En su homilía durante la misa que ha presidido en la Catedral, el se ha referido a "una Iglesia que no pretende imponerse al resto de la sociedad y fortalecerse con privilegios sociales pero que sea respetada en su condición, una Iglesia convertida, sostenida por la esperanza y orientada toda ella al anuncio del Evangelio" con "verdadera ilusión y esperanza".
Así, ha animado a "reavivar las raíces cristianas" del pueblo valenciano y a "no estar ausentes" ante las necesidades y problemas de la sociedad, por lo que ha hecho un "llamamiento poderoso a la evangelización", según ha informado el Arzobispado en un comunicado.
"Tampoco olvidamos los problemas de la juventud, el mundo de los marginados, los inmigrantes y refugiados, ni tampoco la urgente cuestión de la paz siempre débil y amenazada y las situaciones de extrema pobreza y hambre en gran parte del mundo y cómo se viola la vida humana aun antes de nacida", ha dicho.
Según ha indicado Cañizares, "la Iglesia proclama la cultura de la vida y la defensa del derecho de la vida y de la educación y de la libertad de enseñanza". 
"Los católicos no podemos vivir al margen fuera de este contexto" y deben hacer un "poderoso llamamiento a la evangelización para que la Iglesia sea ella misma y se haga presente en el mundo".
Asimismo, ha asegurado que San Vicente Mártir "es el protector de Valencia y su memoria, que no es mirar al pasado sino de apertura al futuro.
Concluida la eucaristía, en la que intervenido la Coral Catedralicia, ha tenido lugar la procesión con la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII, José Esteve Bonet. 
A su paso han volteado todas las campanas del Miguelete y de las parroquias San Martín y San Esteban y al término del recorrido, la banda de música ha interpretado el himno nacional.