La ratio de solvencia será para entonces del 14 por ciento y la de eficiencia del 45 por ciento, datos que, en opinión del presidente de la caja cántabra, Enrique Ambrosio Orizaola, "demuestran la viabilidad" del SIP.
En una rueda de prensa junto al consejero de Economía y Hacienda del Gobierno regional, Ángel Agudo, Ambrosio ha reconocido que queda por delante un "inmenso trabajo" para poner en marcha la que será la quinta entidad financiera española (tercera en el ámbito de cajas), pero cree que "las expectativas de éxito son notables" y tiene ante sí "un futuro magnífico".
La idea es que a principios del próximo año, "aproximadamente", las cuatro cajas participantes en la 'fusión fría' puedan comenzar ya su andadura como grupo unificado. Para ello, todavía hay que salvar varios pasos previos.
El más inmediato, que acaba de ponerse en marcha, es la negociación del acuerdo laboral con los respectivos comités de empresa, a los que ya se ha presentado el protocolo de la integración. Hacia finales de agosto o principios de septiembre volverán a reunirse para empezar las negociaciones y concretar el impacto de la integración sobre las plantillas y la red de oficinas de cada caja, que todavía no se ha cuantificado para cada entidad.
En cualquier caso, el presidente de Caja Cantabria ha insistido una vez más en que el impacto en la red de oficinas en la región será "mínimo", porque "no hay solapes" entre las cuatro cajas, mientras las oficinas del exterior se pondrán "en común".
También a finales de septiembre las entidades deberán cumplimentar otro de los pasos del proceso. Entonces se reunirán sus asambleas para dar el "sí definitivo" al SIP, lo que abrirá la puerta al resto de trámites con ese horizonte de principios de 2011 para comenzar ya a trabajar juntas.
Según el presidente de Caja Cantabria, la integración va a requerir "cambios culturales y organizativos" en las cuatro cajas, pero con ello "van a nacer entidades más fuertes y más capacitadas para dar mejor respuesta a los clientes y a la sociedad" en la que se mueven cada un de ellas.
Esto es así porque al ganar en tamaño tendrán mejor acceso a mercados mayoristas y negocios estratégicos. Y además, Ambrosio ha recordado que las cuatro cajas accederán a 1.400 millones de euros del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria).
Frente a ciertas "voces" y "agoreros" que pronostican la desaparición de las cajas cada vez que hay movimientos en el sector, el responsable de la entidad cántabra ha recalcado que su camino hasta ahora ha sido "un camino pleno de éxitos", hasta el punto que "compiten con los bancos en igualdad de condiciones" y cada caja es en su territorio natural "líder destacado en crédito y depósitos".
"Los saltos adelante no han supuesto un declive de las cajas, que han sabido competir con notable éxito en el mercado financiero español, el más competitivo del mundo", ha enfatizado Ambrosio.
Es más, ha opinado que con la reforma de la Ley de Cajas, que les libera de la "última atadura" y les permite capitalizarse, podrán competir "en igualdad de condiciones con el resto de actores financieros".
Lo que no cambia, ni con la Ley de Cajas ni con las integraciones, es la obra social, que queda "perfectamente garantizada". En opinión de Ambrosio, no podía ser de otra manera, ya que la Obra Social es "el alma, el espíritu que identifica a las cajas", y su calificación "no puede ser más que sobresaliente cum laude".
Así, ha recordado que en el año 2009 el conjunto de cajas españolas destinaron 1.800 millones de euros a obra social, una cifra que, según el consejero cántabro de Economía, es la "segunda obra filantrópica más importante del mundo", por detrás de la Fundación Bill Gates.
Al igual que Ambrosio, también Agudo ha ensalzado las ventajas de la integración de Caja Cantabria en este SIP, del que el Gobierno regional hace una "valoración muy positiva", no en vano, la entidad cántabra pasará a formar parte del quinto grupo financiero español (y séptimo en los test de stress).
"Estaremos entre los grandes. Y el tamaño, en este momento, sí que importa", ha recalcado el consejero, una idea refrendada por el presidente de la Caja.
Según Agudo, con la integración, las cajas podrán ofrecer "más y mejores" productos y servicios a los ciudadanos y empresas de su región y tendrán también más capacidad de contribuir en mayor medida al desarrollo de la actividad económica y la creación de empleo.
El consejero ha recordado que el Gobierno regional, que ha estado "permanentemente" informado del proceso de integración, tomó la decisión de "no intervenir de manera directa", una posición que, a su juicio, "no ha sido habitual en otros gobiernos, precisamente los que más han hablado de despolitización de las cajas" y que, sin embargo, han "añadido más complejidad" a los procesos de integración.
En el caso cántabro, el Ejecutivo va a seguir manteniendo esa postura "hasta el final de proceso", una actitud que ha agradecido el presidente de Caja Cantabria.
Por último, preguntado por las "dudas" que se han planteado por su continuidad al frente de la Caja y la de Javier Eraso como director general de la entidad, Ambrosio las ha achacado a una "mala interpretación", a un "titular erróneo".
En este sentido, ha subrayado que "en este momento, no está previsto ni a corto ni a medio plazo" el cese de ninguno de los dos. En su caso, ha explicado que está "sujeto" a la renovación o no en el proceso que se abrirá entre septiembre u octubre, no por motivo del SIP.
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