NUEVA DELHI.- El más famoso gurú de India comenzó el sábado una huelga de hambre para exigir reformas, incluida la pena de muerte para los funcionarios corruptos, en una campaña antisobornos que ha minado al primer ministro Manmohan Singh, cuyo gobierno se está viendo plagado de escándalos.
Swami Ramdev, que procede de una familia analfabeta y que hoy presenta un programa de televisión con más de 30 millones de televidentes y es dueño de una isla "de paz" en Escocia, se sentó con decenas de miles de seguidores en una tienda del tamaño de cuatro campos de fútbol en el centro de la capital.
Canalizando la irritación creciente de los votantes por la corrupción existente en la tercera mayor economía asiática, el gurú, de poblada barba y túnica color azafrán, ha pedido al Gobierno que persiga los miles de millones de dólares de fondos ilegales que hay en el extranjero y retire los billetes de gran valor.
Un periódico lo llamó "Yoguización", y otros dijeron que era una trampa publicitaria.
"No nos estamos desviando. Nuestros temas son el dinero negro y la corrupción", dijo Ramdev ante la multitud al inicio de su huelga de hambre en una tienda donde cientos de ventiladores intentaban mitigar el calor del verano. "Y tenemos que permanecer firmes".
"Nada es imposible, todo es posible y no vamos a claudicar" , añadió.
Su campaña es el último revés para la coalición encabezada por el Partido del Congreso, golpeada por escándalos de sobornos como acusaciones de comisiones en los Juegos de la Commonwealth y una estafa en el sector de telecomunicaciones que podría haber costado al Gobierno hasta 39.000 millones de dólares en ingresos.
Los sobornos son parte de la vida diaria india, desde para conseguir una conexión de electricidad a firmar acuerdos de negocios, pero los últimos escándalos - que han visto cómo se encarcelaba a un ministro y se interrogaba a millonarios - no tienen precedentes.
Tal es la popularidad de Ramdev en los estados electoralmente importantes del norte de India que cuatro ministros del Gobierno se reunieron con él en el aeropuerto de Delhi cuando descendió de su avión privado, para persuadirle sin éxito de que no iniciara la huelga de hambre.
Ramdev pareció desafiante el sábado, pidiendo a sus seguidores que continuaran ayunando y desafiando a cualquiera a intentar arrestarle.
Miles de indios también ayunaron en la tienda multicolor, mientras que seguidores del gurú en lugares como el estado de Orisa y Bangalore, la capital tecnológica del país, también comenzaron huelgas de hambre.
Aunque muchos de sus seguidores son pobres, algunos de los presentes en la tienda eran profesionales bien vestidos, mezclados con turistas extranjeros y gente del campo que había viajado centenares de kilómetros para verle.
Mayuri, de 32 años, vino junto con su marido desde el estado del Rajastán, en el oeste del país, para participar en la protesta, y tuvo que vender la bicicleta de su marido para pagar el viaje.
"Creemos que esto es una inversión", dijo, añadiendo que esperaba que los fondos ilegales depositados en el extranjero pudieran ser empleados en medidas sociales.
Pocos creen, sin embargo, que Ramdev muera por esta causa.
Muchos comentaristas esperan que se forje un acuerdo que dé al gurú del yoga lo suficiente como para proclamar una victoria moral y posiblemente le ayude a lanzar su propio partido político para las elecciones nacionales de 2014.
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