La muerte le sorprendió la noche del 3 de enero en su casa, casualmente 37 años y un día después de que los mozos de Plan vieran en televisión la película Caravana de Mujeres, que fue el comienzo de una iniciativa que se hizo mundialmente famosa, con Miguel Ángel Fumanal como portavoz y cabeza visible.
Miguel Ángel Fumanal presidió la asociación que organizó cinco caravanas
de las que salieron 40 matrimonios y cuya iniciativa fue copiada en
otros pueblos de la España vaciada.
Había nacido en Plan en 1955, estaba casado con Luba, de origen ucraniano, y deja una hermana, María José, y dos sobrinas, Sol y Cielo.
Cuando sufrió el infarto se encontraba en casa con su hermana y su cuñado, que pasan unos días de vacaciones en Plan.
Fumanal fue quien puso voz y rostro e incluso su número de teléfono en el anuncio en la prensa, invitando a mujeres casaderas a visitar Plan y todo el valle de Gistaín.
La idea para solucionar el problema de los solteros o ‘maziellos’ surgió el 2 de enero de 1985 mientras los mozos, reunidos en el bar del pueblo, veían en TVE la película del lejano oeste ‘Caravana de Mujeres‘ (1951).
Quisieron hacer suya la historia de la película y pusieron en Heraldo de Aragón un anuncio por palabras que les costó 75 pesetas que pagaron a escote: “Se necesitan mujeres entre 20 y 40 años, con fines matrimoniales, para pueblo del Pirineo aragonés. Se atiende de 20 a 22 horas”.
Y como contacto el número de teléfono de Fumanal, que fue presidente de la asociación creada para organizar las sucesivas caravanas, en total cinco, de las que salieron hasta 40 matrimonios en el valle.
Miguel Ángel, entonces con 29 años, no tenía ninguna intención de casarse, pero sí de ayudar en el pueblo a los que querían hacerlo, según ha explicado José María Fantova, otro de los impulsores, con el que charló la víspera de fallecer.
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