lunes, 1 de noviembre de 2021

Las cifras de fallecidos por covid son inespecíficas


MADRID.- Estamos acostumbrados a leer, diariamente, los datos de la pandemia en un lenguaje concreto. Incidencia acumulada, positivos en test diagnósticos, hospitalizados, fallecidos y otros parámetros nos han dado, hasta la fecha, una idea aproximada de cómo ha ido evolucionando la presencia del virus en cada territorio. Obviamente, también han servido para determinar las medidas de prevención y las restricciones adecuadas en cada momento.

Sin embargo, muchos expertos afirman que ya no son útiles, y piden que se actualicen los criterios para evitar un sesgo cada vez más evidente. “Ahora que parece que estamos en mínimos en cuanto a casos de covid (cuando digo caso hablo de casos graves, no positivos en test), creo que conviene tener en cuenta una serie de aspectos”, explica Rafa Toledo, catedrático de Parasitología de la Universidad de Valencia a La Razón

“Por un lado, es perfectamente posible y lógico que suban los contagios. Además, el número de casos detectados por test depende directamente del número de pruebas que se hagan y del sector de población en el que se realicen y, afortunadamente, el número de diagnósticos positivos ya no guarda relación con el número de casos graves”, específica.

Y es por esta y por otras razones por las que ya hace tiempo que se viene diciendo que el número de test positivos no es una métrica válida para analizar el impacto de la pandemia. “A pesar de ello, se persiste en su uso”, insiste Toledo. 

“Además, con unos porcentajes de vacunación que rozan el 80% en España, los resultados positivos de los test ya no son eficaces para dar una idea de la evolución”. Otro problema de fijarnos en el porcentaje de positividad de los test para sacar conclusiones es que no son aleatorios, sino que se hacen a los contactos cercanos de un positivo.

“Un ejemplo claro de esto es lo que sucedió a principios del verano con los viajes de estudios a Mallorca. Se encontraron más de 1.000 positivos vinculados a las macrofiestas, y solo se produjeron uno o dos ingresos, los cuales no fueron porque los pacientes tuvieran síntomas que implicaran gravedad, sino para asegurar que cumplían la cuarentena”, explica Toledo.

El tercer problema es que si, en un momento determinado, el número de positivos era importante porque había una correlación entre los positivos y los casos graves, ahora ya no lo es. ¿Cuáles serían, entonces, la/s variable/s más confiable/s para tener una foto realista del estado de la pandemia? 

En opinión del experto, “la presión en el sistema sanitario y el número de fallecidos. Lo que pasa es que, para ello es necesario establecer claramente y hacer públicos los criterios de hospitalización y, sobre todo, definir qué se considera una muerte por covid. Si es causada directamente por covid o simplemente una muerte tras un test positivo en un periodo de tiempo determinado”.

Aquí tenemos el quid de la cuestión, con el que coincide gran parte de la comunidad científica y médica implicada en el seguimiento e interpretación de los datos. Desde que comenzó la pandemia las hospitalizaciones por covid han sido como una métrica vital para rastrear los riesgos planteados por la enfermedad.

Pero un estudio realizado en agosto en Estados Unidos por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Centro Médico Tufts con registros de casi 50,000 admisiones hospitalarias covid en más de 100 hospitales, mostró que aproximadamente la mitad de todos los pacientes hospitalizados que aparecen en los paneles de datos de covid en 2021 pueden haber sido ingresados por otra razón, o solo sufrieron la enfermedad de forma leve. 

El trabajo encontró que, desde marzo de 2020 hasta principios de enero de 2021, antes de que la vacunación se generalizara, y antes de que llegara la variante Delta, la proporción de pacientes con enfermedad leve o asintomática era del 36%. Sin embargo, desde mediados de enero hasta finales de junio de 2021, ese número aumentó al 48%. Y este aumento fue aún mayor para los pacientes hospitalizados vacunados, de los cuales el 57% tenía enfermedad leve o asintomática.

“Hay que dejar de hinchar los datos”

“La mayor parte de los fallecimientos considerados por covid que se producen en el momento actual son de personas que no han muerto a causa de la infección, sino que esta ha sido un factor de comorbilidad. De este modo, si las cifras de fallecimientos diarios en esta última semana son, por ejemplo, 33 casos, deberíamos considerar que en solo 8 casos, la causa ha sido la covid. Si esto es así, nos estamos moviendo en cifras muy parecidas a las de la gripe”, señala Toledo.

“Hay casos reseñados en publicaciones científicas de personas jóvenes que han fallecido por un accidente de tráfico y, solo por el hecho de que han dado positivo en covid en la autopsia, se les ha computado como tal”, añade. También depende de los criterios de cada comunidad autónoma, ya que, por ejemplo, en Castilla León se considera que una persona ha fallecido por la infección si dio positivo hasta tres meses antes de su muerte.

Poder establecer esa diferencia entre por y con covid no tiene una solución complicada. “Se arreglaría si, desde los hospitales se distinguiera entre ambas cosas en los certificado de defunción; es decir, que si la persona no ha muerto por covid sino con covid, se incluyera la infección como una comorbilidad. En la situación actual, cuando la pandemia ya parece estar controlada, hay que dejar de ‘hinchar’ las cifras, algo que se ha estado haciendo todo este tiempo para justificar las medidas restrictivas”, destaca el experto.

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