ALICANTE.- El pueblo de Alicante se dispone a celebrar mañana, jueves 27 de abril, el Día de la Santa Faz y a participar
activamente en familia, como cada año, con sus blusones,
pañuelos rústicos, cañas y ramitas de romero, en la romería de la Santa Faz, La Peregrina,
en el día más grande del municipio, hasta el monasterio de la Verónica.
Las posibilidades de que llueva en la ciudad de Alicante durante la romería de la Santa Faz son de hasta un 95%, según destaca la Agencia Estatal de Meteorología en su página web. El riesgo más alto de lluvias en la ciudad, según la Aemet, será entre las doce de la noche y las doce del mediodía, con un 95% de posibilidades de precipitaciones. A partir de esa hora el riesgo baja levemente, hasta el 85%. Las temperaturas máximas también está previsto que desciendan y no subirán de los 19 grados mientras las mínimas se mantendrán similares a las de estos días, con 13 grados.
La comitiva oficial saldrá puntualmente desde la concatedral de San Nicolás a las 8 de la mañana para llegar a las 10 al caserío de la Santa Faz. El Ayuntamiento ya ha preparado 10.000 cañas con romero (se repartirán 6.000 a las puerta del Ayuntamiento y 4.000 más en la concatedral).
Como es tradición el consistorio entregará además, mil kilos de rollitos de anís y 800 litros de mistela en la paraeta municipal, hasta las 11.30 horas, para que los romeros repongan fuerzas. Estará instalado, como cada año, a la altura del Complejo Vistahermosa.
Este año, se suma a la romería la Virgen de Fátima, que igualmente hará el recorrido hasta el monasterio una hora antes, a las 7, y dentro del centenario de su aparición en 1917.
Una vez llegue la cabecera de la romería al monasterio, presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui, con la reliquia se oficiará la santa misa; una celebración, la de este año en la que están todas las miradas puestas en el cielo ante la amenaza de lluvia.
La previsión meteorológica es disuasoria puesto que se esperan en Alicante fuertes lluvias, frío y viento entre las seis de la mañana y las doce del mediodía -justo el momento en que se desarrolla la habitualmente multitudinaria romería en un trayecto de casi diez kilómetros entre la ciudad y su pedanía colindante con el pueblo de San Juan- pero no parece que todo eso merme la enorme devoción de los alicantinos por su reliquia amén de peregrinos llegados de toda la provincia y de las de Valencia, Albacete y Murcia, por lo que se sigue esperando una asistencia masiva en torno a las 250.000 personas (la mitad de la población de hecho) como mínimo, frente a las 300.000 de otros años, al monasterio de las Clarisas donde se custodia la venerada prenda de la Verónica que, según la tradición (si bien no se han hecho estudios científicos), habría sido uno de los pliegues del paño de lino con el que esa piadosa mujer judía limpió la cara de Cristo en su camino al Calvario.
El lienzo original era un paño de lino con manchas de sangre representando una cara. Años más tarde, se remarcaron esas manchas con pintura roja. La tremenda devoción que despertó la Santa Faz provocó que, poco a poco, el lienzo se viera reducido en tamaño debido a los trozos que familias de gran poderío cortaban por lo que fue colocado un relicario con la imagen de una Santa Faz delante y una imagen de la Virgen María detrás. Es una de las tres faces reconocidas por la Santa Sede.
El origen de la tradición se remonta al siglo XV cuando el cura de San Juan de Alicante Mosén Pedro Mena viaja a Roma y se le obsequia con un venerado lienzo de la faz de Cristo que había salvado a Venecia de la peste. El sacerdote traslada el lienzo a San Juan y lo deposita en el fondo de un arcón. Pese a colocarlo en el fondo, el lienzo siempre aparece en la parte superior y es por eso por lo que decide sacar el lienzo en rogativa un 17 de marzo de 1489 para pedir la lluvia.
Al llegar al barranco de Lloixa, el padre Villafranca no puede sostener el lienzo y observa como brota una lágrima del mismo. Tras este vinieron más milagros como el de las tres faces. En el lugar del primer milagro se alza el monasterio de la Santa Faz que, pese a pertenecer moralmente a San Juan, pasó a manos de Alicante al segregarse esta última villa en el siglo XVIII.
En 1889 coincidiendo con el IV centenario, se abrió el relicario comprobando el estado del lienzo que era aproximadamente de unos 70 cm2.
El 26 de julio de 1936 los milicianos asaltan el Monasterio y la Iglesia de la Santa Faz. Arriesgando su vida, Vicente Rocamora Onteniente acompañado por el alcalde pedáneo Antonio Ramos Alberola (Tonico Santamaría) entran en el camarín y tras romper el cristal sacan la Santa Faz escondiéndola en un capazo de la compra, ya que veían que en el saqueo y destrucción del Monasterio la reliquia corría serio peligro.
Tras pasar la noche en la casa del alcalde pedáneo, la reliquia es trasladada en tranvía o en vehículo municipal (según las versiones) a la Diputación Provincial donde es almacenada en la caja fuerte. Posteriormente el alcalde comunista Rafael Millá y el exalcalde socialista Lorenzo Carbonell salvarían la reliquia de caer en manos de funcionarios del Gobierno que requisaban objetos de oro para la Caja de Reparaciones.
El camarín de la Santa Faz quedó intacto, pero el resto de la Iglesia fue devastado y sus imágenes y altares quemados. El arca donde reposaban los restos de Pedro Mena, que se encontraba en la cercana Iglesia de San Juan, fue quemada el mismo día junto a las imágenes y altares de la Iglesia Parroquial.
Una vez terminada la Guerra Civil, el Monasterio del siglo XVIII (que había sido usado como fábrica de aviones) es restaurado y se construye un nuevo altar, mucho más espectacular que el original, según los planos del arquitecto Juan Vidal Ramos y gracias a las donaciones de Manuel Prytz. En 1989 se realiza una réplica del arca de Mósén Pedro Mena.
La reliquia es objeto de la citada romería de la Santa Faz, que congrega anualmente a más de 260.000 peregrinos en torno a un monasterio tan codiciado por las parejas de novios del término municipal y colindantes para contraer matrimonio con el sagrado paño como testigo.
Una vez acabada la Misa en el caserío del monasterio, los peregrinos invocarán de nuevo voz en grito a la reliquia, símbolo local de su fé, y durante tres veces: ¡Santa Faz divina, misericordia! y, mientras unos se queden a tomar la mona en las campas cercanas, otros iniciarán un largo puente primaveral seguros de su protección durante todo un año.
El Ayuntamiento de Alicante ha reforzado este año el dispositivo especial de prevención con un amplio perímetro de seguridad organizado para la romería con 418 efectivos (entre ellos, los miembros del Grupo Operativo de Intervención Rápida (Goir) de la Policía Local), dos carpas hospital, seis ambulancias y un centro de coordinación de emergencias junto a un puesto de mando avanzado.
Ningún vehículo sin autorización especial de la Policía Local podrá circular por la CN-332 en el término de Alicante desde las 00:00 horas de este jueves hasta las 00:00 del viernes mientras todos los accesos al circuito (31 en total), incluso desde la A-7 y AP-7, estarán todo el tiempo trabados por vehículos policiales como consecuencia del nivel de alerta 4 adoptado por el Ministerio del Interior desde hace varios meses en prevención de atentados. En el dispositivo de mañana participan la Policía Nacional y la Guardia Civil hasta sumar en total unos 800 efectivos.
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