La presidenta de Alliance for Human Research Protection (AHRP), Vera Sharav, señaló esta comparación en una entrevista reciente con Rebel News . Ella le dijo a Drea Humphrey, del medio de comunicación, que tanto los nazis de la década de 1930 como los gobiernos de hoy deshumanizaron a las personas que se negaban a recibir la vacuna COVID-19.
Ella explicó: “Los nazis usaron la [táctica] de alarmismo de los judíos [siendo los] propagadores de enfermedades infecciosas. Esa es exactamente la acusación contra los no vacunados: son propagadores del virus, que no lo son”.
Humphrey citó investigaciones que afirman que los nazis utilizaron las muertes de la pandemia de gripe española de 1918 para ganar poder político. De acuerdo con esto, utilizaron propaganda para convencer a la población alemana de que los judíos y otros “indeseables” eran responsables de propagar amenazas a la salud pública como el tifus y los piojos.
En la misma línea, los gobiernos de todo el mundo utilizaron la pandemia de COVID-19 para solidificar su control sobre sus respectivas poblaciones. También deshumanizaron a las personas no vacunadas en sus países, y algunos incluso declararon una “pandemia de los no vacunados”.
Sin embargo, los datos revelaron que las personas completamente vacunadas comprenden una mayor cantidad de infecciones, hospitalizaciones y muertes por COVID-19.
Cuando aún era una niña, la presidenta de la AHRP y su familia fueron enviadas a un campo de concentración nazi en Ucrania desde su hogar en Rumania. Su padre murió de una enfermedad infecciosa mientras estaba internado en el campo. En 1944, la madre de Sharav logró rescatarla a través de una organización de huérfanos, donde la enviaron de regreso a su tierra natal.
Según Sharav, haber sido “desobediente” en un momento durante ese tiempo, al negarse a seguir los “dictados del gobierno”, le salvó la vida y sirvió como una “gran lección” para ella. También recomendó que aquellos que “busquen en la historia y reconozcan los paralelos con el [tiempo] actual” continúen haciéndolo.
“Desearía que la mayoría de la gente dejara de obedecer. Porque al obedecer, estás permitiendo que florezcan los dictadores . No podrían hacerlo sin obediencia”, dijo la presidenta de AHRP.
Sharav también señaló el papel de los pasaportes de vacunas en la segregación de los no vacunados del resto de la sociedad. Durante el régimen nazi y la Segunda Guerra Mundial, se requería que las personas mostraran documentos de identidad, de manera similar a como se requiere que las personas muestren pruebas de vacunación en el período actual.
Este requisito permitió a los nazis apartar y demonizar a todo un segmento de la población. “[El pasaporte vacunal decide] quién puede ir a la plaza pública, quién puede entrar a un restaurante, etc.”
La sobreviviente del Holocausto agregó que tales medidas se implementaron de manera insidiosa. “El Holocausto sucedió en etapas; no sucedió de la noche a la mañana”, dijo.
Sharav también enfatizó el papel del establecimiento médico al permitir leyes que infringen la libertad de salud y eventualmente conducen a genocidios. “El establecimiento médico, durante el [gobierno de] los nazis y ahora, es el facilitador fundamental. Sin el establecimiento médico, ninguno de los regímenes habría podido salirse con la suya. El establecimiento médico proporciona el barniz de legitimidad [para] los genocidios”, explicó.
La presidenta de AHRP finalmente señaló con el dedo a la eugenesia como la ideología subyacente detrás del Holocausto y la tiranía médica en curso de COVID-19, describiéndola como “la devaluación de algunos seres humanos”.
Según Sharav, los mandatos draconianos de COVID-19 “que esencialmente resultaron en muertes” se emitieron tanto por razones financieras como por eugenesia. Agregó que esta ideología basada en la eugenesia, que defienden las élites sociales y sirve como base de los mandatos tiránicos, “nunca ha sido repudiada”.
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