NUEVA YORK.- Los pesticidas del agua del grifo pueden tener
parte de culpa en el aumento de las alergias a los alimentos, según un
nuevo estudio publicado en la revista 'Annals of Allergy, Asthma
& Immunology'. Los investigadores detectaron que los altos niveles
de diclorofenoles, un químico usado en pesticidas y para clorar el agua,
cuando se encuentran en el cuerpo humano, están asociados con alergias
alimentarias.
"Nuestra investigación muestra que los niveles elevados de
diclorofenol que contienen los pesticidas posiblemente pueden debilitar
la tolerancia alimentaria en algunas personas, causando alergia a los
alimentos", dijo la especialista en alergias Elina Jerschow,
miembro del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI, en
sus siglas en inglés) y autora principal de la investigación.
Diclorofenol es una sustancia química que se encuentra comúnmente
en los pesticidas utilizados por los agricultores y los consumidores de
insectos y productos de control de malezas, así como en el agua del
grifo, según explica Jerschow.
Entre los 10.348 participantes en la Encuesta Nacional sobre Salud
y Nutrición de Estados Unidos de 2005-2006, 2.548 tenían diclorofenoles
medidos en la orina, de los cuales, 2.211 se incluyeron en este
estudio. En 411 de estos participantes se encontró que tenían alergia
alimentaria, mientras que 1.016 tenían una alergia ambiental.
"Los resultados de nuestro estudio sugieren que estas dos tendencias
podrían estar vinculadas y que el uso creciente de pesticidas y otros
productos químicos se asocia con una mayor prevalencia de alergias a los
alimentos", añade la investigadora principal.
Aunque pudiera parecer que optar por agua embotellada en lugar de
agua del grifo podría ser una manera de reducir el riesgo de desarrollar
una alergia, existen otras fuentes de diclorofenol, como plaguicidas
para frutas y verduras, que, según los científicos, "pueden jugar un papel más importante en la causa de alergia a los alimentos".
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de
Estados Unidos, se observó un aumento de alergia a los alimentos de un
18 por ciento entre 1997 y 2007, siendo los alérgenos alimentarios más
comunes la leche, los cacahuetes, los huevos, el trigo, las nueces, la
soja, el pescado y los mariscos.
Los síntomas de alergia a alimentos pueden variar desde una
erupción leve hasta una reacción potencialmente mortal llamada
anafilaxia, por lo que la ACAAI aconseja a todos aquellos que padezcan
alguna alergia de comida que lleven siempre dos dosis de epinefrina
recetada por el alergólogo, ya que un retraso en su administración es
común en las muertes por reacciones alérgicas alimentarias severas.
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