
Una realidad a la que nos acerca el libro, nos abre los ojos, por lo menos a mí, ignorante de las maravillas tecnológicas con las que algunos sueñan y ponen en práctica y las terribles realidades que se esconden tras las bellas palabras. Exitoso libro, número 1 en Amazon. Un peligro deja de existir cuando se desvela.
Ojalá sea así porque si así fuera, este libro es oro molido y pone a la resistencia ante nuevos retos tras la farsa agonizante del coronavirus, pero los enemigos no van a cejar ahora que han roto los límites genocidas y han exhibido su poder de manipulación.
Alba Lobera, José Antonio y varios autores: Geoingeniería: Un infame pacto de silencio. Ultima Libris (Septiembre de 2021).
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