VALENCIA.- Hubo un tiempo en que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra,
era el objetivo de todos los dardos lanzados por el PP. A principios de
la anterior legislatura, la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig,
incluso se atrevía a pronosticar que, en las siguientes elecciones, la
pugna estaría entre dos mujeres. Ya antes de los comicios, el propio PP
se dio cuenta de que Puig estaba más fuerte e intentó cambiar el rumbo
pero no pudo evitar la victoria de los socialistas tanto en las
autonómicas como en las generales, según análisis de El Mundo.
Tras el ciclo electoral, el PP se reafirma en esta última tesis e incluso va más allá. Los populares valencianos consideran que Mónica Oltra está amortizada
y que deben centrar sus esfuerzos en desgastar al jefe del Consell. Por
ello, la hoja de ruta del PP pasa por mantener la presión a todos los
niveles en los casos que afectan al presidente -especialmente en todas
las cuestiones que atañen a las ayudas públicas a empresas de su
hermano- dejando, en un segundo plano, los ataques a la vicepresidenta.
De hecho, cuando se conoció el juicio contra el ex marido de la vicepresidenta
-que acabó siendo condenado a cinco años de prisión por haber abusado
de una menor tutelada por la Generalitat en un centro de acogida del
barrio de Campanar- en el grupo parlamentario popular hubo debate. Había
quien pedía atizar a la líder de Compromís, a la que le tienen muchas
ganas después de que, durante sus años en la oposición, les señalara con
vehemencia. No obstante, la decisión final fue la de no hacer demasiada
sangre, alegando que Oltra «ya está amortizada».
En esta línea,
hay importantes dirigentes del PP que no le auguran una vida política
demasiado longeva a la vicepresidenta. Frente a las voces que la sitúan
como posible relevo de Joan Ribó a la Alcaldía de Valencia, piensan que no seguirá en política. Desde el equipo de Oltra sonríen ante estos comentarios
-tanto por los rumores que la colocan como candidata por Valencia como
por los que auguran su muerte política- y se limitan a añadir que ellos
piensan en el día a día y no en futuribles de aquí cuatro años.
Con
la idea de que Oltra ya no es la rival, el PP centrará su oposición en
la figura del presidente.Así, en los últimos meses ya han aprovechado su
condición de máximo responsable del Consell para culparle de todos los
males que, según ellos, afectan al ejecutivo autonómico, en especial con
todo lo que tiene que ver en materia educativa. A Ximo Puig le espera un año complicado pues los populares van a seguir con la línea dura en todo lo que afecta al jefe del Consell.
Los tres ejes que marcarán la política de Bonig
La síndica del PP en Les Corts, Isabel Bonig, ha
asegurado que los tres ejes que serán «fundamentales» en la Comunitat
Valenciana en 2020 son la defensa de la libertad educativa, la mejora de
la situación sanitaria y la bajada de impuestos a los valencianos.
«Esto es lo que más preocupa a la gente y en lo que tenemos que estar»,
afirmó este jueves Bonig en un comunicado, en el que la presidenta del
Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) deseó que el nuevo año
traiga al PSPV «más moderación y menos radicalismo».
Según Bonig, «la situación educativa con la defensa de la libertad es
clave» y señala que el acuerdo firmado entre Podemos y el PSOE «es otro
ataque directo a la libertad de los padres a la hora de elegir la lengua
y la educación que quieren para sus hijos, ya sea escuela pública,
concertada o privada».
Asimismo, denuncó que «estamos asistiendo a unas cifras récord en las
listas de espera sanitarias. El personal sanitario está muy defraudado
con un Consell que no gestiona ni sabe hacerlo y que les ha mentido una y
otra vez desde hace cinco años».
El tercer eje es la bajada de impuestos a los ciudadanos «ante un modelo
de los socialistas y de Podemos de una subida masiva de impuestos y de
no fomentar inversiones como la ampliación del Puerto de Valencia, Ikea
en Alicante o Intu Mediterraneo en Paterna».
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